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La posibilidad de que la reforma energética que el Gobierno prepara para junio elimine la prioridad de acceso de las renovables a las redes eléctricas, como se ha pedido desde algunos ámbitos, es una idea descabellada, según la Asociación Empresarial Eólica (AEE).
Hay muchos motivos por los que una decisión semejante no tendría justificación posible:
Por razones de tipo legal
La prioridad de acceso nació a principios de los años 80 en Estados Unidos a raíz de la Public Utilities Policies Act (PURPA) después del segundo choque de precios del petróleo, con el objetivo de permitir la recuperación de las inversiones en energías renovables, intensivas en capital. La idea era simple: siempre que hubiera viento, la eólica vendería la electricidad a un precio prefijado, basado en el coste que le evita al sistema por ser una energía autóctona y gratuita. Un objetivo adicional era promover la entrada de nuevos actores, productores de electricidad independientes o cualificados, frente a la posición dominante de las grandes utilities.
Esta prioridad de acceso se trasladó a la normativa española antes incluso de la aprobación de la Ley 54/1997 del Sector Eléctrico, a través de la figura del autoproductor, con objetivos similares a la regulación americana. La Ley del Sector Eléctrico garantiza la “prioridad en el acceso a las redes de transporte y de distribución de la energía generada, respetando el mantenimiento de la fiabilidad y seguridad de las redes”.
Este derecho se establece también en la Directiva Europea sobre energías renovables, que garantiza el derecho a los productores de este tipo de energías: “Los Estados miembros deberán establecer bien un acceso prioritario o un acceso garantizado a la red de la electricidad generada a partir de fuentes de energía renovables” y “velarán porque, cuando se realice el despacho de las instalaciones de generación de electricidad, los operadores de los sistemas de transporte den prioridad a las instalaciones de generación que utilicen fuentes de energía renovables”.
Por la operativa del mercado
No tiene sentido desaprovechar una energía como la eólica, autóctona y limpia, frente a otras contaminantes e importadas.
Además, la participación de la eólica en el mercado ha permitido a España ser un referente no sólo en el uso de las herramientas de predicción, sino también en la optimización de los mercados de ajuste.
En relación a la operativa del mercado mayorista, los agentes realizan sus ofertas de precios basándose en los costes variables, lo que hace que tanto las renovables como la nuclear e, incluso a veces, la gran hidráulica, realicen ofertas a precio cero, por lo que siempre resultan casadas, lo que se convierte en una prioridad de acceso de facto.
En el caso de la eólica, el respaldo reglamentario de la prioridad de acceso aplica a los desvíos de los programas, pues independientemente de lo que hayan casado siempre se mide lo efectivamente producido, lo que provoca una minoración de los ingresos a los parques eólicos que cometen errores en su programación.
Esta modalidad de operar el mercado no es exclusiva de España y la integración del mercado europeo basado en el acoplamiento regional de precios (PCR en las siglas inglesas) se basa en la misma metodología, por lo que resulta difícil un cambio a medio plazo.
Por razones tecnológicas
El sistema eléctrico español y los parques eólicos se han diseñado y construido en los últimos años alrededor de una integración óptima de la eólica. Prueba de ello es que, cuando por razones de falta de demanda y de respuesta de otras tecnologías más caras ha habido que reducir la generación, esto ha sido posible gracias a las instalaciones eólicas. Éstas han respondido en tiempo real a los requerimientos del operador del sistema gracias a las inversiones hechas por las empresas eólicas para tener sus instalaciones adaptadas al sistema.
Por razones de competitividad de la industria española
Si bien los incentivos a la eólica –que también nacen para incentivar a las tecnologías limpias frente a las contaminantes– se recaudan a través de la tarifa de acceso, el hecho de que la eólica desplace a instalaciones con costes marginales más caros porque queman combustibles fósiles importados y contaminantes hace que los consumidores, especialmente los industriales, disfruten desde el año 2009 de unos costes de energía eléctrica que se sitúan entre los más bajos de Europa. Buen ejemplo de ello fue el pasado abril, en el que el precio del mercado español fue el más bajo del continente (realmente se benefician los consumidores).
Por razones medioambientales y de salud pública
La eólica es una tecnología limpia y que no contamina, por lo que es lógico que tenga prioridad sobre las que queman combustibles fósiles. La protección de la salud pública tiene que ser prioritaria.
En síntesis, la cancelación de la regulación sobre prioridad de acceso ha sido piedra angular del desarrollo de las renovables. Eliminarla sería un importante error, que no se sostiene ni legalmente ni desde el punto de vista económico, social o medioambiental.