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«El recurso eólico que tenemos en nuestra provincia es interesante», afirmó Sanz. La presencia del parque eólico de la Cosega y el proyecto de energía eólica «La Banderita» son prueba de ello, analizó.
«La información que nos han dado los técnicos especializados en eólica es que nuestros vientos son muy interesantes». Por un lado, la velocidad útil está en torno a los 8,1 metros por segundo y por el otro, son corrientes no turbulentas, un hecho que incrementa la vida útil de los equipos. «Los aerogeneradores que están sobre la costa se deterioran más rápido porque esos vientos son muy turbulentos», explicó Sanz.
Con la energía eólica, el elemento clave es el valor que se le reconoce al generador por cada megavatio producido. Hasta hace poco, ese valor era bajo y no dejaba margen de rentabilidad. Por ello, una parte importante de aquellos proyectos energéticos quedaron a medio camino. o, peor aún, están casi abandonados.
Para revertir ese panorama el gobierno nacional lanzó otro programa para fomentar la inversión en este terreno. Este programa reconoce un valor de 120 dólares por cada megavatio generado, un monto que torna más interesente este mercado.
El proyecto no es retroactivo ya que apunta a nuevas inversiones, no a las ya existentes. Parques eólicos como el de General Acha no estarán alcanzados por esta tentadora opción. «A la gente de General Acha sólo le reconocemos el precio de compra, que es de 120 pesos, no dólares. Es una pena, porque con ese número no es rentable», admitió Sanz.
Un tirón de orejas.
El administrador Sanz contó que tras la publicación del artículo del domingo 24 de febrero, el ministro de la Producción, Abelardo Ferrán, se comunicó con él y le hizo notar un error conceptual en el detalle de la energía producida en nuestra provincia. «Nos retó porque no habíamos puesto a Casa de Piedra, que también es pampeana», relató Sanz. El informe de la APE sólo contabilizó como energía producida en La Pampa a la generada por la central hidroeléctrica Los Divisaderos y la aportó la granja eólica de la Cosega, en General Acha. «La energía de Casa de Piedra no pasa por nuestras manos pero es cierto que es energía producida por un recurso natural que también nos pertenece, el río Colorado».
Este río pertenece a cinco provincias -Mendoza, Neuquén, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires- aunque su gestión y el manejo de sus aguas incluye al gobierno nacional a través del Ministerio del Interior.
Esta co-propiedad del recurso significa que una quinta parte de lo producido por las dos turbinas de Casa de Piedra debe computarse a favor de La Pampa. Con este aporte, aquel 0,6 por ciento seguramente superará con holgura el 1 por ciento. «El ministro me hizo notar el error y nos dijo que deberíamos haber incluido en nuestro informe a la energía de Casa de Piedra», reiteró Sanz.
Consumo de hogares.
En un informe que difundió a través de la Dirección de Prensa de Casa de Gobierno, la APE brindó un detalle sobre cómo se distribuyó el consumo de energía durante 2012 según las categorías usuarios. Los mayores consumidores de energía fueron los hogares pampeanos, es decir la categoría Residencial, con un 42,96 por ciento del total. En segundo lugares se ubicaron Grandes Usuarios, con un 19,11 por ciento y en el tercer escalafón, los comercios pampeanos, que sumaron el 18,44 por ciento del total de la demanda eléctrica.
«Zamora fue un visionario».
En el contexto de la entrevista, el administrador Carlos Sanz tuvo un elogioso concepto hacia el ingeniero Roberto Zamora, el ex intendente de General Acha fallecido el año pasado tras un accidente de tránsito en la ruta nacional 35. «Fue un visionario», sostuvo el titular de la APE valorando el esfuerzo que hizo para instalar los dos aerogenerador que conforman el parque eólico de General Acha.
Es saludable este cambio de opinión de la conducción de APE respecto a la energía eólica, una postura en las antípodas de la que una década atrás, o quizá un poco más, primaba en esa repartición. Era la época en que el organismo estaba a cargo de Jorge Belenda, un funcionario que retaceó el apoyo a esta línea de trabajo.
En esos años -fines de los ’90 y primeros años del nuevo siglo- la energía eólica hizo eclosión en nuestro país y en pocos años florecieron los parques eólicos en gran parte de la geografía nacional. En La Pampa el apoyo fue mínimo, casi simbólico. Si hoy existen «Huracán» y «El Pampero» fue por el empuje que «El vasco» Zamora y su equipo de trabajo en la Cosega le pusieron a este proyecto energético. Los achenses nunca bajaron los brazos para enfrentar los obstáculos propios de un emprendimiento de este tipo ni los que surgieron a partir del desinterés oficial. Contra viento y marea lograron adquirir los molinos, instalarlos y ponerlos en marcha, tal como están hoy.
Si por la APE de los ’90 hubiera sido, hoy no habría ni un solo aerogenerador en La Pampa porque «los vientos de nuestra provincia no sirven para generar energía eólica», como dijera el propio Belenda a un periodista de este diario, afirmación basada sólo en una apreciación personal.
Por suerte, Zamora y otros testarudos no se dejaron desalentar por la apatía oficial. Por el contrario, tuvieron el empuje que, como dijera Sanz, caracteriza a los «visionarios».
«Tenemos que generar nuestras propias fuentes de energía», sostuvo el administrador de la APE. La idea es apoyar todo proyecto privado para instalar una nueva usina eléctrica en la provincia.
En el marco de una política para promover la generación eléctrica dentro de la provincia, el gobierno pampeano tiene en marcha un proyecto para instalar pequeñas centrales energéticas a partir biomasa aportada por los bosques quemados y los residuos de las cosechas. El primer paso fue encargar un estudio al Ministerio de la Producción para determinar el volumen de biomasa que tiene la provincia. La energía eólica y la térmica también están en la mira del gobierno.
En una provincia que no tiene ríos con capacidad para generar energía -excepto el Colorado, cuyo manejo se hace a otro nivel-, las únicas posibilidades de desarrollar fuentes propias de generación son las energías alternativas. Así lo afirmó el administrador general de la Administración Provincial de Energía, Carlos Sanz, quien reveló a LA ARENA que ese organismo está preparando un proyecto de Ley Provincial de Energías Alternativas para adherir a la ley nacional e impulsar estas posibilidades.
«Acá podemos pensar en la energía eólica, la energía solar y la energía de biomasa», señaló Sanz en una entrevista en la que habló de esta nueva línea de trabajo. «Con la biomasa tenemos posibilidades interesantes», sostuvo. Las alternativas son dos: utilizar los bosques de caldén quemados por incendios rurales, y aprovechar la enorme cantidad de desechos que quedan en los campos luego de cada cosecha.
El proyecto está en marcha. En este momento el Ministerio de la Producción está elaborando un informe sobre el volumen de biomasa que produce la provincia cada año. «El estudio lo está haciendo la Subsecretaría de Asuntos Agrarios. Ellos van a decirnos de cuánta biomasa disponemos y con ese dato podremos determinar qué posibilidades tenemos de aprovechar este recurso», precisó Sanz.
El gobierno nacional dispone de un programa que promueve el aprovechamiento de este recurso. Se llama «Biomasa» y está por hacer su debut en la provincia de Corrientes. Allí se va a licitar la construcción de varias centrales de baja potencia que funcionarán con el residuo de los aserraderos y la chala de los cultivos de esa región.
Colgados.
«Hasta ahora, la política energética (pampeana) ha sido colgarnos de las redes nacionales», analizó Sanz. Esa política explica la muy baja relación que tuvo la provincia en 2012 entre energía consumida y energía generada. Fue del 0,6 por ciento, un valor que, como reconoció el administrador, «es muy bajo, casi insignificante».
Por ello, la nueva política es apostar a fuentes propias como es el caso de la energía eólica, la solar, la biomasa y -tema que dio lugar a la entrevista- la intención de la empresa Pampetrol de instalar una turbina de 10 megavatios en el oeste pampeano para aprovechar el gas del yacimiento que descubrió en el área Gobernador Ayala V.