Energías renovables: Luis Crespo, reeligido presidente de la Asociación de Energía Termosolar Europea.

Primas a las energías renovables, costes y contabilidad perversa

REVE

Conviene aclarar cómo se determinan las primas que reciben las energías renovables.

Se ha publicado la última  liquidación de la Comisión Nacional de Energía sobre el régimen  especial, que precede al informe de liquidación del conjunto del sector  eléctrico correspondiente al primer trimestre. En dicho informe podremos  ver, entre otras cosas, cómo las primas percibidas por todo el régimen  especial, energías renovables incluidas, superarán en más de un 20% las  primas previstas por el Gobierno para el citado periodo de tiempo.  Previsiblemente, ello servirá de argumento a quienes de manera  interesada vienen culpando a las energías renovables de ser las  culpables del déficit de tarifa, para reclamar nuevamente el ajuste  retroactivo de la retribución de las mismas.

No obstante, el porqué de  este desvío podemos encontrarlo principalmente en el propio sistema de  determinación de costes del sector eléctrico, que actualmente desliga el  coste de producción fijado por el mercado mayorista, así como los  servicios asociados al mismo, del resto de costes del sistema, entre los  que se encuentran básicamente el transporte, la distribución, los  sobrecostes de los sistemas insulares y extrapeninsulares, y las primas  al régimen especial, que conforman lo que se vienen llamando costes  regulados.

Conviene aclarar cómo se  determinan las primas que reciben las energías renovables. Actualmente,  estas energías perciben un precio fijo o tarifa, independiente de las  circunstancias del mercado mayorista, de tal manera que la prima –o  prima equivalente para ser más precisos– se corresponde exactamente con  la diferencia entre el precio fijo o tarifa a percibir y el precio de  mercado. Mercado bajo, primas altas. Mercado alto, primas bajas. De este  modo, la suma final de la parte de mercado más lo que perciben las  renovables de los costes regulados no varía y coincide exactamente con  lo establecido por el Gobierno para cada una de las tecnologías.

Así, a la hora de analizar  el primer trimestre del año debemos considerar que la baja demanda  eléctrica registrada, en combinación con la alta producción de energías  renovables en el mismo periodo de tiempo –47% de la generación neta–, ha  dado como resultado que el precio del mercado mayorista haya descendido  muy por debajo de lo previsto, especialmente en el mes marzo,  propiciando el aumento de primas equivalentes correspondiente, conforme  el sistema de cálculo indicado en el párrafo anterior. Aunque, por  supuesto, su retribución total será la misma que hubieran percibido con  un mercado a precios mucho mayores.

De este modo, se da la  aparente paradoja de que las renovables hacen que baje el precio de  mercado de la electricidad (bueno para el conjunto de la sociedad) pero  simultáneamente provocan que, contablemente, sea mayor la cuantía de las  primas equivalentes que reciben (bueno para quienes de forma demagógica  atacan a las renovables, fijándose solo en el capítulo de las primas e  ignorando la reducción en el precio de mercado).

Dado que las liquidaciones  efectuadas por la CNE solo reflejan el importe de las primas  equivalentes a las renovables y no el abaratamiento que estas inducen en  el mercado mayorista, se produce un efecto contable perverso creando la  ilusión de que la retribución a las renovables se dispara y que esto es  negativo para el sistema eléctrico. Cuando el mercado eléctrico es bajo  –fundamentalmente, como se ha dicho, por la entrada de las energías  renovables– se produce un incremento de las primas equivalentes pero al  mismo tiempo ese incremento es compensado con creces con el ahorro  provocado en el precio del mercado mayorista.

Este abaratamiento neto positivo se constata en los estudios realizados entre 2005 y 2011, en los que las renovables han conseguido una reducción de los precios del mercado eléctrico que supera en 7.606 millones de euros a los costes de las primas recibidas en el mismo periodo. En el primer trimestre del año, el abaratamiento producido en el mercado ha sido superior a 1.400 millones de euros, aunque las primas equivalentes vayan a aumentar más de 300 millones respecto a lo inicialmente previsto por el Gobierno, debido principalmente a que este calculó que el precio de mercado en 2013 sería de 54 euros MW/h y el precio medio durante el primer trimestre ha sido de 40 euros MW/h.

Para evitar este efecto de  contabilidad perversa y, consecuentemente, evitar diagnósticos  incorrectos o interesados, desde la Asociación de Productores de  Energías Renovables (APPA) hemos puesto reiteradamente de manifiesto,  apoyándonos en los estudios llevados a cabo, que las primas a las  renovables deberían ser un coste de producción eléctrica. Este  planteamiento no es novedoso puesto que países como Alemania e Italia lo  vienen haciendo así desde el inicio de su desarrollo en renovables, con  lo que han evitado la confusión que, en relación a las renovables y su  vínculo con el déficit de tarifa, se ha generado en España.

En la línea de lo  planteado, por ejemplo, la actual regulación establece que los costes de  los ciclos combinados adicionales al precio obtenido del mercado  mayorista (básicamente pagos por capacidad y servicios de ajuste, que  suponen aproximadamente 800 y 600 millones de euros anuales,  respectivamente) se consideren como coste de producción eléctrica. Por  el contrario, a la electricidad producida con energía renovable no se le  aplica el mismo criterio porque a sus primas, aun siendo un coste de  producción, se les considera coste de actividad regulada, lo cual es  manifiestamente arbitrario, y máxime cuando son los pagos por capacidad  los que por su propia naturaleza de costes fijos destinados a financiar  el servicio de capacidad de potencia a medio y largo plazo, deberían  asignarse a la partida de los costes regulados, en vez de a los costes  de producción.

Esto es, los pagos por  generación eléctrica con energías renovables son considerados costes  regulados y los pagos que se hacen a los ciclos combinados de gas por no  generar nada se consideran costes de generación. Curioso, ¿no?

José Manuel Villarig Tomás es Presidente de la Asociación de Productores de Energías Renovables-APPA

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