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La intención de las autoridades es contar para 2015 con el 90% de energías renovables, al conjuntar la hidráulica con la eólica, la energía solar y la biomasa.
De esta manera, se espera que para ese año, el 45% de la energía sea hidráulica, el 30% de la generación sea a través de la eólica y el 15% de biomasa.
La apuesta hacia la energía eólica es grande. La inversión total de privados en los 20 proyectos de generación de energía eólica autorizados por UTE será de US$ 2.000 millones y supera la inicial prevista de US$ 1.200 millones.
En una disertación pública realizada el año pasado, el director nacional de Energía, Ramón Méndez había dicho que la previsión del gobierno era que Uruguay se transformara en el primer país del mundo en superar el 50% de energías renovables dentro de su matriz energética.
La inversión asociada a proyectos recomendados por la Comisión de Apoyo de la Ley de Inversiones (Comap) para recibir beneficios tributarios fue por US$ 460,2 millones en los primeros dos meses del año.
Y los tres principales proyectos estuvieron vinculados a iniciativas energéticas. La Comap recomendó al Poder Ejecutivo la aprobación de emprendimientos de este tipo por US$ 313,9 millones, que representó un 68% del total de los proyectos recomendados.
El primer proyecto fue por US$ 110,1 millones para la generación de energía eléctrica; el segundo -por US$ 105,5 millones- fue para la producción, transmisión y distribución de energía, mientras que el tercer proyecto aprobado fue para la venta, instalación y producción de una empresa eólica con una inversión de US$ 85,8 millones.
La recomendación de la Comap para nuevos emprendimientos energéticos se enmarca dentro de uno de los objetivos del gobierno: la diversificación y el cambio de la matriz energética para los próximos años.
El jerarca recordó que el país llevaba más de US$ 6.000 millones comprometidos directamente en infraestructura energética, lo que significaba el 15% del Producto Interno Bruto (PIB) de Uruguay en un año.
A su vez, el ministro de Industria, Roberto Kreimerman señaló que el país nunca invirtió tanto para el cambio de su matriz energética.
Kreimerman también expresó el año pasado que las telecomunicaciones y la energía son esenciales en el proceso de producción, y actualmente, las cadenas de producción son las que hacen sustentable al país.
Varios de estos parques eólicos ya están en su etapa de instalación y se espera que algunos ya estén operativos durante este año, ya que la mayoría se encuentran en distintas etapas de ejecución.
Ya en este año, el gobierno dio otro paso hacia la diversificación energética con la inauguración de una planta de generación de energía solar fotovoltaica en Salto.
La planta es propiedad de la Dirección Nacional de Energía (DNE) y UTE se ocupará de la operación y mantenimiento de la fábrica por un período de 10 años, bajo la modalidad de arrendamiento.
Está previsto que en ella trabajen 15 funcionarios que fueron capacitados en energía solar fotovoltaica y está conectada a la red eléctrica nacional. Esta planta generará 481,6 kilovatios pico (KWP) a través de los 2.240 paneles solares que la componen.
Dentro del plan energético estratégico de la administración se encuentra la construcción de una central de ciclo combinado ubicada en la localidad de Punta del Tigre, en San José, que tendrá una inversión de US$ 530 millones. Su construcción demandará un plazo de tres años.
El desafío logístico de instalar parques eólicos
Pese a la queja de los generadores privados de energía, el gobierno no piensa en modificar la fecha tope hasta la que paga por encima del contrato a los parques eólicos que se establezcan. Los empresarios aducían que problemas logísticos ajenos a ellos, les impedían instalar los parques a tiempo como para recibir el precio diferencial.
«Cuando uno va a entrar 500 aerogeneradores del tamaño del Palacio Salvo es un gran desafío logístico, pero hace dos años que venimos trabajando en el tema, puentes, proveedores, caminos carreteras, aduana, etc, para poder prevenir posibles retrasos», afirmó.
Según Méndez, los primeros aerogeneradores «ya salieron como por un tubo sin ningún tipo de dificultades, y ya están en Tacuarembó que es donde se van a instalar».
Por eso «no evaluamos para nada modificar esa fecha» hasta la que se paga un precio mayor si el parque está en funcionamiento, aseguró.
«El precio de la energía que surgió de las licitaciones fue de US$ 63 por megavatio, para los 20 años de contrato. Este precio no varía, salvo por el caso de toda energía entregada antes del 31 de diciembre del 2014, la cual se paga US$ 110 por megavatio. Eso es para incentivar la entrada temprana de esas inversiones», recordó.
«Entre lo que se invirtió y se invertirá llegaremos a los US$ 7.000 millones en transformación energética. Esto representa el doble de lo que sería la inversión de Aratirí y tres veces la planta de Botnia. En ellos se incluyen US$ 1.800 millones en los 500 molinos, los entre US$ 300 millones y US$ 400 millones en plantas de biomasa, y sobre todo los US$ 2.000 millones en prospección en busca de gas y petróleo», dijo Méndez.