La ciudad de Karlsruhe fue la primera en Alemania en vincular su tranvía y la línea principal del ferrocarril mediante la ejecución de vías urbanas en ambas redes. Esto requirió la creación de equipamiento dual para trenes-tranvía con la capacidad de operar tanto con suministros de 750 V DC (corriente continua) como de 15 kV AC (corriente alterna). Los 30 nuevos vehículos FLEXITY Swift se introducen para proporcionar una capacidad adicional de pasajeros, así como para reemplazar a algunos de los trenes-tranvía más viejos y para extender la cobertura de rutas de la red existente. Los nuevos vehículos, de 37 metros de largo, están compuestos por tres módulos con capacidad para transportar a 244 pasajeros, y el interior es transitable en toda su longitud.
"Un alto rendimiento y la optimización del tamaño y peso de la batería, montada en el techo, fueron los factores críticos para la elección de baterías de a bordo de los trenes-tranvía de Karlsruhe, y las MSX de Saft, de níquel, han demostrado ser la solución ideal en todos los sentidos", afirma Uwe Donath, jefe de proyecto de integración eléctrica de Bombardier Transportation. "Sustituyendo con ellas las baterías de plomo estamos ahorrando alrededor de 30 kg. de peso y reduciendo el tamaño en un 25%, con plena confianza en que las baterías compactas de Saft servirán para las altas cargas de frenado que requerimos incluso en invierno, cuando las temperaturas pueden caer hasta los -25 ºC.”
La función de las MSX
Para cambiar la fuente de alimentación de corriente continua en las vías del tranvía a la corriente alterna utilizada por los trenes de la línea principal del ferrocarril (o viceversa), los trenes-tranvía tienen que pasar a una sección de corte de 50 a 250 metros de longitud donde no hay una fuente de alimentación externa. Esto requiere de un sistema de baterías de a bordo de 24 V (nominal) para soportar todas las cargas eléctricas de los vehículos por un período de entre 20 y 25 segundos, así que la fiabilidad de la batería es un factor vital para garantizar la puntualidad de los servicios de los trenes- tranvía de Karlsruhe.
Además, las baterías de a bordo deben proporcionar energía de reserva de emergencia para los sistemas críticos del vehículo (como iluminación, comunicaciones y operatividad de las puertas) durante un mínimo de 30 minutos si la energía externa se interrumpe, como ocurriría en el caso de un fallo de los dos convertidores estáticos. Incluso después de este período de 30 minutos, las baterías todavía deben ser capaces de suministrar como mínimo 80 A durante 12 segundos para accionar el sistema electromagnético de frenado de los trenes-tranvía.
Las baterías MSX de Saft son la solución ideal para este tipo de aplicación en los trenes-tranvía, ya que se han desarrollado específicamente para ofrecer una alta capacidad energética y un gran rendimiento en cuanto a ciclos de carga y descarga dentro de un rango muy amplio de temperaturas -desde -30 °C a +50 °C. Además, el diseño de la MSX incorpora un sistema centralizado de rellenado de agua que hace que el mantenimiento sea rápido y sencillo, ayudando a satisfacer las necesidades de bajo mantenimiento de los operadores de trenes.
Los sistemas que se van a instalar en los de los trenes-tranvía FLEXITY Swift comprenden 19 baterías MSX 200 de Saft con una capacidad nominal de 200 Ah. En esta aplicación se garantiza un mínimo de vida útil de 15 años sin ningún riesgo de fallo por muerte súbita, lo que representa un aumento de 10 años en comparación con las baterías equivalentes de plomo que, junto con sus intervalos de mantenimiento, asegura un menor coste total para el operador.
Las baterías de Saft se emplean en aplicaciones de altas prestaciones tales como infraestructuras y procesos industriales, transporte, espacio y defensa. Saft es el primer fabricante mundial de baterías industriales de níquel-cadmio y de baterías primarias de litio para múltiples mercados. El grupo es también líder europeo en tecnologías especializadas de baterías para el espacio y la defensa. Saft está presente en 18 países y emplea unas 4.000 personas en todo el mundo. Sus 15 plantas de fabricación y su red comercial permiten al grupo atender a sus clientes en todo el mundo. Saft está registrado en el índice SBF 120 del Mercado de Stock de París.
