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Impsa Wind es la unidad de negocios más joven de los 105 años de vida de Impsa. Empezó a operar en 2003 y hoy tiene a Brasil como principal mercado eóico, seguido por Argentina, donde el Parque Eólico Arauco (La Rioja), un complejo de 25 megavatios que se prevé duplicar, es la principal concreción. En total, lleva desarrollados 30 parques eólicos en distintas partes del mundo.
En julio, Wind concretó la exportación de los primeros 6 de 12 aerogeneradores del Parque Eólico La Guajira, en Venezuela, un proyecto de 200 millones de dólares y 75,6 MW de potencia instalada.
Aunque desde 2008 en Brasil está la apuesta más importante. Pernambuco es la región donde instaló su fábrica de turbinas eólicas en 2008 con un apoyo financiero del Estado brasileño y Ceará es su emprendimiento más importante hasta el momento, al que le seguirán Bahía y Río Grande do Norte. A la de Mendoza y Pernambuco, se suma una tercera fábrica en Malaisia.
En Sudáfrica sería su primer proyecto eólico en aquel país, cuyos contratos energéticos maneja un monopolio estatal. Están interesados en el modelo Unipower de la firma. La multinacional mendocina se prepara para la licitación.
Tal como ya lo hizo hace cuatro años en Brasil, ahora Industrias Metalúrgicas Pescarmona SA busca entrar en Sudáfrica con la instalación de una fábrica de aerogeneradores. Y con esa meta por delante, se prepara para jugar en una licitación en Ciudad del Cabo que, además de depararle su primer parque eólico en tierras sudafricanas, puede significar la puerta de acceso para ese tipo de proyectos eólico en África.
La visita de autoridades de Ciudad del Cabo en los días previos al choque rugbístico Pumas-Springboks le dio nuevo impulso al ingreso de Impsa, en virtud de que, además de la vitivinicultura, una prioridad para Sudáfrica país son las energías renovables.
«Hay avances» se limitó a decir durante su paso por Mendoza Nils Flaaten, CEO de Wesgro, la oficina de Promoción y Atracción de Inversiones de Western Cape, que ya había tenido una primera reunión en 2011 con el mismo Pescarmona para hablar de la demanda que la compañía mendocina puede ser capaz de satisfacer. Algo que desde el entorno del embajador Tony Leon también confirmaron.
Según explicó Florencia Achcar, encargada de negocios de la Embajada «está previsto, dentro del acuerdo de hermanamiento entre Mendoza y Western Cape, promover inversiones de empresas de la provincia. Pero al margen de ése acuerdo, existen áreas específicas que al Gobierno le interesa desarrollar y en donde algunas son referentes y tienen injerencia como Impsa».
Con la certeza del interés mutuo, la multinacional argentina ya evalúa las condiciones de una próxima licitación que, como otras, en la tierra de Nelson Mandela son promovidas por un monopolio público. De hecho, convocatorias, análisis de ofertas, contratos y precios son manejados por la empresa estatal Eskom, creada en 1923, que controla el 95% de la generación del país .
Impsa Wind es la unidad de negocios más joven de Impsa. Actualmente, Malawi es el único punto de la geografía africana con presencia de Impsa, que ahora va por más.
«Existe un interés concreto de la compañía en ingresar al mercado de Sudáfrica, pero hay tiempo por delante para elaborar una presentación ya que la licitación no es en el corto plazo», señaló por su parte el gerente de Comunicaciones Corporativas de Impsa, Santiago Miles.
Parte de los contactos previos incluyó algunas reuniones mantenidas por el mismo Pescarmona en Ciudad del Cabo y en Argentina con el embajador León. Tras recabar información relativa al potencial de Sudáfrica para la ejecución de proyectos eólicos, Impsa blanqueó su intención de establecer una fábrica de aerogeneradores, un propósito que, de acuerdo a Miles, «conlleva un proceso de al menos dos años».
Las autoridades de Sudáfrica conocen el know how del holding y su capacidad para desarrollar nuevas tecnologías. En el caso particular de la energía eólica, miran con atención a Unipower, un diseño propio de la firma, y ven útil la experiencia de la empresa como proveedora de «soluciones integrales» para empezar a revertir la actual matriz que depende en un 85% del carbón, 5,8% del gas y 4,4% de una pequeña central nuclear de Western Cape, un esquema que el país, cuya electricidad ahora es más cara que la de Canadá, quiere revertir con un plan estratégico lanzado en 2010 y hasta el 2020: «Nuestra capacidad total es de 42.000 megavatios, de las cuales 1.000 son turbinas de gas a diesel añadidas desde el 2008, muy costosas. El margen de reserva es de 15% y de funcionamiento 10%, resulta insuficiente», reconoció Thava Govender, director ejecutivo de generación de Eskom.