La Universidad de Cantabria (UC) y la empresa Iberdrola colaborarán en un proyecto de I+D cuyo objetivo es optimizar las cimentaciones de hormigón armado de los aerogeneradores “off-shore” que se utilizan para producir energía eólica marina. Así lo establece el convenio de colaboración firmado hoy por José Carlos Gómez Sal, vicerrector de Investigación y Transferencia del Conocimiento de la UC, y Víctor Rodríguez, director general de Iberdrola Renovables.
A la formalización del acuerdo asistieron, además, José Manuel Revuelta, vicerrector Adjunto al Rector para Gobernanza, Organización y Planificación, en representación del rector; el investigador Francisco Ballester, catedrático de Ingeniería de la Construcción y director del grupo implicado en el proyecto, GITECO; Antón Navarro, director de Tecnología de Iberdrola; y Roberto Izaga, responsable de la zona Norte de España de la empresa.
El proyecto, denominado OCOA, pretende dar respuesta a las demandas crecientes del sector de la energía eólica, que “se está posicionando a la cabeza de las renovables”, señala Francisco Ballester. A medida que la tecnología avanza, surge la necesidad de expandir los molinos al terreno marino, donde el espacio es mayor y las características del viento son mejores. En el mar, los aerogeneradores deben ser más potentes y eficientes para ser económicamente rentables y el reto tecnológico se extiende al diseño y proceso constructivo de estas instalaciones, que también tiene que buscar la eficiencia.
Según explica el investigador de la UC, los parques eólicos construidos hasta el momento han sido comúnmente implantados por medio de monopilas, pero, a medida que la profundidad marina aumenta, estos elementos que van desde los cimientos hasta la unión con el molino se vuelven inadecuados. “Debemos desarrollar nuevos modelos para asegurar la viabilidad económica de las plataformas”, apunta Ballester.
El nuevo tipo de cimentación que la Universidad desarrollará para Iberdrola tendrá en cuenta el peso y las cargas provenientes del aerogenerador, la tensión máxima admisible por el terreno, el diámetro en base del fuste del molino y las cargas hidrodinámicas provenientes del mar. En concreto, el GITECO adaptará a las necesidades de la empresa un novedoso diseño de torre que tiene patentado, llamado “policono” y pensado para la construcción de estructuras verticales de hormigón “in situ”.
“Este tipo de estructura tiene dos ventajas respecto a la forma cónica tradicional: menor precio, debido al uso de un mismo tipo de encofrado, que elimina una serie importante de costes fijos; y reducción de los medios auxiliares necesarios para la construcción de dichas estructuras”, explica Ballester. El Grupo de Investigación en Tecnologías de la Construcción, perteneciente al Departamento de Transportes y Tecnología de Proyectos y Procesos, estudiará el proceso constructivo y de instalación de los molinos en base a los datos que proporcione Iberdrola, definiendo con ellos la mejor forma para superar los retos técnicos que se derivan del diseño de las nuevas cimentaciones.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.