Para Industria, dejar pendiente la nueva regulación eólica podría provocar un alargamiento innecesario en su proceso de aprobación. El real decreto regula los nuevos proyectos a partir de 2013, y los promotores deben conocer las nuevas condiciones para prepararlos. El Gobierno destaca del nuevo esquema retributivo su capacidad para reflejar los avances en la madurez de la eólica y reducir las primas conforme esta tecnología vaya acercando sus costes a los precios del mercado.
Para el departamento dirigido por Sebastián, el borrador de real decreto instaura una legislación razonable en la que se garantizan la inversión y la financiación, al tiempo que se cumple con la necesidad de contener los costes para evitar que se genere nuevo déficit de tarifa. La nueva norma limita a 1.500 las horas con derecho a retribución y reduce a 12 los años con derecho a este incentivo para los proyectos que se instalen a partir de 2013.
La propuesta incluye un nuevo modelo de cupos en el que las primas varían en el tiempo. Si un año se supera el límite previsto, la prima se rebajaría automáticamente no solo en los cupos futuros, sino en el conjunto de los parques eólicos instalados tras el real decreto 661/2010, cuya expiración se producirá a finales del año que viene.
Las empresas Acciona, Alstom, Enercon, Gamesa, GE, M. Torres, Nordex, REpower Systems, Siemens, Enercin y Vestas rechazan el borrador de decreto eólico. La Asociación Empresarial Eólica asegura que la norma parece hecha "para impedir que se instale un kilovatio eólico en España". Su contenido, aseguran, supone una rebaja de primas del 40%, al limitar a 1.500 las horas con derecho a retribución y al reducir a 12 los años con derecho a este incentivo para los proyectos que se instalen a partir de 2013.
Frente al rechazo suscitado, Industria argumenta que el borrador de real decreto instaura una legislación "razonable" en la que se garantizan la inversión y la financiación, al tiempo que se cumple con la necesidad de contener los costes para evitar que se genere nuevo déficit de tarifa.
La propuesta incluye un nuevo modelo de cupos en el que las primas varían en el tiempo. Si un año se supera el límite previsto, la prima se rebajaría automáticamente no solo en los cupos futuros, sino en el conjunto de los parques instalados tras el real decreto 661/2010, cuya expiración se producirá a finales del año que viene.
El sector asegura que, en conjunto, el nuevo esquema regulatorio ofrecerá tasas de retorno a las inversión del 4%, a su juicio insuficientes y por debajo del nivel adecuado del 8%. Además, dice que aumentará la percepción de riesgo de los proyectos y lamenta que Industria haya partido de un coste por megavatio de 1,1 millones de euros, cuando el coste real es de 1,3 millones.
Las empresas eólicas también piden que se apueste por la repotenciación para explotar al máximo los mejores yacimientos eólicos del país, donde se instalaron los primeros molinos, algunos de ellos obsoletos. Con la nueva norma, el cambio de un aerogenerador antiguo o la modificación sustancial para su repotenciación provocará que el parque eólico deje de disfrutar las antiguas primas y deba acogerse al marco actual, con una retribución inferior. De esta manera, aseguran las empresas, se desincetiva la repotenciación.
Los fabricantes de aerogeneradores alertan sobre los efectos irreversibles para la industria, el desarrollo tecnológico y el empleo en España si se aprueba el real decreto eólico en los términos actuales
Las empresas fabricantes de aerogeneradores abajo firmantes –integradas en el Grupo de Trabajo de Fabricantes de la Asociación Empresarial Eólica (AEE)- se muestran contrarias a la aprobación del borrador de Real Decreto, enviado por el Ministerio de Industria a la Comisión Nacional de la Energía (CNE). Las empresas alertan de los efectos irreversibles sobre el tejido industrial del sector eólico, así como sobre el desarrollo tecnológico y el empleo directo e indirecto, que tendría el Real Decreto en los términos actuales, sin el consenso del sector. Ponen igualmente de manifiesto que un vacío regulatorio tendría nefastas consecuencias para la industria.
En los últimos años, los fabricantes atraviesan una situación compleja en el mercado nacional, derivada de la necesidad de ajustar la capacidad industrial en España por la caída de la demanda. Si este real decreto saliese adelante, se pondría en riesgo el importante tejido industrial construido en nuestro país, con la consiguiente pérdida de empleo -un empleo cualificado y de alto valor añadido-, tanto directo como indirecto, que afectaría a toda la cadena de suministro, desde las grandes empresas a los pequeños proveedores.
El mercado eólico, en el que España es referente indiscutible, está creciendo de forma notable en el mundo en un escenario de fuerte competitividad en precio e innovaciones tecnológicas, por lo que un parón del sector en nuestro país impediría implantar los nuevos desarrollos y las plataformas avanzadas que permitirían consolidar y mantener la posición de la industria nacional a nivel global. El futuro más probable no es sólo la ubicación de las plantas en otros países con fuerte demanda eólica, sino también del know how y talento tecnológico del sector nacional.
Los fabricantes advierten de que, si se paraliza la industria hoy, no será posible reactivarla ni recuperar el empleo destruido dentro de unos años, con la consiguiente pérdida de oportunidades en y para nuestro país.
Por ello, las empresas piden al Ministerio de Industria que reconsidere su postura y modifique sustancialmente el borrador de Real Decreto, de forma que, además de poner fin al vacío regulatorio, se instaure un marco normativo que garantice la rentabilidad razonable de los parques eólicos y permita dar continuidad a esta industria estratégica.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.