El ejecutivo catalán se marca este objetivo en el plan de la energía y cambio climático 2012-2020, que estima que generará inversiones por valor de 24.600 millones de euros y 70.000 puestos de trabajo, 38.000 de ellos en el ámbito del ahorro y la eficiencia energética y el resto en el campo de las energías renovables.
En rueda de prensa, el conseller de Empresa y Empleo, Francesc Xavier Mena, ha presentado hoy al Consell Executiu este plan, que sigue la senda del gobierno anterior y que ahora iniciará su tramitación administrativa antes de ser aprobado por el ejecutivo.
El Govern prevé que las energías renovables alcancen los 9.199 megavatios (MW) en Catalunya en 2020 –frente a los 3.689,7 actuales–, de los que 5.153,6 serán eólicos: 4.583 terrestres y 570 marinos.
También prevé que circulen por Catalunya 360.000 coches eléctricos o híbridos y 124.000 motocicletas o ciclomotores eléctricos. Para conseguir estos objetivos de renovables y vehículo eléctrico, la Generalitat ha pedido al Gobierno cambios normativos, ya que la regulación es estatal.
En el caso de las energías renovables, la Generalitat aboga por un sistema sostenible de primas y por una ley que favorezca la microgeneración para impulsar la generación distribuida por el territorio, y en el caso del vehículo eléctrico, pide regulación para desarrollar la carga lenta nocturna, aprovechando las horas de menor demanda eléctrica.
El conseller Mena ha admitido que la suspensión de las primas a las renovables puede suponer un "frenazo" a sus planes, dado que no se sabe cuánto durará, pero el gobierno catalán confía en que el problema se solventará e insiste en que el plan es a largo plazo.
El plan cumple con los objetivos de ahorro energético fijados por la UE hasta el 2020, cuando la Generalitat espera haber conseguido un ahorro de 3.427 ktep (miles de toneladas equivalentes de petróleo), en los sectores consumidores de energía final, un 19 % respecto a lo previsto si no hubiera cambios.
La aportación pública al plan asciende a 1.790 millones de euros, de los que 1.130 millones de euros irán a cargo de la Generalitat, y entre las inversiones destacan los más de 500 millones de euros que se destinarán a fomentar las rehabilitaciones de edificios para aumentar su eficiencia energética.
El gobierno catalán se propone que, en 2020, 570 de esos 5.153 megavatios de energía, generados gracias a la fuerza del viento, se desarrollen gracias a la eólica marina, una tecnología que Cataluña quiere liderar y que ya se está probando en el litoral de L’Ametlla de Mar (Tarragona), con el proyecto Zèfir, que en su segunda fase prevé la instalación de aerogeneradores flotantes.
A pesar de que el Gobierno español todavía no ha especificado cuánto durará la suspensión de primas a las renovables y de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) suspendió de forma temporal el acuerdo del Govern anterior, por el que se determinaban las zonas de desarrollo prioritario de parques eólicos en Cataluña, el Govern quiere pensar a largo plazo.
El ejecutivo catalán sigue a la espera de que el Tribunal Supremo resuelva el recurso que presentó y tiene prácticamente listo el estudio estratégico ambiental que se le reclamaba, y en esta línea Mena ha asegurado que espera una "resolución positiva" de este conflicto "en los próximos meses".
Para cumplir ese objetivo de 5.153 megavatios a través de la eólica en 2020, el Govern, acuciado ahora por la crisis económica, se plantea dar un empujón a la eólica desde 2015 a 2020, cuando planea poner en marcha un total 2.500 megavatios.