“Merece la pena invertir en estas tecnologías, no matemos la industria eólica”, aseveró Martín durante la presentación del primer aerogenerador ‘offshore’ de España, instalado en Gran Canaria. El presidente ejecutivo de Gamesa, Ignacio Martín, ha asegurado que entiende y acepta una moratoria en las ayudas al desarrollo de la energía eólica en España como consecuencia de la crisis económica, pero ha pedido que no se deje morir el desarrollo eólico ni la potencia instalada en España. “Si existe una moratoria para la subvenciones por las condiciones económicas, lo entendemos y lo tenemos que aceptar, pero no podemos dejar que los desarrollos pudieran desaparecer. Necesitamos que las instalaciones no se conviertan en obsoletas y mueran poco a poco. Necesitamos que esa base instalada siga siendo una realidad en un futuro próximo”, sostuvo. Gamesa, líder tecnológico global en la industria eólica, ha inaugurado hoy el primer aerogenerador marino desarrollado por la compañía y el primero instalado en España, en el puerto de Arinaga (Gran Canaria). Al acto de inauguración han acudido el Presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero; el Ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, y el Presidente de Gamesa, Ignacio Martín. Esta primera turbina del modelo de 5 MW Offshore de Gamesa representa un hito en la estrategia de producto de la compañía, con la entrada en la industria de la energía eólica marina, en la que se convertirá en un referente por su coste optimizado de energía. Gamesa demuestra así su afán por competir al máximo nivel en la industria de la energía eólica, demostrando que es una fuente de energía competitiva, que contribuye de manera significativa a contener el precio de la energía y capaz de competir de forma directa, con la nuclear, el carbón y estar próxima a la hidráulica ya a las centrales gasistas de ciclo combinado, en coste normalizado. El aerogenerador G128-5.0 MW, el primer prototipo de la plataforma 5.0 MW Offshore, cuenta con un rotor de 128 metros de diámetro y una altura total de 154 metros. Desde su puesta en marcha, el pasado mes de julio, ha producido energía a plena potencia y ha vertido a la red más de 1GWh, generando la energía equivalente necesaria para abastecer a 7.500 hogares canarios al año. La puesta en marcha es un paso previo para la obtención de la certificación de la turbina en el primer trimestre de 2014. La producción en serie está prevista a lo largo de 2014. Los componentes de la turbina se han producido 100% en España, aunque en el proceso de diseño y desarrollo, han participado equipos de todo el mundo: Las palas, fabricadas en el centro productivo de Aoiz (Navarra), con 62,5 metros y 15 toneladas de peso cada una, son las más largas producidas y trasladadas en España y unas de las más grandes de Europa. La nacelle, producida en Tauste (Zaragoza), tiene más de 12,5 metros de largo, 4 metros tanto de alto como de ancho y 72 toneladas de peso. Por su parte, la torre, con casi 90 metros de altura, ha sido fabricada por Windar (joint venture entre Gamesa y Daniel Alonso). Los componentes eléctricos se han fabricado en Lerma (tren de potencia), Benissano (armarios eléctricos), Coslada (convertidores) y Reinosa (generador). El aerogenerador G128-5.0 MW Offshore incorpora la tecnología probada y validada por la compañía en su plataforma de 4,5 MW y el conocimiento y experiencia adquiridos durante su explotación. Esta turbina cuenta con un diseño modular y redundante, lo que garantiza la fiabilidad y maximiza la energía producida, permitiendo optimizar el coste de la energía. En el desarrollo y validación de las tecnologías patentadas incorporadas al aerogenerador se han invertido más de 1,3 millones de horas de ingeniería, en más de cien laboratorios acreditados y centros de pruebas de Estados Unidos, Asia y Europa, se han realizado más de 618 test en múltiples componentes de la turbina y casi un centenar de test funcionales en campo. Gamesa también trabaja en el desarrollo de una nueva generación de turbinas para cubrir las necesidades futuras del mercado offshore, con previsiones de desarrollo de plataformas de 7/8 MW, para lo que está abierta a alianzas con industriales y socios inversores para compartir necesidades de financiación en este segmento. Diecinueve años de experiencia y la instalación de 27.600 MW en 40 países consolidan a Gamesa como uno de los líderes tecnológicos globales en la industria eólica. Su respuesta integral incluye el diseño, fabricación, instalación y la gestión de servicios de operación y mantenimiento (19.400 MW). Gamesa también es referente mundial en el mercado de la promoción, construcción y venta de parques eólicos, con más de 6.000 MW instalados y una cartera de 19.000 MW en diferentes fases de desarrollo en Europa, América y Asia.

Eólica y energías renovables: Dificultades de la eólica en Canarias

REVE

La inauguración, el pasado lunes día 21 de octubre, de un aerogenerador experimental de energía eólica marina de 5 MW en el Puerto de Arinaga (Agüimes, Gran Canaria) ha supuesto, sin duda, un hito histórico para las energías renovables en el mundo.

Una empresa española, a la vanguardia de la investigación y la fabricación de molinos eólicos en el planeta, decidió apostar por este rincón canario, frente a propuestas de EEUU y de Suecia, para instalar el más grande proyecto europeo de estas características. Gamesa nos sitúa en uno de los lugares más visibles de los cinco continentes y deja patente, para los más obtusos, las potencialidades (de las mejores del mundo) de nuestros vientos y nuestro territorio para generar energías limpias. Y abre, además, la espita a la investigación y al desarrollo de una nueva propuesta de 8 MW a pesar de la crisis económica y las inseguridades que la reforma energética ha trasladado al sector.

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Está debió ser la noticia, sin más. Y es con esto con lo que nos debemos quedar principalmente. Pero el bautizo del molino de Arinaga tuvo su aquel. Y desvela actitudes que dejan bastante que desear.

Para el desarrollo del acto de puesta en marcha de la máquina, los responsables de Gamesa decidieron dejar fuera de los actos protocolarios principales a los presidentes del Cabildo de Gran Canaria y de la Autoridad Portuaria de Las Palmas y al alcalde de Agüimes –las instituciones que más se implicaron en el proyecto-, porque les interesaba más internacionalizar el acto con la presencia del ministro de Industria y la del presidente del Gobierno de Canarias. Y para qué fue aquello. Se armó la de San Quintín. Durante varias semanas los responsables de protocolo del ministerio y del presidente canario se afanaron en dejar claro a la empresa que el acto debía estar presidido por los cargos políticos a los que representaban. Por supuesto, cada uno pujaba por el suyo. En la empresa no salían de su asombro: les estaba costando más todo ese lío que el montaje del aerogenerador; hasta última hora no cesaron los tiras y aflojas, pero al final se decidió que correspondía a Paulino Rivero presidir el acto.

Pero los responsables de Gamesa tendrían que ver más cosas. El mismo día del evento, pudieron comprobar –pudimos, muchos de los que estábamos allí- como al presidente canario solo se aprestaron a recibirle Luís Ibarra, el alcalde agüimense y el máximo responsable de Gamesa pues el ministro, la delegada del Gobierno y el presidente del Cabildo habían hecho mutis por el foro, mientras los jefes de protocolo ejecutaban la danza del viento corriendo de un lado para otro. Como dice Raúl del Pozo, “aquí los políticos baten los récords de impopularidad en un campo de destrucción, donde unas especies devoran a otras”.

Dentro de la carpa instalada para la ocasión la cosa fue más dura. Resultó curioso ver como protagonizaban el acto el ministro que le ha dado el mayor hachazo a las renovables en la historia de España, mientras su Gobierno deja sin financiación a la investigación española, y el presidente de una Comunidad Autónoma que era puntera en energía eólica y que hoy se encuentra en el vagón de cola.

Sí, estamos a la cola en producción de renovables y antes éramos vanguardia. Llevamos quince años sin instalar un molino a pesar de que la generación energética convencional supone un sobrecoste de más de mil quinientos millones de euros y a pesar de que producir con la energía del viento sale mucho más barato en Canarias (no llega a 85 euros el MWh frente a los 186 euros MWh de las fósiles)…

Ha pasado todo este tiempo y hemos visto como, cuando gobernaban CC y PP, la corrupción y los recursos se adueñaron del primer concurso eólico y dieron al traste con la propuesta (por cierto, nueve años después no sabemos aún qué pasó con aquella trama); hemos podido comprobar cómo no se han ejecutado las infraestructuras necesarias para poder verter a la red la energía producida; hemos sufrido los obstáculos del planeamiento; hemos contemplado cómo no solo no se soluciona el problema de las afecciones aeroportuarias sino que cada día surgen nuevos inconvenientes; hemos constatado cómo no se han creado centrales hidroeólicas que permitan el almacenamiento de la energía limpia generada…

Y viene el ministro a decirnos ahora que las renovables son muy importantes para el mix energético, cuando los sectores eólico y solar están que trinan porque saben, como afirmó el presidente de Gamesa, que la reforma energética “va a hacer que no haya proyectos de energías renovables para los próximos años”; cuando en la agenda del ministerio solo aparece el fracking, el crudo y el gas; cuando la inseguridad jurídica se ha adueñado de todo el sector; cuando se habla de una retribución para la eólica canaria de 85 euros MWh solo para tres años y para la potencia adjudicada, dejando fuera las repotenciaciones, los consumos asociados y los nuevos parques que se adjudiquen…

Y sube luego al estrado Paulino Rivero a decirnos que en su proyecto para las islas cobra especial relevancia la industria (que ha bajado en los últimos años en Canarias de una manera alarmante hasta situarse en un 5%, frente a un 13% en la península); que está potenciando la I+D+i cuando está desmantelando el ITC y despidiendo a una parte importante de sus trabajadores (lo único bueno que hemos tenido en este campo en la historia de la Autonomía) y que “los combustibles fósiles son el pasado y las renovables el futuro”, cuando hace apenas unas semanas en una conferencia en Canarias7, afirmaba, ante un nutrido grupo de empresarios, que su apuesta por el gas era rotunda. Y obviaba que su implantación frenaría la de las renovables y que si es peligrosa la extracción de crudo a sesenta kilómetros de las costas majoreras no lo es menos situar una regasificadora a menos de seiscientos metros de Arinaga.

En fin, pamplinas. Y frente a esta palabrería vacua, tuvo que ser Ignacio Martín, el presidente de Gamesa, el que, además de dejarnos una inversión de 200 millones de euros y de situarnos en el mapa eólico mundial, reclamara al ministro que no se permita la desaparición de la I+D+i y que no se ataque a la eólica que genera el 20% de la energía del país y que supone un superávit en generación de empleo, en balanza de pagos –por la exportación de tecnología y por la reducción de la importación de combustibles-, en términos medioambientales y por la garantía de suministro y la reducción del coste de la energía. Y además nos demostró cómo distintas fábricas suyas de aerogeneradores en diferentes lugares de España emplean a más de tres mil trabajadores; cómo en lugares como el País Vasco o Navarra se han creado industrias de fabricación, montaje y mantenimiento, centros de investigación y centros de formación para jóvenes; cómo se han expandido por el mundo vendiendo tecnología… Y nosotros a la cola, pero con palabras bonitas que se lleva el viento y enfrascados en peleas de protocolo. ¿De verdad el presidente canario y el ministro español no se sienten ni un poquito culpables de todo esto?

Antonio Morales Méndez es Alcalde de Agüimes