El estudio, publicado en la revista Nature Climate Change, confirma los resultados de otra investigación anterior de menor escala. El aumento de temperatura puede deberse, según los investigadores, al movimiento de las turbinas, que causarían el descenso de aire más cálido hacia el suelo. Sin embargo, los parques eólicos en otros puntos del planeta podrían no tener el mismo efecto.
El estudio se centró en el oeste y centro de Texas, donde se implementó un programa intensivo de impulso a la energía eólica. El número de aerogeneradores pasó de 111 en 2003 a 2.325 seis años después.
Los científicos utilizaron datos de satélites Aqua y Terra de la Nasa para medir la temperatura a nivel del suelo en esa zona de Texas, antes y después del boom en la construcción de turbinas eólicas.
Otros posibles factores, como cambios en la vegetación, fueron considerados demasiado limitados para explicar el cambio de temperatura. Los cambios observados no fueron los mismos en toda la región estudiada. El aumento promedio se estimó en 0,72 grados centígrados en una década.
"Esta estimación sólo se aplica a la zona de Texas que estudiamos y al período observado. No debe extrapolarse simplemente a otras regiones del mundo o al futuro", advirtió uno de los investigadores, Liming Zhou, del Departamento de Estudios Atmosféricos y Ambientales de la Universidad de Nueva York en Albany.
"Es probable que el aumento de temperatura alcance un límite en cada parque eólico dado, en lugar de continuar aumentando después de finalizada la construcción de nuevas turbinas". Durante la noche, el aire en las capas superiores tiende a ser mas cálido que el que circula a nivel del suelo. Zhou y sus colegas creen que las turbinas simplemente mezclan los dos tipos de aire impulsando el más cálido hacia abajo.
"El resultado de este estudio tiene sentido", dijo Steven Sherwood, de la Unidad de Investigación sobre Cambio Climático de la Universidad de Gales del Sur, en Australia.
"Las temperaturas diurnas no parecen resultar afectadas. Un fenómeno similar explica la estrategia de los agricultores que sobrevuelan sus cultivos con helicópteros para combatir las heladas de madrugada en sus plantaciones de árboles frutales".
El estudio anterior, de 2010, utilizó datos de un único parque eólico en Estados Unidos y se basó en un modelo computarizado para predecir un posible aumento de temperatura. Zhou espera investigar ahora a un nivel más general el posible impacto de grandes parques eólicos en la temperatura.
El investigador dijo a la BBC que el estudio publicado "es un primer paso que explora el potencial de datos satelitales para cuantificar el impacto de grandes parques eólicos en el estado del tiempo y en el clima". Uno de los grandes interrogantes es cómo podría afectar el aumento de temperatura a la vegetación y la fauna. El cambio podría también tener un impacto en la formación de nubes y la velocidad del viento.
Texas es el principal productor de energía eólica en Estados Unidos. En China, algunos informes señalan que se instalan más de 30 turbinas cada día. Zhou cree que debe haber más investigación sobre el posible impacto de los grandes parques de turbinas.
"La energía eólica es uno de los sectores que está creciendo más rápidamente a nivel mundial. Al convertir la energía cinética del viento en electricidad, las turbinas eólicas modifican los intercambios atmosféricos a nivel del suelo, así como la transferencia de energía, momento, masa y humedad en la atmósfera. Estos cambios, si se dan en una escala espacial suficientemente grande, podrían tener algún impacto en el estado del tiempo y en el clima no sólo a nivel local sino regional".
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