La generación de electricidad en Panamá se realiza hasta ahora solo a través de los métodos tradicionales. El 49,33% lo representa la generación a través de las hidroeléctricas, el 33,83% los generadores térmicos (uso de búnker y diesel), 9,06% las centrales de carbón y el resto lo representan las empresas que se autoabastecen.
A pesar que la generación de energía hídrica es alta, el alto costo del petróleo sigue teniendo un fuerte impacto en la tarifa de los consumidores panameños. El sector más afectado es la industria manufacturera que debe competir con productos que se importan de países que tienen un menor costo de energía.
Pero, el panorama puede cambiar muy pronto en el país: una segunda alternativa de energía verde o renovable que por lo menos ayudaría a evitar que las tarifas sigan incrementándose por los altos precios de petróleo.
A la fecha, cinco proyectos eólicos privados han conseguido licencia para explotar por primera vez energía eólica en el país. Sería 564,8 megavatios que se sumarían entre este y el próximo año a la capacidad instalada de generación eléctrica que tiene Panamá a través de los métodos tradicionales de 2.145 megavatios.
En el mundo, la generación de energía eólica es de 260 mil megavatios, pero dentro de esta actividad este sector eólico tiene la tasa de más rápido crecimiento 31,7%, siendo China el líder.
La energía eólica es calificada como la mejor alternativa de energías renovables, ya que depende de los vientos, un recurso natural abundante, renovable, limpio y que ayuda a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero al desplazar a las termoeléctricas que dependen de los recursos fósiles. Pero, la energía eólica tiene sus desventaja, siendo la principal de ella su intermitencia.
En Panamá los cinco proyectos eólicos con licencia aprobada por la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP) están ubicados en la provincia de Coclé. El más avanzado es el proyecto eólico llamado "Toabré” de la empresa FERSA Panamá S.A., el cual ya está en fase de construcción entre las comunidades de Penonomé, Toabré y Tolú.
La capacidad de este proyecto será 225 megavatios, más grande hasta ahora aprobado con una inversión prometida de 300 millones de dólares.
La misma empresa FERSA Panamá S.A. tiene otro proyecto eólico de 200 millones de dólares llamado Antón el cual ya también entró en la etapa de construcción, pero está pendiente a una adenda, de acuerdo con información de la ASEP. Este proyecto generaría otros 105 megavatios y está ubicado en el distrito de Antón entre las comunidades de Juan Díaz, San Juan de Dios, Santa Rita y El Chirú.
En tanto, la empresa Unión Eólica Panameña S.A. tiene tres proyectos con licencia aprobada y en fase de diseño final bajo una inversión prometida de 400 millones de dólares en la provincia de Coclé. Se trata de los proyectos Nuevo Chagres de 168.8 megavatios; Marañón, 18 megavatios; Portobelo, de 48 megavatios, todos ubicados entre las comunidades de Juan Díaz y El Coco del distrito de Penonomé.
Luis González, administrador de proyectos de la empresa FERSA Panamá S.A., indicó que no tienen una fecha definitiva de entrada en el mercado, pero están en línea con lo que generalmente se tiene previsto de empezar la generación en octubre de 2013.
“La energía eólica en precio, típicamente está por debajo de los costos de la generación térmica”, señaló González, lo que es realmente positivo y contribuye a contener el crecimiento del precio, aunque no se puede decir que vaya a bajar el costo.
Además de los proyectos con licencia, en la ASEP se tramitan otras 17 propuestas: 7 de ellas para la provincia de Coclé; 5 en Veraguas; 2 en Panamá; 2 en Chiriquí y uno en Los Santos.
Antonio Clement, representante de la empresa Clement Energy Engineering Corp. que tramita la licencia para un proyecto eólico en Antón de 190 megavatios, indicó que las hidroeléctricas mantendrían la mayor producción de energía en los meses lluviosos, pero vaticinó que los parques eólicos serán el complemento para los meses de verano.
“Ya que no somos productores de petróleo, tenemos que enfocarnos en producir nuestra propia energía y lo conseguimos siendo autosuficientes enérgicamente, tanto en los meses de invierno como en el verano”, según Clement.
Según Clement “si logramos desarrollar un sistema eólico que complemente con lo hidroeléctrico entonces será mucho menor el recursos de petróleo que se necesitarán”.
“Panamá tiene buenos vientos y lluvias, por lo cual se debe producir un binomio energético que produzca una matriz importante de sustento eléctrico en el país y no depender tanto de las térmicas”, reiteró Clement.
Sin embargo, cuestionó el pago de la fianza en la ASEP para hacer la solicitud del proyecto, ya que para las eólicas es de 500 dólares por megavatios, mientras que para la hidroeléctricas se fijó el 100 dólares. En total, los proyectos eólicos en trámite en la ASEP generarían mil 528 megavatios de llegar a concretarse.