Baterías para el coche eléctrico

Un grupo de investigadores reveló una batería que puede pulverizarse -como si de pintura se tratase- sobre cualquier soporte, convirtiendo a éste en otro acumulador de electricidad. El invento podría revolucionar la concepción de las baterías de iones de litio (Li-Ion) que equipan las computadores portátiles, los teléfonos celulares y los coches eléctricos.

La idea clave de los investigadores fue utilizar versiones líquidas de los mismos componentes empleados en las baterías clásicas de ion de litio. Luego pulverizaron esos componentes, con capas superpuestas, sobre una placa de vidrio, una hoja de acero inoxidable, tejas de cerámica e incluso los bordes de una lata de cerveza. "Para resumir, con esta técnica, podemos convertir cualquier objeto o superficie en batería", cuenta Neelam Singh, estudiante de ingeniería en la Universidad de Rice en Texas (Estados Unidos), que dirigió el estudio publicado en la revista Nature Scientific Reports.

Las baterías Li-Ion son más ligeras, más potentes y tienen una capacidad de almacenamiento superior a la de la mayoría de las recargables. El prototipo ideado por el equipo está hecho a base de cinco capas superpuestas de componentes líquidos de una batería Li-Ion: dos captadores de corriente, dos electrodos y un separador de polímero.

"Primero convertimos los componentes de la batería en pintura. Luego pudimos emplearlos para pintar literalmente cualquier superficie, con una simple pistola de pintura", explica Neelam Singh. Baldosas transformadas en batería En un experimento, el equipo pulverizó su batería sobre nueve baldosas de un cuarto de baño, que luego conectaron entre ellas. Una de las baldosas estaba equipada de un captor solar, recargado gracias a la luz del laboratorio.

Una vez conectadas y cargadas, las baldosas "generaron suficiente energía para alimentar cuarenta LED (diodos emisores de luz) rojos durante más de seis horas", es decir 2,4 voltios, aseguran los investigadores. Al contrario que las baterías existentes, la versión pulverizable no necesita por definición ningún compartimento para albergarla, por lo que podría integrarse más fácilmente en los aparatos eléctricos.

También abre perspectivas hasta ahora inimaginables en el ámbito de la energía solar. "Las baldosas que transformamos en batería podrían utilizarse para cubrir la integralidad de las paredes de una casa. Tal pared, a su vez, podría estar llena de células solares para producir y almacenar la electricidad", explica Neelam Singh.

Las baterías pulverizables fueron sometidas a sesenta ciclos de carga y descarga, con "apenas una muy pequeña pérdida" de capacidad, asegura la estudiante de ingeniería. Los investigadores siguen trabajando para perfeccionar su invento, que ya está en el registro de patentes. El principal defecto para su comercialización a gran escala es que las baterías producen electrolitos líquidos tóxicos, inflamables y potencialmente corrosivos. Por ello deben aplicarse en un entorno carente de oxígeno y de humedad.

www.nature.com/srep/2012/120628/srep00481/full/srep00481.html