Según datos de la Junta, en Andalucía existen trece centrales termosolares en funcionamiento, que acumulan 448 MW de potencia, más de la mitad (56%) de la potencia termosolar en funcionamiento de toda España; estas centrales son capaces de abastecer a una población equivalente de casi 250.000 familias y evitar 450.000 toneladas de CO2 anuales. Ávila ha recordado hoy también "el liderazgo de Andalucía en otras tecnologías limpias". Así, ha indicado que la región se sitúa a la cabeza en energía solar térmica de baja temperatura, con 705.000 metros cuadrados; en generación eléctrica con biomasa, con 230 MW; en biomasa para usos térmicos, con 630.000 toneladas equivalentes de petróleo (teps); y en capacidad de producción de biocarburantes, con 815.000 teps.
Andalucía tendrá en 2013 unos mil MW de termosolar. Andalucía está a la vanguardia en el desarrollo de la energía solar termoeléctrica, junto con Extremadura y Castilla-La Mancha. Andalucía ha puesto en marcha en el último año y medio más de 317 megavatios (MW) de energía termosolar y cuenta actualmente con 10 proyectos en construcción, que permitirán que la comunidad tenga en el año 2013 casi 1.000 MW en operación comercial, lo que superará las previsiones establecidas en el Plan Andaluz de Sostenibilidad Energética (PASENER) para esa fecha. Con la energía que generarán estas centrales se podrá abastecer de electricidad a más de un millón y medio de andaluces.
Así lo ha indicado en el Parlamento el consejero de Economía, Innovación y Ciencia, Antonio Ávila, que ha destacado la importancia del proyecto Gemasolar, inaugurado el pasado 4 de octubre en Fuentes de Andalucía (Sevilla), la primera instalación comercial del mundo de energía solar por concentración, con receptores de torre y almacenamiento en sales fundidas.
Esta instalación, ha explicado Ávila, cuenta con 19,9 MW de potencia instalada, que unido a las termosolares PS10 y PS20, que Abengoa tiene en Sanlucar la Mayor (Sevilla), hace que Andalucía cuente con las dos centrales termosolares más innovadoras del mundo en operación comercial.
En Andalucía existen 13 centrales termosolares en funcionamiento, que acumulan 448 MW de potencia, más de la mitad (56%) de la potencia termosolar en funcionamiento de toda España. Estas centrales son capaces de abastecer a una población equivalente de casi 250.000 familias y evitar 450.000 toneladas de CO2 anuales.
Ávila ha recordado también el liderazgo de Andalucía en otras tecnologías limpias. Así, ha indicado que se sitúa a la cabeza en energía solar térmica de baja temperatura con 705.000 metros cuadrados, en generación eléctrica con biomasa con 230 MW, en biomasa para usos térmicos con 630.000 toneladas equivalentes de petróleo y en capacidad de producción de biocarburantes con 815.000 toneladas equivalentes de petróleo. Además, ocupa el segundo puesto nacional en potencia fotovoltaica, con 760 MW, y el cuarto puesto en eólica e hidraúlica con 3.010 MW y 600 MW, respectivamente.
El consejero ha explicado que la Junta de Andalucía está apoyando las energías renovables por respeto al medio ambiente, para reducir la dependencia externa de países que tienen petróleo, para aprovechar las posibilidades naturales de la región y por motivos económicos.
En este sentido, ha recordado que el desarrollo de estas tecnologías supone también un impulso a la investigación y a la creación de empresas y empleo. En concreto, hasta 2010 el tejido productivo asociado a las energías renovables ha movilizado en Andalucía más de 1.900 millones de euros de inversión en construcción de instalaciones. La región cuenta ya con 1.600 empresas de promoción, ingeniería, fabricación de componentes, construcción, explotación y mantenimiento, que mantienen más de 35.700 empleos entre directos e indirectos en construcción, obras y mantenimiento.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.