España acaba 2011 con 1.102 MW de termosolar

España es líder en energía termosolar. La frontera de los 1.000 MW quedó superada en el segundo semestre de 2011. Esta cota, que al cierre del año quedará fijada en 1.102,4 MW, ha sido posible gracias a la puesta en funcionamiento de seis nuevas centrales termosolares, todas ellas ubicadas en la comunidad autónoma de Andalucía: Palma del Río 1, en Córdoba; Lebrija 1 y Helioenergy 1, en Sevilla; Andasol 3, en Granada; y Arcosol-50 y Termosol-50, en Cádiz, elevando así a 26 el número de centrales en funcionamiento.

Estas cifras de record todavía tienen recorrido, ya que el Ministerio de Industria dio permiso para la creación de 61 centrales. La energía termosolar fue objeto de recortes en la prima de producción al final del mandato de Miguel Sebastián al frente de Industria, como también ocurrió con la eólica y energía solar fotovoltaica.

Los principales operadores de centrales termosolares son grandes empresas, como las constructoras ACS y Acciona, y la ingeniería Abengoa, que no forman parte de la patronal Unesa. Esta situación ha generado un enfrentamiento abierto entre eléctricas y el resto de productores energéticos sobre la fijación de precios que debe resolver el Partido Popular (PP).

La termosolar se corresponde con inversión privada, generación de empleo, reducción de la dependencia energética y de las emisiones de CO2, beneficiando a todo el país mientras que los Ciclos Combinados representan ordeñar la vaca sin generación de nuevos empleos y mantenimiento de la dependencia energética beneficiando a dos o tres empresas.

Cuando hablemos del apoyo a la termosolar estaremos hablando de un apoyo continuado para la construcción de unos cientos de MW al año, unos 500 MW con el último PER. Por tanto, el sector termosolar siempre está generando empleo en la construcción de las nuevas centrales. En los ciclos combinados no se esperan nuevas centrales y por tanto el concepto si es aplicable.

Se puede añadir el posicionamiento de las empresas termosolares españolas en el extranjero ante el emergente mercado termosolar, la atracción de capital extranjero, la convergencia económica entre las regiones de España y la reducción de emisiones. Empresas españolas desarrollan proyectos de energía termosolar en Estados Unidos, Abu Dabhi, Egipto, Argelia, Suráfrica, India y México, entre otros países.

El concepto de ordeñar la vaca sin realizar nuevas inversiones puede aplicarse, además de las centrales de ciclo combinado, también a las centrales nucleares y a la gran hidráulica.

Unesa e Iberdrola hablan de la moratoria termosolar. Si de verdad quieren reducir el déficit del sector eléctrico, deberían centrarse en recomendar una moratoria de los excesivos beneficios de las eléctricas y los beneficios de los MWh facturados por centrales hidroeléctrica y nucleares ya amortizadas a precios que duplican o triplican sus costes reales, y no en una tecnología emergente y de futuro como la termosolar.

Los beneficios de las eléctricas son un elemento de coste como cualquier otro del sistema eléctrico, pero mientras que las primas a las energías renovables tienen un efecto muy significativo en la reducción de los costes de generación totales por su impacto en la bajada de los precios del pool, los beneficios de las eléctricas constituyen una contribución neta al déficit.

Una quita del déficit y una disminución de la retribución a las nucleares y gran hidráulica estarían respaldadas por la jurisprudencia del Tribunal Supremo de “rentabilidad razonable”.

Contra el argumento simplista (pero efectivo) de que el déficit tarifario acumulado es parecido a las primas recibidas por las energías renovables, hay que señalar que los beneficios globales de las grandes eléctricas están en el entorno de los 5.000 M€/año que son del mismo orden que el déficit tarifario anual.

La mejor defensa contra la equiparación del déficit acumulado con las primas a las energías renovables es la referencia al cálculo de Deloitte. Hasta finales de 2010 el abaratamiento neto acumulado por reducción de precios desde el comienzo de aplicación del Régimen Especial era de 9.173 M€.

La termosolar hasta 2010 había cobrado muy pocas primas: 4 M€ en 2008, 22 M€ en 2009 y 185 M€ en 2010. En contrapartida su contribución al PIB había sido de 723, 1.182 y 1.650 M€, respectivamente.

No existe la “burbuja termosolar” ni ahora ni a partir de 2013. La auténtica burbuja es la burbuja del gas y los ciclos combinados

La burbuja del ciclo combinado

La termosolar es la tecnología que más rigurosamente ha cumplido las expectativas y objetivos del PER 2005-10. Su incremento de potencia viene siendo de unos 400 MW anuales y continuará con ese ritmo constante, con primas significativa y progresivamente decrecientes hasta 2020, alcanzando la paridad con la generación convencional muy probablemente antes de esa fecha.

Agrupados todos los argumentos de impacto se puede afirmar que no existe “burbuja termosolar”; solo cumplimiento de la legislación vigente que ha dado lugar a que con 185 millones de euros de primas en el año 2010 se hayan creado 24.000 puestos de trabajo, ha aumentado el PIB en 1.650 millones de euros y se han ingresado en las arcas públicas una importante cantidad de dinero. Las contribuciones fiscales que señala el informe de Deloitte.

Sin embargo, en el horizonte post 2013 hay que señalar:

En primer lugar hay que rebajar las estimaciones de 2.000 M€ de primas que atribuyen a la termosolar a unos 1.600 M€, ya que lo que hay que contar no es el ingreso total sino las primas equivalentes (La fotovoltaica recibirá unos 3.000 M€ y la eólica más de 2.000 M€).

En segundo lugar hay que decir que cuando la termosolar cobre 1.600 M€ de primas, estará generando unos 6 TWh al año. En ese momento, utilizando el mismo ratio que el estudio de Deloitte, su impacto en el abaratamiento del coste de adquisición de la electricidad en el mercado OMEL sería de unos 500 M€. El ahorro de importaciones de combustible sería de otros 500 M€. El ahorro en derechos de emisión sería de cerca de 100 M€.

Estos efectos directos ya compensarían bastante más de la mitad de las primas, pero -a nivel macroeconómico- la contribución al PIB, cuando se estuviesen generando 6 TWh y se siguiera el ritmo de construcción anual de centrales previsto en el PER, sería de unos 4.000 M€, la contribución fiscal de empresas y trabajadores sería de 600 M€ más otros 100 M€ en impuestos locales y habría más de 20.000 empleos en el sector cuyo equivalente en subsidios de desempleo sería de más de 200 M€.

Además, la termosolar ha negociado de forma voluntaria con el gobierno unos límites a las horas de producción de cada tecnología, lo que establece unos “techos máximos” a las primas que cada central termosolar puede recibir en un determinado año. Por otra parte, el pre-registro establece una capacidad instalada máxima que de ningún modo se va a exceder y que está – por otra parte – perfectamente dimensionada dentro de un Plan Nacional de Energías Renovables cuyo horizonte alcanza hasta el año 2020, con una visión menos miope y más enfocada en el medio y largo plazo.

En relación con las inversiones realizadas en ciclos combinados, éstas han sido realizadas por las empresas eléctricas en un régimen liberalizado, por tanto, sin obligación para ello y sin garantía de condiciones de retribución, asumiendo las empresas un riesgo industrial en relación con sus resultados. La planificación indicaba 14.800 MW de potencia en ciclos combinados para 2011 y se han alcanzado 27.000 MW en una alocada carrera de las eléctricas por conseguir mayor cuota y los mejores emplazamientos. Hay otro buen número de MW en promoción avanzada.

El argumento de que los ciclos combinados funcionan con muchas menos horas que las deseadas (5.000 horas) no tiene en cuenta que en la planificación se estimaban en 3.000 las horas operativas medias por cada central.

La electricidad termosolar -al paso que va de reducción de costes- alcanzará la equiparación con los ciclos combinados antes del 2020.

Las primas de las nuevas centrales termosolares entre 2013 y 2020 serán sensiblemente inferiores, progresivamente decrecientes y en 2020 se habrían alcanzado niveles de coste de generación equivalentes a los ciclos combinados.

Este argumento es muy importante y es incontrastable ya que esa paridad vendría derivada de dos efectos contrapuestos: la reducción de costes de la termosolar y el incremento de los precios del gas, los derechos de emisión y la reducción de horas de esas centrales de respaldo.

Déficit tarifario

El déficit tarifario se empezó a producir cuando las primas a las energías renovables eran insignificantes y hay muchos más elementos de costes regulados.

Una cuarta parte de las primas del Régimen Especial corresponde al gas natural para aplicaciones de cogeneración o residuos. Los costes por transporte y distribución crecieron porcentualmente el doble que los costes de generación (primas incluidas) en 2010 y los pagos por capacidad el triple (ahora se elevarán más tras el último acuerdo de Consejo de Ministros del 11 de noviembre con los pagos aprobados a los ciclos combinados y gran hidráulica).

La sospechosa alteración de los precios del pool por parte de las eléctricas ante las subastas CESUR está bajo la atención de la CNE y la CNC.

Si los ahorros inducidos por las energías renovables en el precio del pool no se han trasladado hasta ahora al recibo de la luz es por el resultado de las subastas CESUR. Según estimaciones aparecidas en los medios de comunicación la subida de los precios del pool en los días anteriores a la primera de las subastas de este nuevo sistema significó un coste de 700 M€ al sistema. En las sucesivas han moderado su descaro pero sigue siendo sospechosas las subidas de precios previas a las subastas.

Una central termosolar de 50 MW evita la emisión anual de 100.000 t de CO2

Los impactos ambientales de las centrales termosolares en términos de emisiones y de consumo de agua son absolutamente razonables. El consumo de agua de una termosolar es similar o inferior al de un campo de maíz o alfalfa que ocupase la misma superficie, y las emisiones de CO2 son ínfimas y casi nulas comparadas con el carbón (unos 960 gramos de CO2 por kWh) y el ciclo combinado de gas natural (unos 360 gramos de CO2 por kWh).

Ante las posibles críticas de que las centrales termosolares consumen “grandes cantidades” de gas natural hay que señalar que la posibilidad de un consumo de gas que represente en conjunto el equivalente al 15% de la electricidad anual generada por las centrales está incluida en el RD-661/07. Una central típica de 50 MW con almacenamiento emite unas 25.000 toneladas de CO2 al año pero ahorra la emisión de 125.000 toneladas de CO2 considerando la media de emisiones del mix fósil en España. Por tanto el ahorro neto por cada central termosolar es de unas 100.000 tCO2/año. Si se considerase que las centrales termosolares remplazan a las centrales de carbón ese ahorro sería mucho mayor. En la próxima generación de centrales la cantidad de gas consumido será inferior.

Respecto al consumo de agua para la refrigeración del ciclo termodinámico hay que decir que el consumo por kWh producido es parecido al de las centrales térmicas convencionales y en cualquier caso inferior al consumo por hectárea que tienen los cultivos agrícolas de regadío en el sur de España. Varias centrales termosolares tienen balsas para la recogida de aguas pluviales que las permiten funcionar con un consumo muy reducido de agua de cuenca.

Las centrales termosolares podrían diseñarse en la actualidad con sistemas de refrigeración secos asumiendo una ligera pérdida de rendimiento y se están investigando adicionalmente otros sistemas de refrigeración que no consumirían agua y que mantendrían las prestaciones. En cualquier caso, las centrales termosolares actuales se han ubicado donde existe el recurso del agua para su mejor funcionamiento habiéndose obtenido las correspondientes concesiones de uso.

Iberdrola manipula

Respecto a la postura del presidente de Iberdrola se debería saber:

1. Las grandes eléctricas, con Iberdrola a la cabeza, quieren convertir su problema de sobrecapacidad en un problema nacional.

La sobrecapacidad del sistema eléctrico se debe al error estratégico y ambición desmedida de las grandes compañías eléctricas que instalaron más de 25.000 MW de ciclos combinados en los últimos años. Sin embargo, la penetración progresiva de las energías renovables responde a un compromiso vinculante de España con la UE y el cambio climático, ratificados por el Parlamento.

2. Si Iberdrola hubiese obtenido preasignaciones para sus promociones termosolares no estaría pidiendo la moratoria termosolar

Iberdrola fue uno de los pioneros termosolares en España y presentó una docena de centrales al registro del RDL 6/2009 queriendo convertirse en el líder del sector. A pesar de todas las presiones que hizo para que le concedieran esas preasignaciones no logró ninguna (salvo la de Puertollano que ya estaba construida pero no tenía la inscripción definitiva).

En presentaciones corporativas previas a 2009, incluso insinuaban que había que subir la prima para promover más centrales.

3. Iberdrola ha tratado también de cortar el desarrollo del sector eólico al no estar resultando adjudicataria de los concursos autonómicos en los dos últimos años

Iberdrola ha tratado insistentemente, en la última etapa del gobierno socialista, de promover un R.D. que, por su bajada de primas y las incertidumbres retributivas, haría inviable la financiación de los bancos de nuevos parques eólicos. De esta forma no se restarían más horas de operación a sus ciclos combinados o, alternativamente, situaría a Iberdrola en posición de ventaja para construir casi en exclusiva los nuevos parques eólicos con su financiación corporativa.

4. Gran hipocresía de quien se publicita en TV con molinos de viento e imagen verde mientras trata de cercenar el desarrollo del sector eólico, el fotovoltaico y el termosolar.

¿Ya no son “verdes”?

El mismo que atacó ferozmente a la fotovoltaica en España está realizando importantes inversiones en Estados Unidos en esta tecnología.

La termosolar, opción de futuro

La termosolar, por su gestionabilidad y firmeza, gracias a los sistemas de almacenamiento y/o hibridación, es imprescindible para avanzar hacia un escenario de generación eléctrica libre de emisiones de CO2 y sin dependencia del exterior

Otras tecnologías fluyentes, como la eólica y la fotovoltaica serán parte del mix pero no pueden ser la única solución ya que siempre necesitarían centrales de respaldo.

En particular la fotovoltaica está llamada a jugar un gran papel como generación distribuida, reduciendo las necesidades en horas diurnas, y, seguramente, por menor coste actual y rapidez de instalación, pueda ser la solución elegida en ciertas zonas para centrales de pico. No hay que olvidar que su situación de costes corresponde a un punto en la curva de aprendizaje de 50 GW instalados en todo el mundo mientras que la termosolar no llega a los 2 GW.

El liderazgo actual de las empresas españolas en la tecnología termosolar es una oportunidad histórica ante un emergente y billonario mercado mundial, que se podría perder si se cortan los apoyos y no se mantienen las referencias comerciales más avanzadas en España.

En este caso el impacto positivo en nuestra economía vendría por la vía de la Renta en lugar de por el PIB y su contribución podría ser muy significativa.

La termosolar constituye un caso de singular éxito del apoyo continuado a las actividades de I+D durante 30 años y ahora pueden recogerse sus frutos.

Además de los planes nacionales en diversas partes del mundo (Estados Unidos, Oriente Próximo, Suráfrica, India, Australia, …) en el que las empresas españolas están posicionándose, existen las oportunidades que abre la Directiva Europea de Renovables de importaciones estadísticas entre Estados Miembros que, con el previsto reforzamiento de las infraestructuras de conexión a medio plazo, podría permitir la construcción de centrales termosolares en España con compensaciones de primas por parte de otros países.

La termosolar es la tecnología de generación eléctrica renovable con un mayor impacto en la generación de empleo, como demuestra el estudio de Deloitte. En 2010 había 24.000 personas empleadas en el sector termosolar.

Cada central típica de 50 MW ha generado en España 2.214 empleos equivalentes de un año de duración durante su construcción y 47 empleos directos indefinidos todos los años posteriores de su vida operativa.

El valor añadido nacional de estas centrales ha llegado al 80% en las últimas centrales construidas, al contrario de lo que ocurre con otras tecnologías. Esto es diferencial que permite al sector termosolar generar mucho empleo directo durante la construcción y – además – muchísimo empleo indirecto con la creación de una red de tejido industrial de suministradores españoles

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