El borrador de Real Decreto que establece la retribución de la actividad eólica a partir de 2013 incluye un sistema de primas variables que supondrá que si un año el sector supera el cupo de megavatios previsto, la prima se rebajará automáticamente para todos los parques construidos bajo el amparo de la nueva normativa. La normativa contempla también un recorte de primas de un 40 %, lo que, junto a la posibilidad de revisión a la baja de las mismas con carácter retroactivo, supondría el "apagón" eólico, ya que no garantiza la rentabilidad e imposibilita la financiación, según el sector.
La CNE informó hoy de que el Consejo del organismo considera que con el régimen económico propuesto por Industria, las instalaciones obtendrán una rentabilidad razonable. No obstante, recuerda que para facilitar la financiación de los proyectos la retribución debe ser "predecible", por lo que propone que cuando una nueva instalación se inscriba en el registro de pre-asignación, "se le mantengan las primas vigentes".
La CNE, que comparte la vinculación de las ayudas a la oferta de nueva potencia porque permite la "autorregulación" del sector, insta a que la variación anual de la prima (al alza o a la baja) sea del 15 % pero sólo para los nuevos parques eólicos. El regulador opina que la propuesta facilita la operación segura del sistema eléctrico al mantener la imputación del coste de los desvíos a los agentes que los provocan, ya que incentiva la mejora de las herramientas de previsión de viento, "cuyo objetivo último es reducir la potencia de reserva y el coste para el consumidor".
La nota añade que el nuevo régimen económico "debe trasmitir a los agentes la referencia del precio del mercado para incrementar la eficiencia".
Además, la CNE pide que la normativa incluya el objetivo de tratar de minimizar el impacto del sector sobre el déficit de tarifa.
Para ello, propone la fijación de objetivos anuales de potencia a instalar, de forma que la que se instale de más cobre el precio de mercado hasta el año siguiente, cuando pasaría a cobrar la prima correspondiente.
Adicionalmente, teniendo en cuenta la contracción actual de la demanda que ha llevado a un exceso de capacidad instalada, así como la necesidad de limitar el impacto en el déficit, "se propone que exista una evolución creciente de los objetivos anuales de potencia instalada" en lugar de la evolución constante planteada por Industria.
A un mes escaso de las próximas elecciones generales, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, está intentando acelerar por todos los medios la tramitación del real decreto que regulará los parques eólicos que entren en funcionamiento a partir del 1 de enero de 2013. Una propuesta contra la que ha alegado duramente la Asociación Empresarial Eólica (AEE), que integra más del 90% del sector (generadores y fabricantes).
La Asociación Empresarial Eólica (AEE) aseguró ayer que el borrador del nuevo real decreto de retribución a la energía eólica, que recorta las primas al sector en un 40%, "incumple la Ley del Sector Eléctrico" al no garantizar la rentabilidad razonable de los proyectos, por lo que no descarta presentar recursos tras su aprobación.
"El sector financiero nos ha comunicado que en esas condiciones no se pueden financiar los proyectos", afirmó el presidente de la AEE, José Donoso, durante la presentación de un estudio elaborado por Deloitte acerca del impacto del sector sobre la actividad económica en 2010.
Si bien la AEE abre la posibilidad de recurrir la norma, que el Gobierno espera aprobar antes del 20N, sus esfuerzos se han centrado hasta el momento en la presentación de alegaciones ante la Comisión Nacional de la Energía (CNE) y en contactar con distintos partidos políticos. El informe de Deloitte correspondiente a 2010 muestra que entre 2005 y 2010 el sector eólico ha ahorrado 9.782 millones en importaciones fósiles y emisiones, frente a los 7.232 millones de euros recibidos en primas.
Por otra parte, el Consejo de Administración de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) emitió ayer un informe sobre el proyecto de real decreto por el que se regulan las actividades de transporte, distribución, comercialización, suministro y procedimientos de autorización de instalaciones de gas natural.
“La inexistencia de unas reglas del juego a partir de 2013 está produciendo una reducción de actividad muy relevante en el sector que, de continuar en los próximos meses, podría suponer para España el desmantelamiento de un sector industrial muy potente y de gran relevancia internacional”.
Tras la presentación de las cifras de 2010, José Donoso, presidente de AEE, explicó las razones por las que el sector no está de acuerdo con la norma eólica propuesta por Industria. Señaló que hay dos motivos fundamentales: un modelo de primas variables que impide saber cuáles van a ser los ingresos de un parque de un año para otro, lo que impide su financiación y, por tanto, hacer nuevos proyectos. Y unas condiciones económicas que no garantizan la rentabilidad de los proyectos, y que suponen un recorte de facto del 40%. “En estas condiciones, nos enfrentamos a un apagón eólico”, indicó Donoso. Añadió que “el desarrollo de una fuente de energía como la eólica, endógena, limpia y competitiva, es fundamental para un país dependiente energéticamente como es España. Si ahora desmantelamos nuestra apuesta tecnológica, en el futuro nos veremos obligados a recurrir a tecnologías foráneas”.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.