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En un nuevo informe publicado hoy, WWF recuerda que si la Unión Europea pretende reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 80-95% para 2050, debe actuar ahora.
La clave es priorizar el ahorro energético y las energías renovables, por encima de los peligrosos combustibles fósiles y de la energía nuclear. Si no logra nuevos compromisos, la UE sólo conseguirá una reducción de las emisiones del 40% para 2050.
El informe de WWF «Cómo reducir adecuadamente las emisiones derivadas de la energía», basado en el análisis de CE Delft, evalúa los cinco escenarios de descarbonización presentados en la Hoja de ruta de la energía para 2050 de la Comisión Europea. WWF demuestra que esta Hoja de Ruta sólo tiene en cuenta un rango relativamente estrecho de opciones de descarbonización, con niveles de energía renovable similares a los de 2030.
Según Jason Anderson, Responsable de Clima y Energía de la Oficina de Política Europea de WWF: «Las energías renovables representan soluciones demostradas. Por el contrario, confiar en la descarbonización de la UE a través de la costosa nuclear, o con la dudosa y poco probada captura y almacenamiento de carbono (CAC), está condenada al fracaso. Si se tiene en cuenta la perspectiva a cuarenta años (2050), queda claro que, mientras que el gas desempeñe un papel importante durante la primera fase, su uso debe disminuir fuertemente con el tiempo, si queremos cumplir con los objetivos climáticos».
Este informe de WWF también demuestra que la Unión Europea podría obtener mayores beneficios de opciones más ambiciosas, como la reducción del 95% de las emisiones, combinando una elevada generación con fuentes renovables, así como con importantes ahorros de energía.
El informe identifica cuatro lecciones clave para lograr una mayor reducción de las emisiones y, con ello, disminuir la amenaza del cambio climático:
- El ahorro de energía es el factor clave para la descarbonización del sistema energético.
- Ahora es el momento de aumentar la generación de electricidad con energías renovables.
- Las nuevas infraestructuras eléctricas no deben ir marcha atrás, ni sufrir un retroceso.
- Conseguir el objetivo del 95% de reducciones de emisiones, supone desde el principio un agente dinamizador del cambio.
Jason Anderson concluyó: «La escalada de costes económicos, sociales y ambientales de nuestro sistema energético actual, junto con la amenaza del cambio climático, hace que las energías renovables no tengan que seguir justificando su existencia, sino que sean las convencionales las que deberían justificar su continuidad”.
Raquel García Monzón, técnico de energía de WWF España, añade: «Los objetivos a 2030 para los EU27 que WWF pide en su nuevo informe tienen por finalidad lograr la reducción de las emisiones del 95% para 2050. Son más ambiciosos que la Hoja de Ruta de la Energía de la UE, pero son la única solución posible para atajar las amenazas del cambio climático. De esta forma se logrará conseguir mantener a Europa por debajo de la senda del 1,5ºC de temperatura, necesaria para no superar el límite del Planeta y evitar que los efectos del cambio climático sean irreversibles”.
Sólo se pueden evitar los riesgos inaceptables del cambio climático si los países desarrollados reducen sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% para 2020 y en un 95% en 2050. Lograr esto mejorará la probabilidad de que la temperatura global no aumente más de 2°C y se mantenga la meta de WWF de que sólo suba un 1,5 ° C como máximo.
El objetivo de WWF de un mundo que funcione con energías 100% renovables para mediados de este siglo se puede lograr. Aunque este esfuerzo transformador exige importantes inversiones, su desarrollo ahorraría al mundo cerca de 4 billones de € al año para 2050, a través de la eficiencia energética y la reducción de los costes de los combustibles fósiles, en lugar de seguir apostando por el modelo de business as usual (BAU), escenario en el que no se toman medidas respecto a la trayectoria actual.