La energía que consume Roatán se genera a base de diésel, lo que resulta más caro porque el precio internacional de los combustibles influye en la tarifa energética. El kilovatio por hora se paga en la isla a 8.36 lempiras.
El precio de la energía en Islas de la Bahía varía porque depende de la cantidad de kilovatios consumida más el costo de los cargos. Por ejemplo, por 400 kwh en Roatán se pagan $151; en Utila $163 y en Guanaja $175.
Es así que surge un proyecto eólico para producir 3,9 megavatios, cuya inversión será de unos siete millones de dólares, anunció Richard Warren, vicepresidente de Reco (Compañía Eléctrica de Roatán).
La capacidad del proyecto eólico es para cuando los vientos soplan favorablemente, pero disminuirá según la fuerza del mismo.
Sus inversores esperan ahorrar un 25% en los costos de energía que se genere en este parque eólico y reducir también las emisiones de dióxido de carbono.
Otros proyectos energéticos
En el desarrollo de este proyecto, que durará un año, se generarán unos 60 empleos de forma directa y al iniciar operaciones serán 14 los puestos de trabajo de forma permanente.
Warren dijo que una vez instalado el parque eólico lo convertirán en una zona turística, beneficiando a las comunidades aledañas y generando empleos.
El ejecutivo agregó que hay planes en marcha para generar otros 10 megavatios de energía a base de vapor con petcoke -derivado del petróleo de bajo costo-, como otra solución ante los crecientes costos mundiales de los combustibles.
Mathew Harper, director técnico de Reco, manifestó que tienen en agenda otro proyecto de generación eléctrica usando desechos sólidos, cuya capacidad instalada será de cuatro megas.
La inversión proyectada será de $30 millones.
óscar álvarez, asesor de Reco, dijo que con dicho proyecto no solo se disminuirá el precio de la energía, sino que ayudará a limpiar la isla -donde se generan 65 toneladas de basura diarias-, porque los desechos sólidos se consumirían en un proceso de gasificación.
“Con estos proyectos podremos lanzar a Roatán, como la isla atractiva para invertir”, apuntó álvarez. Luis Rodríguez, director financiero de Reco, indicó que tienen 13,100 abonados en Roatán, de los cuales el 90% son clientes residenciales, y el otro 10% se distribuye entre hoteles, restaurantes, industria y Gobierno.
Añadió que trabajan en mantenimiento de las líneas de distribución de la isla para que no haya problemas de transmisión de energía.
La inversión se calcula en 20 millones de lempiras.
Los ejecutivos de Reco revelaron que desde hace cinco años que KWEI (Klyde Warren Energy Investment) administra el fluido eléctrico en Roatán, se han eliminado los constantes apagones en la isla y existe un 99% de confiabilidad en estabilidad del servicio. En 2007 cuando Reco entró a brindar este servicio en Roatán solo había cinco megavatios instalados; en la actualidad tienen una capacidad de 17 megas.
Sin subsidio
Estadísticas de Reco revelan que unos cuatro mil isleños facturan menos de los 150 kilovatios hora al mes, es decir, que pagan unos L800 por electricidad, contrario a tierra firme, adonde estos abonados de bajos recursos reciben cada mes un subsidio del Gobierno.
Hace unos de dos años, el Congreso Nacional, mediante el decreto 51-2010 estableció que los habitantes de Islas de la Bahía tenían derecho al subsidio e instruyó al Ministerio de Finanzas a que cancelara a los generadores eléctricos por dicho subsidio, pero a la fecha los abonados de este departamento insular no lo reciben.
Lentitud en permisos
Uno de los retrasos de la compañía eléctrica para comenzar con el proyecto eólico fue la emisión de permisos, porque los trámites duran más de un año.
“Aeronáutica Civil también ha puesto demasiadas trabas y el Instituto de Ciencias Forestales tuvo engavetado el expediente cerca de dos meses hasta que finalmente la semana anterior realizaron la inspección donde estará el proyecto”, resaltó Steven Guillén, consultor de Reco.
Guillén agregó que también se le presentó una propuesta a la Municipalidad de Roatán desde diciembre de 2011 y están a la espera de obtener una carta de intención para hacer los estudios del proyecto de generación eléctrica usando desechos sólidos .