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El departamento será el primero de la provincia en contar con sistema eólico de baja potencia que dará energía eléctrica a los habitantes de La Jaula.
El proyecto eólico ya está en marcha y ayer se firmó el contrato de trabajo que articulará a la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), el Ministerio de Infraestructura y Energía, el consulado de Alemania, el municipio de San Carlos y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
El departamento San Carlos será el primero en Mendoza en abastecerse con energía eólica. El proyecto se iniciará en la localidad de La Jaula, tras un convenio entre el Gobierno, la Universidad Nacional de Cuyo y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
Esta mañana el ministro de Infraestructura y Energía, Rolando Baldasso, encabezó la firma de convenio que dará inicio al proyecto de instalación del Sistema Eólico de Baja Potencia para proveer de energía eléctrica a los habitantes de la localidad sancarlina.
El encuentro contó con la presencia del intendente de San Carlos, Jorge Difonso, el rector de la Universidad de Nacional de Cuyo, Arturo Somoza, y el director del INTI, Juan Carlos Najul.
Así, La Jaula se convertirá en la primera localidad de montaña de la provincia que cuente con un sistema híbrido, ya que se complementará el equipo electrógeno que poseen con cuatro torres para generación eólica.
El centro neurálgico del proyecto será la escuela Albergue 8-593 (Yapeyú), donde concurren cerca de 30 chicos. La institución abastece a los puesteros cercanos, que habitan en unas 10 casas, algunos de los cuales también poseen paneles solares instalados por la Dirección de Energía el año pasado.
El INTI instalará una estación meteorológica en la zona y comprará equipos de medición que aportarán mayor certeza al proyecto. Estos datos permitirán identificar zonas aisladas de la provincia con potencialidad eólica, en donde se pueda replicar este tipo de propuestas.
Todas estas instituciones aportarán fondos y recursos humanos para el proyecto que será pionero en su composición. «El tema de la articulación entre tantos organismos es algo raro de ver pero, en la realidad, es muy bueno, ya que permitirá que de esto se desprendan otras cosas para trabajar a posteriori», calificó Alejandro Burlot, director de Energía de la Provincia.
Con viento a favor
La escuela Yapeyú alberga a casi 30 chicos y se encuentra en la localidad de La Jaula, en San Carlos, junto al río Diamante. Esta zona está a unos 100 kilómetros de Pareditas (el centro poblado más próximo) y a 120 kilómetros del departamento de San Rafael. La institución escolar, además, funciona como un centro neurálgico para las actividades de los puesteros que viven en la zona.
Actualmente, la forma en que obtienen energía es a través de paneles solares y de generadores alimentados por motores diesel. Leonardo Martínez, de Defensa Civil, explicó la situación: «Adentro de la escuela tienen todas las comodidades pero el problema es que los paneles son muy viejos y no cargan lo suficiente. Este tipo de energía es muy básica y la usan para prender los focos, pero no pueden enchufar ningún electrodoméstico. Por eso dependen de un motor diesel para la noche o alguna actividad especial»
La idea, según reseñó Burlot, comenzó con un pedido de ayuda por parte del municipio de San Carlos que manifestó las dificultades energéticas de la zona. «Cuando comienzan los fríos ya no pueden subir los camiones con combustibles y eso hace que el equipo no esté encendido las suficientes horas. Por esto, en ocasiones tienen que desalbergar a los chicos. Pensamos en hacer un ensayo en materia eólica como una alternativa que mejor se adapta para la generación aislada, y no depender del sistema fotovoltaico», explicó el funcionario.
«Desarrollar este tipo de energía permitirá también desarrollar la agricultura en el lugar, ya que los puesteros viven solamente de la cría de chivos. Por otro lado, esta gente tiene todo tipo problemas relacionados con el clima y sin una energía consistente se complica hasta la misma la conservación de los alimentos. Solucionar el acceso de energía permite mejorar su condición de vida», valoró el ingeniero Daniel Pizzi, quién preside la Secretaría de Desarrollo Institucional UNCuyo (SDI).
Prueba piloto
El proyecto comenzará a tomar forma a partir de abril y la idea es que esté funcionando en el mismo mes del año que viene. «La firma del acuerdo entre las distintas instituciones está lista y los fondos ya están afectados. A partir de esto comenzamos en las primeras semanas del mes que viene con los equipos de mediciones y vamos a dejar lo más avanzado posible el trabajo ya que se viene el invierno y las nevadas hacen imposible el trabajo. Una vez que vuelva el calor, terminaremos la obra», detalló el director de Energía.
El proyecto consistirá en la colocación de 4 torres de aerogeneradores (molinos). «Lo que queremos saber son los puntos exactos dónde se van a colocar y evaluar la potencialidad del sector para instalar más cantidad y seguir extendiendo este tipo de energías alternativas», consideró Burlot.
Y destacó: «Lo interesante de esto es que en lugar de pensar en mega inversiones para llevar un tendido eléctrico a estos lugares, estamos generando un tipo de energía limpia que además nos permite comenzar a investigar en estas áreas». También detalló que la obra costará 800 mil pesos y las inversiones son en conjunto con el instituto Wuppertal para el clima, medioambiente y energía de Alemania».
Prueba piloto
Además de los beneficios inmediatos que tendrá la obra, desde Infraestructura y la Universidad valoran lo que se desprenderá de este proyecto: «Lo importante es la replicabilidad que esto tendrá. Si todo funciona como lo calculamos, podemos ir aplicando la misma solución para la zona de montaña y zonas del sur provincial, que están totalmente aisladas, y avanzar con la industria de los aerogeneradores, que son de fabricación nacional», señaló el funcionario provincial.
«Tenemos muy poco desarrollo en aerogeneradores y poca información preliminar sobre el factor clave en todo esto: el viento. Sabemos poco en la provincia sobre sus frecuencias y velocidades, por lo que esta obra no sólo permitirá reemplazar una energía fósil por una limpia, sino que la prueba piloto nos permitirá investigar y pensar seriamente en desarrollar este tipo de energía en otros lugares» , resaltó Pizzi,y agregó: «Otro de los beneficios claves que se desprende de este proyecto piloto es la capacitación del recurso humano en esta materia».