La instalación del aerogenerador, que cambiará la fisonomía del paseo costero, forma parte de un plan para diversificar la matriz energética de la Capital. La electricidad que se genere será propiedad del distrito, que puede usarla para autoabastecimiento o venderla a un mayorista para el interconectado nacional.
En rigor, se trata del primer paso para reconvertir a la Capital en una ciudad productora de energía y no consumidora. Hoy, la ciudad produce, con sus dos centrales, más energía (15 TWh) que la que consume (11 TWh). Las fuentes de generación eléctrica son exclusivamente del tipo térmico y los combustibles que utilizan son los denominados fósiles, como el gas, el gasoil y el fueloil. Se trata de la Central Térmica Costanera y la Central Térmica Puerto, en el límite sur de la ciudad, en Dock Sud. Los niveles de contaminación del aire de estas centrales dependen en gran medida de la calidad del combustible que utilizan.
Respecto de la energía eólica, después de que se haga la prueba piloto con el primer aerogenerador, se establecerá el lugar en donde podría funcionar, si es viable, un parque eólico. Los vientos con los que cuenta la ciudad permiten que cada molino funcione al 41%, esto significa el porcentaje del tiempo durante el cual genera electricidad.
"Las energías renovables son medidas de fondo que debemos tomar para combatir el cambio climático y cuidar el ambiente. Por eso firmaremos un convenio para tener nuestro primer generador", indicó el ministro de Ambiente, Diego Santilli, en el Clean Energy Congress, que se desarrolló en la Capital hasta ayer.
El acuerdo se firmará con la empresa Industrias Metalúrgicas Pescarmona (Impsa), que comenzará con las mediciones de los vientos. "Vamos a empezar a medir la intensidad de los vientos. Por lo general, los parques eólicos necesitan una extensión geográfica amplia. El parque que montamos en La Rioja cuenta con 12 generadores que abastecen a unas 300.000 personas", indicó Santiago Miles, gerente de Comunicaciones Corporativas de Impsa.
El molino cambiará notoriamente el paisaje. Para Emiliano Espasandin, urbanista y docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), sólo puede servir como un ícono que contenga un mensaje: "Es interesante si se convierte en una referencia visual en la zona y se transforma en un landmark o en una instalación itinerante. Hoy en la Costanera Sur, mañana en el Mercado del Plata, como mensaje para el impulso de las energías renovables. No creo que sea útil en términos de generación de energía porque un parque, con las tecnologías que funcionan hoy, no sólo genera un impacto visual importante sino también de ruido".
Enrique García Espil, presidente de la Sociedad Central de Arquitectos, sostuvo: "La idea me parece interesante para impulsar energías no contaminantes; ahora, su instrumentación hay que estudiarla. La Costanera Sur es una pieza de diseño urbano muy compleja con elementos de alto valor patrimonial".
El plan de reconversión también incluye, al igual que en otras grandes ciudades, la utilización de otros tipos de energía verde, como la fotovoltaica (cada edificio podría ser autosustentable), al tiempo que pretende profundizar las estrategias para hacer más eficiente el uso de la electricidad que se consume. Lámparas LED, iluminación más eficiente, sistemas inteligentes de semaforización, son algunas de las medidas que se impulsarán.
"Las ciudades no son lugares donde típicamente se vayan a generar muchos megavatios, pero tienen grandes oportunidades para practicar la eficiencia energética. Es decir, no generando más electricidad sino siendo más prudente en el consumo", explicó Carlos St. James, presidente de la Cámara de Energías Renovables de la Argentina (Cader).