De los 7 000 millones de habitantes, que compartimos destinos en nuestra «querida, contaminada y única nave espacial», ha afirmado el prestigioso periodista venezolano Walter Martínez, la quinta parte son chinos.
Según Key World Energy Statistics 2011 de la Agencia Internacional de Energía, China es el segundo usuario mundial de electricidad con 3 503 TWh (terawatt-hora). Su potencia instalada es de unos 950 GW (gigawatt), con 70 por ciento en termoeléctricas que queman carbón mineral, y solo cinco por ciento corresponde a energías renovables. Sin embargo, Eric Martinot y Li Junfeng, autores del informe Powering China’s Development: The Role of Renewable Energy, afirman que «China se ha convertido en un líder mundial en energía renovable». El gigante asiático invirtió unos 34 600 millones de dólares en nuevas capacidades de energía renovable en el 2009, por lo que es el país que más invierte en ese sector en el mundo.
Hidroeléctrica
Según la publicación Situación y Políticas de los Recursos Energéticos de China, de la Oficina de Información del Consejo de Estado de la República Popular China, ese país posee un potencial anual de generación hidroeléctrica ascendente al 12 por ciento de los recursos hidráulicos globales, situándose en el primer lugar mundial. El 15 por ciento de la generación eléctrica de China es a partir de esta fuente de energía, y aumentará cuando se complete la central hidroeléctrica Las Tres Gargantas, que tendrá una potencia de 22 500 MW y será la mayor del mundo. Hay que decir que aunque es una fuente renovable, las grandes hidroeléctricas ocasionan notables impactos ambientales durante su construcción y operación.
China es el primer país productor de energía hidroeléctrica del mundo y generó en 2009 unos 650 GWh (gigawatt-hora) mediante esta tecnología. Según Zhou Dadi, autor del libro Recursos Energéticos de China, en el año 2020 el país utilizará para generar electricidad el 70 por ciento de su potencial hidrográfico económicamente factible de explotar.
Calentadores solares
En China hay una «adicción» a calentar agua con energía solar. Esto es mucho más evidente en Rizhao, ciudad costera de unos tres millones de habitantes cuyo nombre traducido del chino significa Ciudad del Sol. Ubicada en la Península de Shandong, al norte del gigante asiático, Rizhao es considerada como la capital de la energía solar en China, pues gran parte de las viviendas se abastecen de agua caliente empleando calentadores solares y existen muchas otras aplicaciones de las fuentes renovables de energía.
El informe Solar Heat Worldwide, Markets Contribution to the Energy Supply 2009, elaborado por el Programa de Calentamiento y Enfriamiento con Energía Solar de la Agencia Internacional de Energía, reconoce que la República Popular China ocupa el primer puesto en el empleo de la energía solar térmica para calentar agua y otros usos. El gigante asiático tiene instalados más de 33 millones de calentadores solares, un 70 por ciento de los existentes en el mundo. El área total de superficie de captación de todos esos equipos supera los 145 millones de metros cuadrados, poco más del 59 por ciento del total mundial. El uso de estas instalaciones permite a China ahorrar más de ocho millones de toneladas de petróleo al año, y evita la emisión a la atmósfera de más de 26 millones de toneladas de Gases de Efecto Invernadero (GEI). El 10 por ciento de los chinos emplean calentadores solares en su vida cotidiana.
También el viento
Aunque China genera menos del uno por ciento de su electricidad a partir del viento, se ubicó en el primer lugar del «ranking» eólico mundial al final de 2010, según el Global Wind Energy Council. Al instalar 16,5 GW en 2010, China llegó a la cifra de 42,3 GW de potencia eólica instalada, superando a EE.UU. Además, China es líder en la fabricación de equipamiento para esa industria y se beneficia de tener las mayores reservas mundiales de las llamadas «tierras raras», metales esenciales para fabricar los imanes permanentes que mejoran la eficiencia de los aerogeneradores.
Solar fotovoltaica
La industria fotovoltaica ha experimentado un acelerado crecimiento durante los últimos años. China es el mayor productor de paneles solares del mundo y su producción anual de celdas solares alcanzó en 2009 un 45 por ciento del total mundial. La mayor parte se exporta, aunque en 2010 se instalaron unos mil MW y hoy el país asiático tiene unos 2,6 GW de potencia fotovoltaica instalada. Para incentivar una mayor participación de la energía solar fotovoltaica en la matriz energética, el Gobierno chino subsidia la mitad del costo de instalación de los sistemas fotovoltaicos en los tejados con potencia mayor de 50 kW.
De las 10 primeras compañías fabricantes de celdas solares fotovoltaicas en el mundo, siete son chinas. Suntech Power Holdings, una empresa china líder del mercado fotovoltaico global, asegura que la energía producida por sus módulos evita emitir tanto CO2 como el producido por un millón de autos. Algunas fábricas de la industria fotovoltaica, sin embargo, tienen problemas con el tratamiento de los residuos tóxicos de sus producciones, lo cual es fuente de contaminación ambiental.
Biogás y otros biocombustibles
«China posee un gran potencial de materias residuales orgánicas, incluyendo pajas, restos de materias forestales, plantas oleaginosas, cultivos energéticos y desechos de la vida cotidiana», afirmó Zhou Dadi. El país asiático utiliza exitosamente el biogás para cocinar e iluminar en viviendas de áreas rurales, donde 18 millones de familias producen anualmente 7 000 millones de metros cúbicos, por lo que ocupa una posición de liderazgo mundial en el empleo de esta tecnología. Hay proyectos demostrativos en un centenar de sitios rurales donde se utilizan paja, tallos y residuos orgánicos para producir biogás.
Zhou Dadi afirma que para 2020 la potencia instalada para generar electricidad con biomasa y la producción de biogás ascenderán a 30 GW y 44 000 millones de metros cúbicos, respectivamente. China también ocupa una de las primeras posiciones en el mundo en la producción de biocombustibles líquidos para el transporte, aunque prioriza la producción de alimentos.
Un hito en el terreno de las fuentes renovables de energía lo constituye la ley promulgada en 2005 que apoya la expansión de estas tecnologías limpias y da prioridad al acceso a las redes eléctricas a la energía generada mediante fuentes renovables. El gigante asiático obtiene el 8,3 por ciento de su energía primaria y el 16,7 por ciento de su electricidad a partir de fuentes renovables. Para 2020 estas cifras aumentarán a 15 y 21 por ciento respectivamente.
Cuba se beneficia
Cuba se ha favorecido de los avances de China en el campo de las energías renovables.Nuestro país adquirió e instaló un parque eólico de prueba con máquinas producidas por la firma china Goldwind, fabricante de aerogeneradores de reconocido prestigio internacional. Este parque posee seis unidades de 750 kW de potencia cada una y una potencia instalada de 4,5 MW (megawatt). Por otro lado en 2007 comenzó, como parte de la Revolución Energética, un experimento sobre el empleo de la energía solar para el calentamiento de agua. Se probaron e introdujeron 1 300 calentadores de agua adquiridos en China, basados en la tecnología de tubos al vacío. Los resultados muestran que los calentadores de tubos al vacío del tipo termosifónicos, poseen muy alta eficiencia y calidad, por lo que se decidió adquirir en China la tecnología para producirlos. La hidroenergía es otra de las áreas en las que nuestro país se beneficia. Se han adquirido en China e instalado pequeñas centrales hidroeléctricas que aprovechan el caudal de agua que se usa para regadío en la presa Zaza y en Moa. Se trabaja para mejorar otras centrales hidroeléctricas empleando tecnología china, entre estas la más antigua de Cuba, la minihidroeléctrica de Pilotos, en Pinar del Río, que data del año 1912. A todo esto se añade la planta de biogás a partir de desechos orgánicos aledaña al vertedero de calle 100 en Marianao, La Habana, que cuenta con equipamiento del país asiático, y cuya construcción y puesta a punto fue realizada por especialistas chinos y cubanos.
El acelerado crecimiento económico de China, la volatilidad del precio del petróleo y la preocupación por la seguridad energética, el medio ambiente y el cambio climático, han favorecido el auge del mercado de las energías renovables en ese país y lo llevaron a la primera posición en el Ernst & Young 2011 All Renewables Index. A pesar de su alta dependencia del carbón mineral y su abultado inventario de emisiones de GEI, China es el país que más paneles fotovoltaicos produce; es líder en generación hidroeléctrica y en el uso del biogás; encabeza el ranking mundial de las potencias eólica y térmica instaladas para el calentamiento de agua, y es el país que más dinero destina a las fuentes renovables de energía. Todos estos datos permiten afirmar que China apuesta seriamente por un «futuro verde».
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