En la inauguración también han estado presentes el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, y el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián.
La inversión realizada para este proyecto ha sido de alrededor de 250 millones de euros y su funcionamiento se basa en concentrar los rayos del sol, mediante espejos, en un punto por el que circula un fluido, cuyo calor sirve a su vez para generar vapor de agua que mueve una turbina.
La termosolar está operativa desde el 1 de mayo y se muestran "muy satisfechos" con el nivel de producción, ya que por la radiación de la zona se puede aportar energía 24 horas al día, durante los siete días de la semana. Gemasolar, una termosolar de 19,9 MW de potencia, es capaz de suministrar 110GWh al año, abastece a 27.500 hogares, reduce en más de 30.000 toneladas al año las emisiones de CO2 y evita la necesidad de quemar 89.000 toneladas de lignito al año o de importar 28.600 toneladas de petróleo al año.
El campo solar se compone de 2.652 heliostatos, cuyo ensamblaje se realizó en siete meses. Estos heliostatos están distribuidos en anillos concéntricos alrededor de la torre y el más alejado está situado a una distancia aproximada de un kilómetro. Cada heliostato consta de una superficie de espejos de 120 metros cuadrados que es orientada de forma continua a lo largo del día en función de la posición del sol y las condiciones meteorológicas.
Durante los 29 meses de construcción se han generado más de 1.800 empleos de forma directa y en el diseño se emplearon a más de 240 ingenieros, al ser "de los proyectos más complejos de Sener", y ahora en su mantenimiento se han generado unos 30 empleos. Asimismo, Sendagorta ha querido resaltar que la tecnología empleada ha sido diseñada en España y el 85 por ciento de sus componentes y sistemas también se han producido en España. sencillos y cuando se consigan estandarizar e industrializar se iniciará la senda del abaratamiento".
Según ha explicado, el presidente de Torresol Energy lo que distingue esta termosolar de las demás es su capacidad de almacenamiento, que utiliza una tecnología que "tiene un largo recorrido de cara a abaratar los costes". "Todavía no es competitiva con otras formas de energía, como el gas o el petróleo, porque su desarrollo tecnológico es reciente", pero "los componente son sencillos y cuando se consigan estandarizar e industrializar se iniciará la senda del abaratamiento".
En este sentido, ha señalado que al estar la energía termosolar en una fase temprana o inicial necesita algún tipo de ayuda, pero "lo importante es que de forma progresiva hasta 2020, esas tarifas disminuyan" de manera que para "2020-2025 la energía termosolar sea competitiva y no necesite ayudas".
La compañía Torresol, que nació en 2008 fruto de la alianza de las empresas Sener y Masdar, ha invertido en sus tres primeros años en Andalucía un total de 940 millones de euros y cuenta con tres fortalezas. Por un lado, la tecnología de Sener, que ha apostado por la termosolar desde 2004 y por las termosolares de cilindro-parabólica; la presencia geográfica en mercados donde hay futuro con mercado importante en las próximas décadas, como España, el Golfo Pérsico y Estados Unidos; y la vocación de conseguir la excelencia en el área de mantenimiento.
Asimismo, la empresa prevé que para final de este año y principio de 2012 se puedan poner en marcha las dos termosolares gemelas de 50 MW instaladas en San José del Valle (Cádiz) –Valle I y Valle II–, que emplean tecnología de colectores cilindro-parabólicas, así como nuevos proyectos en el Golfo Pérsico, California y la propia Andalucía a partir de 2013.
En el caso de Andalucía, según Sendagorta, "los planes son ambiciosos", con la intención de continuar invirtiendo en nuevos proyectos en las zonas donde ya están presentes –Fuentes de Andalucía (Sevilla) y San José del Valle (Cádiz)–. Además, estima que estos proyectos nuevos serán "del doble de tamaño" que Gemasolar, aunque con un coste de entre 250 y 300 millones de euros, lo que supondrá un 25 por ciento menos.
Si bien, para llevar a cabo estas inversiones, el presidente de Torresol ha reclamado seguridad en el marco normativo. "Estas inversiones no son ninguna broma y necesitan estabilidad en el marco regulatorio", ha subrayado, a lo que ha añadido que es "impensable" que se invierta con un modelo definido y "a medio camino, se cambie".
Andalucía ha puesto en marcha desde la primavera 317 megavatios más de energía termosolar por lo que existen ya en funcionamiento un total de 447,91 MW distribuidos en 13 centrales. Estos 317 nuevos megavatios, corresponden a las termosolares Solnova Uno, Tres y Cuatro, de la localidad sevillana de Sanlúcar la Mayor, y Helioenergy I en Écija, de Abengoa Solar; las cordobesas Palma del Río I y Palma del Río II, de Acciona Energía y a Gemasolar-Solar Tres, de Sener-Torresol Energy, en Fuentes de Andalucía (Sevilla).
Andalucía es la primera región de Europa en la que se han implementado proyectos comerciales de centrales termosolares. Así, los cerca de 448 MW que están en funcionamiento se localizan en las provincias de Córdoba, Sevilla y Granada. En el primer caso se encuentra las ya citadas de Palma del Río I y II, con 50MW cada una y tecnología de colectores cilindro parabólicos (CCP).
En Sevilla, la PS10, con once MW y la PS20, con 20 MW de potencia, de Abengoa Solar, ambas con tecnología de torre; Solnova I, Solnova Tres, Solnova Cuatro y Helioenergy I con tecnología de colectores cilindro parabólicos (CCP), de 50 MW cada una, y una central de 0,08MW, de Discos Stirling.
A esto se suma también en la provincia sevillana, la ya nombrada de Gemasolar, de 17MW, con tecnología de torre con helióstatos. En la localidad granadina de Aldeire, se localizan las centrales Andasol I y II, de 50 MW cada una, con tecnología de colectores cilíndrico-parabólicos y almacenamiento de energía térmica.
Además, existen otras once centrales en construcción, con 499,59 MW, en las provincias de Sevilla, Córdoba, Cádiz y Granada. De éstas, tres centrales ya están en fase de pruebas, por lo que en breve podrían entrar en funcionamiento.
Estos cerca de 500 MW abastecerán a una población equivalente a más de 275.000 familias, y evitarán aproximadamente 500.000 toneladas de CO2 anuales, como si retiráramos 272.000 vehículos de la circulación.
En cuanto a energía solar fotovoltaica, desde el pasado verano, se ha aumentado en 85 MW la potencia instalada, llegando actualmente a los 759,27 MW, que sitúan a Andalucía como la segunda comunidad española en potencia eléctrica instalada en esta tecnología. Así, en los últimos cuatro años, la región ha multiplicado por más de 35 la potencia instalada.
De estos 759,27 MW, la potencia fotovoltaica correspondiente a instalaciones aisladas es de 7,85 MW distribuidos por todas las provincias. Cifra que sitúa a la región en el primer puesto nacional, con un 40,9 por ciento del total.
Con el total de MW solares fotovoltaicos instalados conectados a red, se puede abastecer a unas 225.000 familias. Se distribuyen provincialmente de la siguiente forma: Córdoba cuenta con 176,7 MW, seguida de Sevilla con 171,2 MW, Granada con 82,7 MW, Jaén con 75,3 MW, Almería con 74,8 MW, Huelva con 65,2 MW, Cádiz con 61,9 MW y Málaga con 43,5 MW.
Andalucía es la primera comunidad autónoma en instalaciones solares térmicas, que se utilizan no sólo para el calentamiento de agua para uso doméstico, sino para calentar el agua de piscinas, la calefacción y la climatización.
Andalucía tiene 704.472 m2 instalados, lo que equivale a abastecer de agua caliente a más de 246.550 hogares. Estas instalaciones térmicas se distribuyen así: Sevilla cuenta con 263.108 m2 , seguida de Málaga con 146.499 m2, Cádiz con 109.110 m2, Almería con 63.127 m2, Huelva con 40.029 m2, Granada con 34.306 m2, Córdoba con 31.573 m2 y Jaén con 16.720 m2.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.