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Las energías renovables empiezan a despegar, aunque el país es el más retrasado de todo el mundo en el desarrollo de la eólica y la energía solar.
La energía solar, eólica, geotérmica, biomasa y las mareas despliegan en Rusia todo su potencial energético. En algunas de las regiones se están llevando a cabo una serie de proyectos piloto para el desarrollo de las energías renovables. El potencial de crecimiento atrae tanto a empresas rusas como extranjeras.
El grupo RusHydro mediante su filial, la empresa ‘RAO Sistemas energéticos de oriente’, está llevando a cabo en Kamchatka un proyecto piloto para la creación de un bloque binario en la central geotérmica de ‘Pauzhetski’, con una potencia de 2,5 MW.
La producción media anual del bloque es de 17,5 millones de kW. Este proyecto, único en Rusia, supone la creación de tecnología para la producción de energía eléctrica en instalaciones geotérmicas con un ciclo binario.
«Si se consigue desarrollar esta tecnología podremos utilizar nuestras centrales geotérmicas en lugares a bajas temperaturas», indicó el director del departamento de energías renovables de RusHydro, Dmitri Smolin.
La empresa también explota la central de energía mareomotriz de ‘Kislogubski’ (1,7 MW) en la región de Múrmansk. En un futuro próximo RusHydro construirá las centrales mareomotrices de Sévernaya, con una potencia instalada de 12 MW, y de Mezenskaya de 4 GW.
Al mismo tiempo, la empresa también está llevando a cabo proyectos en el ámbito de la energía solar y la eólica en zonas aisladas del Extremo Oriente ruso. El vicedirector general de estrategias e inversiones de la compañía, Alexéi Kaplun, ha explicado las claves de estos proyectos.
“En 2013 la empresa planea construir tres centrales de energía solar en la República de Saja: en la aldea Kudu-Kiuel y en los poblados de Dulgalaj y Bikov. La potencia instalada conjunta de estas centrales asciende a 80 kW”.
El año que viene también se comenzará la explotación de dos parques eólicos en el poblado de Ust-Kamchatsk y Nikólskoe, en la región de Kamchatka.
La potencia conjunta de estas centrales será de 825 kW. Actualmente la potencia instalada conjunta de las instalaciones eólicas en funcionamiento de la compañía es de 300 kW, de los cuales 40 kW se añadieron en 2012.
Los planes del holding incluyen la construcción de más de 14.575 kW de potencia instalada de generación eólica en la región de Kamchatka y 825 kW en la región de Sajalín para 2016.
Por su parte, el programa de construcción de centrales solares en Yakutia prevé la puesta en funcionamiento de 3590 kW de potencia instalada para el año 2020.
«Las zonas de suministro energético descentralizado de Extremo Oriente de Rusia tienen un enorme potencial para la introducción de la energía eólica», recalcó Alexéi Kaplun.
Fuentes de energías renovables rentables y más limpias
«Hoy en día el suministro de energía de poblaciones lejanas se obtiene mediante centrales diesel. El suministro de combustible puede tardar varios años en llegar, lo que encarece enormemente su precio», explica Kaplun.
La instalación en estos lugares de generadores solares o eólicos provocará una reducción de los costes en combustible. Además de ecológica, la puesta en marcha de estos proyectos es eficiente económicamente y permitirá un descenso de la tarifa.
Pero no solo Rusia apuesta por el desarrollo de la energía renovable en el país. Patrick Williams, director del programa International Finance Corporation (IFC) para el desarrollo de las fuentes de energías renovables en Rusia declara el interés de la Unión Europea.
Bélgica, Holanda y Luxemburgo no disponen de un potencial suficiente como para poner en marcha proyectos de energías renovables eficientes económicamente.
Además, es posible que Suecia y Alemania, tras haberse comprometido a la retirada de las centrales nucleares, se encuentren con un déficit energético.
La misma IFC ha firmado un acuerdo con las regiones de Tomsk, Nizhni Nóvgorod y Belgorod, para realizar un estudio del potencial de los recursos de las energías renovables en estas regiones, definir las necesidades tecnológicas y ayudar en el desarrollo de una estructura legal a nivel regional.
No queda excluida la posibilidad de que IFC entre como inversor en la construcción de varias centrales.
En opinión del experto del programa de desarrollo de energías renovables de Rusia IFC, Antón Chernishev, en la región de Tomsk, hay posibilidades para desarrollar bioenergía utilizando los residuos agrícolas y la industria maderera.
Además de la biomasa de madera, los residuos orgánicos de las grandes empresas alimentaria ofrecen un gran potencial.
Incluso la energía geotérmica (procedente del calor subterráneo) es útil. En Tomsk ya se calienta una guardería gracias a esta fuente.
El vicepresidente del gobierno regional de la región de Bélgorod, Alexánder Levchenko, declaró que en su región hay más de diez grandes empresas de producción agropecuaria.
El año pasado el volumen de residuos orgánicos fue de casi ocho millones de toneladas, que se podrían reciclar.
Sin embargo, de ellas también se pueden obtener casi 250 millones de metros cúbicos de biogás. «Teniendo en cuenta que el desarrollo de la agricultura es una de las prioridades de la región, es posible prever que el volumen de los residuos crecerá”, argumenta.
De mantenerse el ritmo de desarrollo de las energías renovables Rusia podrá colocarse en una posición de liderazgo entre los países con economía verde, crear una considerable cantidad de nuevos puestos de trabajo, reducir las emisiones de CO2 y conservar las reservas de hidrocarburos para las futuras generaciones.