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Uruguay será el país con mayor porcentaje de energía eólica, gracias a 22 proyectos eólicos y 500 aerogeneradores. Funcionarios uruguayos se reunirán con autoridades brasileñas en Brasilia para avanzar en acuerdos de energía eólica.
En los últimos años, se observa un aumento en la generación a través de energías renovables y el papel de la eólica se ha vuelto cada vez más relevante.
Desde 2009 está vigente un decreto que viabiliza incentivos tributarios específicos para el sector de las energías renovables, que han sido debidamente aprovechados por agentes locales e inversores del exterior.
La existencia de un régimen fiscal muy atractivo para la generación eólica, determinó que casi el 80% de los proyectos promovidos por la Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones durante el año pasado, correspondiera a este sector de actividad.
A su vez, los capitales invertidos han sido fundamentalmente del exterior, debido a la magnitud de los proyectos que escapan a la posibilidad de ser financiados, generalmente, en el mercado local. Aquellos que cuentan con capitales nacionales, están mayormente consorciados con compañías del exterior.
Según la última programación estacional aprobada a comienzos de mayo por ADME (Administración del Mercado Eléctrico), una figura pública no estatal donde están representados el gobierno, los grandes consumidores y los generadores privados, al primero de enero de 2015 habrá 718,6 megavatios instalados provenientes de energía eólica, de acuerdo con la marcha prevista de cada uno de los proyectos.
En junio de 2015, se estima que se alcanzarán los 1.039 MW; en enero de 2016, según las proyecciones, serán 1.346 MW conectados a la red de suministro de UTE.
Teniendo en cuenta que Uruguay consume en promedio, 1.100 MW y que las proyecciones indican que ese promedio se ubicará en 1.200 MW para 2016, se puede afirmar que si en algún momento estuvieran todos los parques eólicos funcionando, se podría cubrir la demanda total del país con energía eólica.
«En alguna madrugada ventosa de verano, cerca del 100% de lo que se consuma puede ser cubierto por eólica», asegura el Director Nacional de Energía. En una instancia así, «estaríamos reservando toda el agua de las represas y manteniendo todas las máquinas (térmicas) apagadas, porque no las precisaríamos».
Más allá de esto, se espera que en promedio se pueda cubrir un 30% de las necesidades con energía eólica, cada año, lo que pondría a Uruguay como el país con mayor aprovechamiento del viento para la generación de energía. Vale la pena recordar que actualmente, los países con mayor desarrollo en la utilización de esta energía, que son Dinamarca, España y Alemania, satisfacen respectivamente el 20%, el 14% y el 12% de sus necesidades totales con esa fuente.
En once puntos de Uruguay se están montando aerogeneradores. Paralelamente, otros diez parques eólicos esperan la autorización ambiental. Uno más aguarda la autorización de generación.
Ya se encuentran activos y aportando a la red eléctrica nacional, los proyectos en Rocha del Grupo Bulgheroni de Argentina (Agroland y Nuevo Manantial). «Agroland» fue el primero en entrar en operaciones en marzo 2007, pero con un aporte de tan solo 0,5 MW.
En junio de 2008, «Nuevo Manantial» se conectó a la red con un aporte de 13 MW. En diciembre 2008, próximo a San Carlos, en Maldonado, se sumó el primer parque de UTE, «Caracoles I» y en junio 2010 entró en funcionamiento «Caracoles II», que en conjunto generan 20 MW a partir de 10 aerogeneradores.
Además, en abril de 2011 se conectó a la red el proyecto «Magdalena» de Kentilux, 9 aerogeneradores que en conjunto generan 17,2 MW en la zona de Colonia Wilson, en San José, en una inversión de capitales nacionales asociados con la multinacional del sector Ventus. El último en entrar en funcionamiento fue el aerogenerador montado por la empresa lanera Engraw en Fray Marcos, Florida, que aporta 1,8 MW.
De esta forma, se alcanzan los 52 MW que a esta fecha están instalados y conectados a la red eléctrica nacional, con más de 40 aerogeneradores sumados al paisaje local.
Las expectativas oficiales en cuanto al rápido avance de los proyectos, van acompañadas de las condiciones contractuales de las últimas adjudicaciones que determinan que todos quieran comenzar a generar cuanto antes.
En enero de 2011 se hizo la primera adjudicación de importancia -hubo dos llamados de escaso volumen en 2007 y 2008 con la intención de «conocer» el mercado-, cuando quedaron en carrera los proyectos del grupo Eurnekián (Fingano), Impsa (Libertador) y Teyma (Palmatir).
En esa ocasión, el precio al que UTE se comprometió a adquirir esa energía fue de 84 dólares por cada MW. En el segundo llamado, en agosto de 2011, se adjudicó a un precio bastante inferior, de 63,5 dólares el MW. Allí ingresó un proyecto del grupo Otegui (Luz de Mar), uno de Sowitec (Minas I) y otro de New Energy (Agua Leguas).
El caso es que a estos últimos, se les otorgó un bono, que les aseguraba que toda la producción que se generara previo a marzo 2015, en realidad se pagaría a 110 dólares y no 63,5 dólares. Ese esquema se repitió para un nuevo llamado, a principios de 2012, en el cual se sumaron varios de quienes habían quedado afuera en instancias anteriores, e inclusive, algunos de los que ya habían logrado adjudicaciones, con nuevas iniciativas. Ante esta realidad, es de imaginar que los procesos de solicitud de autorización y posterior construcción, están siendo acelerados por sus impulsores.
Una incipiente implantación industrial en Uruguay vinculada con la energía eólica puede observarse a través de la fabricación de las torres de los aerogeneradores. Es el caso de Agua Leguas, en Peralta, donde las torres se armarán en el lugar, en hormigón. Con buen tiempo, una torre de hormigón de más de 100 metros puede erigirse en menos de una semana.
Desde Enercon -fabricante alemán y propietario del parque bajo la firma New Energy, junto con SEG Ingeniería de Uruguay- se asegura que las torres de hormigón permiten alcanzar una altura de 108 metros, mayor que las torres de aceroutilizadas principalmente en el sector.
Juan Ruiz-Jarabo.
«Este sistema de producción evitará la complejidad y los costos del transporte» sostiene Juan Ruiz-Jarabo, gerente de Enercon Uruguay. La ubicación de la planta de producción de torres de hormigón, que se espera que esté pronta para septiembre, se hará en el mismo predio del parque y contará con 5.000 metros cuadrados de superficie y una plantilla total de 145 personas, preferentemente de la zona, al igual que las empresas proveedoras.
«Las torres de hormigón están planificadas, en principio para los parques de Peralta, ya que para establecer una producción a largo plazo es preciso contar con varios parques eólicos en la misma zona a lo largo de los años, además de incentivos claros para la creación de un tejido industrial eólico», sostiene Ruiz-Jarabo. Una vez concluida esta etapa, es probable que la planta se traslade a Brasil para el montaje de otros parques, mientras aquí no aparezcan nuevas oportunidades.
Desde la Dirección de Industrias se evalúa la posibilidad de estimular además la presencia en el país de otras iniciativas industriales ligadas al complejo eólico, en el área metalúrgica o mecánica, aunque hasta el momento no existe ningún proyecto en concreto.
Las enormes piezas que componen cada aerogenerador y que ingresan por el Puerto de Montevideo, han puesto a prueba la operativa logística combinada, demandando la máxima eficiencia de la administración pública, aduana, operadores y transportistas.
Un estudio realizado por el experto Santiago Mullin para una presentación en la Asociación Uruguaya de Energía Eólica, proyectaba que en febrero 2012 se deberían mover vía puerto y carreteras, cerca de 5.500 «bultos» en referencia a las piezas de los aerogeneradores, en el transcurso de dos años y medio. Eso representaba 8-9 bultos por día hábil durante todo el período.
Gonzalo López Roldan, Comercial Ejecutivo de Montecon, explicó que en estos momentos, hay tres parques eólicos que están llevando a cabo su desembarque; en total se trata de 71 aerogeneradores, para lo cual se necesitan 3 o 4 buques, por cada caso.
«Es esencial no generar instancias de ejecución simultánea, pero en algunas ocasiones se ha dado», explica, en referencia a la necesidad de atender más de una operación de este tipo al mismo tiempo.
«Nos encontramos en un punto verdaderamente álgido, un desafío logístico para el puerto de Montevideo», afirmó, ante la compleja operativa en la que participan la Administración Nacional de Puertos y los operadores privados.
En Montecon, desde 2008 a la fecha se han desarrollado las operaciones de descarga de 8 proyectos eólicos, en total 103 torres -que vienen en secciones de 40 metros de largo- además de las aspas, las góndolas -donde se insertan las aspas- y las máquinas.
López Roldan sostuvo que muchas veces «las etapas de adjudicación y puesta en funcionamiento no contemplan la operativa que demandan desde el punto de vista logístico», lo que hace más complejo el trabajo.
«Un puerto muy pequeño como el de Montevideo, para ser productivo tiene que ser muy eficiente, por lo tanto hay que evitar estadías prolongadas. En este tipo de operativas, con piezas de grandes dimensiones, es clave ser eficientes en el manejo de las cargas», subrayó el ejecutivo.