REVE
La Asociación Empresarial Eólica alerta de que el sector eólico se encuentra moribundo.
Tras analizar en profundidad el contenido definitivo de la reforma energética que el ministro de Industria, José Manuel Soria, presentó hace una semana en Consejo de Ministros, el nuevo presidente de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), José López-Tafall (Acciona), carga contra el Gobierno por “penalizar” el riesgo y la innovación, cuestión que justifica en que las medidas tomadas suponen un caso “claro de vulneración de la seguridad jurídica. Advierte del riesgo de que muchos parques sean embargados, con una deuda bancaria de 15.000 millones del sector eólico, y critica la ‘ecotasa’ de la Junta y la ayuda a la interrumpibilidad.
La última reforma energética ha cosechado muchas críticas, ¿cuáles son los puntos que más perjudican a las renovables, en concreto a la eólica?
Lo más relevante es que las medidas son retroactivas y discriminatorias. En el caso de la eólica se fija ahora y de modo arbitrario la retribución de la inversión realizada en el pasado, ignorando el riesgo que tenía invertir hace 20 años en una tecnología como esta, que entonces estaba lejos de la madurez de hoy. En definitiva, se penaliza el riesgo y la innovación.
¿Aprecia su asociación algún apartado positivo para el sector?
Al contrario. El sector eólico considera que ha sido tratado injustamente, ya que no es culpable del déficit de tarifa y siempre se ha desarrollado de acuerdo con los objetivos fijados por el regulador. Lo que cabe esperar es que continúe el cierre de fábricas –han cerrado nueve en lo que va de año–, la destrucción de empleo –se han perdido 3.600 puestos de trabajo eólicos en 2013– y la deslocalización de empresas.
Se trata de una reforma que ha puesto de acuerdo a todas las partes del mix energético, aunque cada una por motivos diferentes… ¿Es una estocada al sector de las renovables?
Sí lo es. El Gobierno no nos ha consultado a la hora de hacer números ni ha existido diálogo para preparar la normativa. Ni siquiera ha hecho caso a la preocupación de los inversores internacionales, que se han llevado las manos a la cabeza por la retroactividad de las medidas. Ahora lo que está en juego es la supervivencia del sector eólico.
¿Qué afección directa tiene el déficit de tarifa sobre la industria eólica?
Como el déficit de tarifa está causado porque la demanda se ha caído y todo el mundo considera que la crisis es temporal, pues pedimos al ministro que las medidas también lo sean. Como nosotros ya hemos pagado unos 600 millones de euros al año entre impuestos y reales decretos -el 15 por ciento de toda la retribución que ingresó el sector en 2012, unos 4.000 millones en España, tanto de prima como de mercado-, pedimos que cuando pase esta situación y suba la demanda, previsiblemente en 2015, esta aportación que hacemos ahora se compense con un aumento en el plazo del sistema regulatorio para los parques eólicos, un sistema parecido al que hizo Portugal el año pasado. No son conscientes hasta qué punto han dejado al sector eólico en dificultades.
¿Volver a la situación anterior podría provocar una nueva caída del sector?
Actualmente el sector está moribundo. Buena parte de los parques están al límite de la rentabilidad y pueden entrar en problemas financieros; la industria se ha quedado parada con la moratoria; y la imagen del inversor es que las empresas españolas tienen un gran riesgo futuro, porque hay mucho temor a lo que pueda pasar al desconocer la regulación. Volver a esa situación anterior es volver a la estabilidad reflejada en el BOE y se recuperaría la confianza de que los problemas se afrontan de forma racional. A corto plazo no volverá a ser lo mismo que en la década pasada, cuando se hicieron bien las cosas con una estupenda aportación eólica al mix de energía (en 2010, un tercio de la energía española fue renovable), pero al menos ser un sector normal, con confianza legítima y que los inversores se planteen invertir en España y en I+D+i, porque somos líderes en el mundo y no se puede desaprovechar
La paralización del sector supone la pérdida de miles de millones de euros y puestos de trabajo, ¿cuál es la perspectiva a medio y largo plazo?
La perspectiva dependerá en gran medida de la reforma regulatoria. Si no tiene en cuenta que el eólica ya ha asumido ajustes y pone el contador a cero para volver a hacer un control equilibrado, al final unos pagamos más que otros. Si no tiene eso en cuenta, lo que sucederá es que se agravará la destrucción de empleo, el cierre de plantas y, a futuro, será prácticamente imposible conseguir que nadie financie inversiones en España en activos eólicos, porque la gente no será capaz de convencer a un financiero que le preste dinero para entrar en un sector donde no se sabe al día siguiente cómo cambiará la regulación. Hay un riesgo claro. El Gobierno debería tener en cuenta que es un sector joven, con mucha inversión por amortizar, mucho desarrollo de I+D+i, que no sólo genera electricidad, sino que ha hecho un potente sector industrial, una gran cadena de empresas de componentes y que no ha sido un sector parásito, sino todo lo contrario.
Por cierto, ¿qué le sugiere la ‘ecotasa’ establecida por la Junta de Castilla y León en esta Comunidad?
Apoyamos la posición muy clara de Apecyl sobre este tema. Es muy difícil, con este escenario de crisis, soportar costes tributarios uno tras otro. Además de la tributación ordinaria aparece la medioambiental, cuando en este caso debería estar primado y no penalizado. Es absurdo primarla para al final gravarla por consideraciones medioambientales. La prima está compensada con todos los impuestos que se pagan. Se come por la presión tributaria, más cuando se han reducido las primas. No tiene ningún sentido y desde el punto de vista económico lo único que puede generar para nada apoya que el sector pueda seguir creando empleo y sea saneado; lo contrario, incide en agravar los efectos de la crisis.
http://santamarta-florez.blogspot.com.es/2013/07/jose-lopez-tafall-presidente-de-la.html