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El uso de energías renovables es uno de los principales métodos para mitigar el cambio climático, situación que afecta de manera significativa países insulares como República Dominicana. Sin embargo, pese a los múltiples beneficios de esta tecnología pocos se interesan por implantarla.
Dadas las constantes deficiencias en el sector eléctrico del país, la obtención de energía por medio de sistemas naturales se vislumbra como la única solución. Empero, principalmente la falta de información sobre el tema e intereses particulares entorpecen su progreso.
Este es el planteamiento de Osvaldo Flores, director ejecutivo de la fundación Sunage, una institución que intenta crear conciencia sobre las causas y los efectos del cambio climático en el país.
“La principal causa del cambio climático es el uso de combustibles fósiles, por eso nosotros proponemos la eliminación del diésel y el carbón por sus efectos nocivos en el medio ambiente. Nuestra responsabilidad es demostrar que las consecuencias podrían ser irreversibles, pero tenemos que enfrentar muchos intereses económicos y políticos”, sostiene Flores.
Flores insiste en que debido a que en el país existe un déficit energético como pocos países en el mundo se debe optar lo antes posible por la energía solar o renovable porque “hay demasiada demanda”.
“Esta es una tecnología simple que se construye en poco tiempo, pero con el paso de los años su aplicación resultará más costosa, por eso no debemos retrasarnos”, agrega.
Iniciativas
No obstante, Flores reconoce que ha habido iniciativas importantes sobre todo en cuanto a la implementación de sistemas de energía solar fotovoltaica, puesto que algunos inversionistas han entendido su importancia y múltiples ventajas pero dice que aún falta mucho por hacer.
Tal es el caso del presidente de Torre Stanza, Peter Weinerth, quien bajo la asesoría de Sunage ha desarrollado un proyecto inmobiliario que producirá el 90% de la energía a utilizar en las áreas comunes con paneles solares. Además, en el edificio serán instaladas estaciones de recarga de vehículos eléctricos, para lo cual también se utilizará energía renovable.
Weinerth explica que “esta torre va de la mano con las nuevas tecnologías que se emplearán en un futuro cercano”.
A la vez destaca que la instalación de las estaciones de recarga es una novedad en el país; pero entiende que a pesar de que aquí hay pocos vehículos eléctricos su uso debe tomarse en cuenta porque “el transporte eléctrico es otro de los temas que está surgiendo a nivel mundial”.
Weinerth considera que el momento de la “Tercera revolución industrial” ha llegado, por tal razón concibe la energía renovable como la única sustentable y como una “tremenda” oportunidad de negocios.
“El cambio a esta tecnología se va a presentar dar en esta generación; por eso nosotros como constructores estamos tratando de ser los primeros en implementarla en la construcción de edificios de apartamentos en el país”, apunta.
Costo y limitaciones
Tanto Flores como Weinerth estiman que “en un par de años” la energía solar fotovoltaica será más barata que la generada a base de carbón o de viento, por lo que incluso las personas de escasos recursos podrán acceder a ella.
Destacan, sin embargo, que aún la tecnología no se ha desarrollado en su totalidad, puesto que existen limitaciones principalmente en cuanto al espacio que ocupan los paneles solares, ya que para producir un kilovatio de energía se necesitan aproximadamente ocho metros de techo.
“El panel solar bajó de precio un 80%. Se prevé que la energía solar en gran producción será más barata que la de las plantas de carbón. Hay costos bastante competitivos y la tendencia es que la energía será gratis. Esto se visualiza como la solución global”, apunta Weinerth.
Como uno de los objetivos de Sunage es promover la acción inmediata contra el cambio climático, Flores hace un llamado a la población dominicana a reducir las actividades que afectan el medio ambiente porque “el problema es grande y el efecto final del cambio climático es la desaparición de la especie humana”.
Al mismo tiempo, destaca que este es el mejor momento para que República Dominicana sirva como ejemplo al mundo, puesto que la legislación contempla la reducción de emisiones contaminantes en un 25% antes del 2030. “Todos debemos asumir el compromiso porque ya el país lo asumió a nivel político ya que posee una legislación adecuada. Esta es nuestra oportunidad de convertirnos en un ejemplo y nosotros creemos que sí se puede”, exclama Flores.