Colombia entra en la era del vehículo eléctrico

Sergio Adolfo Montoya Mejía, subdirector de Investigación y Desarrollo de Empresas Públicas de Medellín, explicó que antes de emprender este desafío se adelantó un proceso de investigación con las universidades Pontificia Bolivariana y Eafit para estudiar su viabilidad.

Renault Sofasa se vinculó y la idea es probarlos en la topografía de la ciudad, con las condiciones propias de este mercado y como un aporte a la disminución de contaminantes. Se analizará, también, el tema de recargas para su funcionamiento. Una será en el hogar, bajo una modalidad de "carga lenta", que no tiene requisitos muy grandes de potencia; otra será de "carga rápida" que se ubicará en estaciones o "electrolineras", en procesos de 20 o 30 minutos.

Los desempeños de estos vehículos eléctricos, aclaró Montoya Mejía, serán muy similares a los de combustión, lo que se quiere verificar es cómo será el comportamiento de las baterías en la geografía local. El precio será igual al de un automotor tradicional, pero como el sobrecosto vendría por las baterías, EPM analizará estrategias para que no genere tanto impacto.

Se probarán por un período de seis meses a un año y si los resultados son positivos, en 2012 se importarían 250 vehículos eléctricos para ubicarlos en flotas empresariales. En el Valle de Aburrá ya están rodando cerca de 160 motos. A seis de ellas, el Área Metropolitana les adelanta pruebas para asegurar su desempeño.

En el transporte público, el Área investiga unos filtros catalíticos. Ensayaron dos tipos: unos de filtro total que reducen hasta en un 90 por ciento las emisiones y otros de filtro parcial que bajan entre un 45 y un 55 por ciento. Sin embargo, por el estado tecnicomécanico de los vehículos funcionaron mejor los segundos.

Se instalaron 110 de ellos y antes de finalizar el año se espera llegar a 150. Además, ya hay varios buses que se mueven a gas. En la empresa Hato Viejo, por ejemplo, cuentan con 12 y pronto se sumarán otros cuatro. El gerente, Álvaro Santiago Cano, afirmó que llevan tres años operando y que son más silenciosos, eficientes y no dañan piezas por efecto del azufre.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

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