REVE
El 51,1% de la generación eléctrica en marzo procedió de energías renovables: eólica, termosolar, fotovoltaica, hidráulica y biomasa.
El fuerte viento, la lluvia y la baja demanda de electricidad registrada los días festivos de Semana Santa, han hecho necesario a Red Eléctrica ordenar a las centrales nucleares bajar potencia en 1.000 MW, pese a tener la mitad del parque eólico parado. La incorporación cada vez en mayor medida de las energías renovables al mix eléctrico es un hecho positivo, pero las centrales nucleares, inflexibles en su adecuación a la demanda, son incapaces de servir de apoyo a las energías limpias.
El Estado español fue un referente mundial en implantación de renovables hasta que el inadecuado sistema eléctrico español y las presiones de las eléctricas llevaron al gobierno a paralizar su desarrollo. Pese a ello, y como ya pronosticaban multitud de organizaciones que defendían la necesidad de cambiar de modelo energético, el déficit de tarifa sigue creciendo y el sistema es incapaz de asumir de una forma coherente situaciones como las de estos días.
La sobreoferta de electricidad en el mercado diario a precio cero (las nucleares y el régimen especial) han hecho que durante varios días la electricidad se haya regalado y el precio de pool haya sido de cero euros la mayoría de las horas, además de hacer necesario desconectar la mitad de los aerogeneradores dejando pasar el viento. Estos hechos se producen cada vez con mayor frecuencia debido a la incorporación de renovables al sistema, la caída de la demanda de electricidad desde 2008 y la excesiva potencia nuclear.
Lo novedoso de estos días es que REE (Red Eléctrica de España) haya ordenado a las hasta ahora intocables centrales nucleares que a partir del viernes 29 a mediodía bajaran su potencia de algo más de 1.000 MW a unos 800 MW, excepto a Ascó I y II. En total, 1.000 MW de reducción de potencia para no provocar una sobregeneración de electricidad que habría supuesto descompensaciones en las líneas. Ni la exportación de electricidad, ni el funcionamiento bajo mínimos de las térmicas de carbón y ciclo combinado, ni la desconexión de la mitad del parque eólico han sido suficientes para compensar la baja demanda peninsular.
Lo pernicioso del sistema eléctrico tal y como está configurado es que estos hechos se puedan ver como algo nocivo, cuando lo deseable es que la demanda descienda gracias a medidas de ahorro y eficiencia y que haya cada vez más renovables en el sistema. Según los últimos informes de REE el primer trimestre de 2013 la eólica fue la primera fuente energética en el mix, la demanda descendió un 3’7% respecto al mismo periodo del año pasado [1], y en 2012 se consumió el 1’2% menos de electricidad que en 2011, aunque las emisiones de CO2 se incrementaron en un 11% hasta los 81 millones de toneladas, debido a la quema de carbón [2].
Para la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, en la que participa Ecologistas en Acción, se necesita urgentemente un nuevo modelo energético y un sistema eléctrico totalmente regenerado, que sea transparente y participativo, fomente el ahorro y la eficiencia, y tenga cada vez mayor presencia de energías renovables. Un sistema que fomente el autoconsumo, la generación distribuida, y la gestión inteligente de la demanda, respetuoso con el medio ambiente, y beneficioso para la sociedad, en lugar de un sistema que sólo beneficia al oligopolio eléctrico, que endeuda cada vez más a los consumidores, y que es incapaz de luchar contra el cambio climático y promover una cultura de ahorro y eficiencia.
Notas
[1] REE, 27/3/2013, http://www.ree.es/sala_prensa/web/n…
[2] REE, 21/12/2012, “El sistema eléctrico español. Avance del informe 2012”