REVE
Como en todo negocio, industria y actividad económica existen vientos favorables y contrarios, la generación eólica en Panamá no escapa a estas coyunturas.
Seis licencias definitivas para generación eólica en Panamá, registra la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP) y otras 15 licencias están en trámite.
De la empresa Unión Eólica Panameña (UEP), cuatro proyectos se encuentran en diseño final por un total de 336,8 megavatios (MW). Entre tanto, los dos restantes proyectos que desarrolla Fersa Panamá S.A., con unos 330 MW, tienen pendientes aprobación de adenda, revela la ASEP (Ver cuadro: Proyectos eólicos).
Actualmente, UEP desarrolla el Parque Eólico Penonomé, que será el primero en el país y el más grande de Centroamérica.
Los trabajos iniciaron en julio del año pasado y progresan según el cronograma entregado a las autoridades, dijo a Capital Financiero su director general, Rafael Pérez?Pire.
Además, «el parque incluye la construcción de una subestación llamada El Coco, que avanza también según lo estipulado. Para el último cuatrimestre del año se habrá realizado el montaje y cableado de los dos transformadores de 140MVA y se procederá a realizar las pruebas junto a la Empresa de Transmisión Eléctrica S.A. (Etesa) y el Centro Nacional de Despacho (CND)», indicó Pérez?Pire.
Adelantó el director general de UEP que los primeros aerogeneradores comenzarán la producción de energía a finales del presente año, cerca de la época de verano, cuando hace más viento, permitiendo el ahorro de agua durante la estación más seca, y reduciendo la dependencia en combustibles fósiles, demostrando que la energía eólica es un complemento importante para la matriz energética del país.
Pérez?Pire destacó que el Parque Eólico Penonomé será una fuente de empleo, especialmente para la comunidad de Coclé, tanto en la etapa de construcción como la de operación. Además, desarrollan importantes proyectos sociales para la comunidad de Penonomé y áreas aledañas al proyecto.
EUP es una filial de Unión Eólica Española (UEE), empresa que traslada a Panamá su modelo de negocio y experiencia en más de 300 MW instalado en parques eólicos, plantas solares y otras energías renovables.
Llegó a Panamá hace cinco años para realizar los estudios y pruebas correspondientes y «hemos encontrado muchos lugares con buen viento, pero poco accesibles para las maquinarias o muy lejos de la red eléctrica; de igual forma, en otros puntos del país hay tanto viento, que no puede instalarse un parque eólico», comentó Pérez?Pire.
El proyecto en los Llanos de la provincia de Coclé está situado en una zona modificada por el hombre, en terrenos agrícolas y ganaderos, en los que el impacto es prácticamente nulo, y compatible con las actividades que realizan los moradores del área, sustentó el director general.
Agregó que la «experiencia en Panamá ha sido muy satisfactoria. Hemos aprendido mucho y bien a trabajar de la mano de expertos panameños en el sector eléctrico, que nos han ayudado a entender las reglas y el funcionamiento del sistema eléctrico y cómo adaptar esta nueva tecnología en Panamá a los requerimientos vigentes en el país».
La matriz energética de Panamá con más del 60% de fuentes hídricas y el restante térmico, requiere de una mayor diversificación para atender las necesidades de energía eléctrica que demanda el crecimiento económico del país.
Actualmente, se construyen una serie de mini hidroeléctricas en el país, las cuales enfrentan la oposición de grupos ambientalistas y de las comunidades indígenas. Pero es vital que el país logre diversificar su matriz energética con fuentes renovables como las hídricas y la eólica, expresó el director de proyectos renovables de Generadora del Istmo S.A. (Genisa), Julio Lasso.
La empresa construye una hidroeléctrica en Barro Blanco, Tolé, provincia de Chiriquí con una inversión estimada en $120 millones.
Con la promulgación de la Ley 44 de abril de 2011, el país busca impulsar el desarrollo de los proyectos eólicos y estableció el marco regulatorio para que Etesa convocará la licitación para comprar energía eólica en noviembre del 2011 por quince años, entre 2014 y 2028. La misma fue otorgada a UEP.
«El único criterio de adjudicación de dicha licitación fue el precio de la energía y UEP ofertó un 17% más barata la energía que la segunda empresa en el orden de evaluación de la licitación», expresó Pérez?Pire.
En el pasado, todos los promotores con proyectos eólicos reales solicitaron al Estado la necesidad de poder contar con contratos de ventas de energía a largo plazo para poder financiarlos bajo la modalidad de financiamiento de proyecto (project finance), lo habitual en el sector a nivel global.
De estas conversaciones nace la Ley 44 de abril de 2011 que permite licitar energía para una tecnología en exclusiva, adjudicando contratos de venta de energía de hasta 15 años tipo PPA (Power Purchase Agreement).
Lo cual se materializó el 8 de noviembre de 2011 al darse el acto de concurrencia Etesa LPI 05?11 en el que participaron cuatro empresas y donde UEP se adjudicó la producción de energía a un precio de $0,10 kwh (kilovatios/hora).
Las empresas que participaron en la licitación de noviembre de 2011 contra UEP ?Fersa Panamá, Hellium Energy Panamá e Inno Vent Central America S.A.? cuestionaron en su momento la adjudicación.
El tema ha regresado a la mesa de discusión con la presentación del proyecto de Ley 504 que debate la Asamblea Nacional de Diputados para aumentar el porcentaje de energía sobre la demanda que puede licitarse en actos de concurrencia exclusivos para centrales eólica en el sistema y conseguir así más energía barata en verano en beneficio del país.
La Ley 44 de 25 de abril de 2011 fijó en 5% del consumo nacional la energía total a contratar por Etesa.
Por su parte, los representantes de Fersa Panamá han indicado que UEP no debe participar en las nuevas adjudicaciones por haberse ganado la primera.
José Hilario Gómez, jgomez@capital.com.pa
