Los datos del informe, realizado pormenorizadamente con información recogida en todas las provincias y municipios andaluces, están disponibles también en un visor TIG (Tecnologías de la Información Geográfica) del mapa de Andalucía, al que se puede acceder a través del enlace de la web de APREAN: www.aprean.com/vaprean/
Empresas
El mayor número de empresas dedicadas a las renovables en Andalucía se concentra en la provincia de Sevilla, con un total de 190, lo que representa el 23,5 por ciento del total andaluz. Le siguen las provincias de Málaga, Jaén, Granada y Córdoba, que tienen entre 100 y 130 empresas. En un tercer escalafón se sitúan Almería y Cádiz que registran entre 60 y 75 empresas cada una. En último lugar, queda la provincia de Huelva con tan sólo 39.
El tamaño medio de las empresas del sector es de 16,78 empleados, si bien tres de cada cuatro tienen un tamaño inferior a 10 empleados, lo que revela el protagonismo de las pymes dentro del sector de las energías renovables en nuestra región.
La mayor parte de las empresas operan en el subsector de solar térmica y biomasa (biomasa térmica y biomasa eléctrica), seguido de fotovoltaica. Las actividades más frecuentes que desarrollan son las de operación y mantenimiento, la instalación de equipos y el desarrollo de proyectos.
Empleo
El empleo en las renovables en Andalucía se caracteriza por su juventud y alta cualificación ya que el 80 por ciento tiene entre 18 y 42 años, y únicamente un 18 por ciento de las plantillas no posee un título universitario o un ciclo formativo en formación profesional. Existe una mayor presencia, del 80 por ciento, de hombres sobre mujeres. Las zonas rurales, que normalmente acumulan mayores tasas de desempleo y menores niveles de renta per cápita, son las más favorecidas por la creación de empleo.
El subsector renovable donde se genera mayor empleo de calidad y estable es el eólico puesto que el 80 por ciento de los empleados tienen un contrato laboral fijo. Las empresas tienen preferencias de contratación de perfiles medio-altos, con elevada cualificación profesional y fuerte especialización: técnicos de sistemas, ingenieros de proyectos e instaladores de sistemas.
Formación
En el apartado formativo, clave para el desarrollo del empleo y de la propia industria de las renovables, Andalucía registra un total de 281 acciones formativas. Cada año se forman en la comunidad un total de 5.197 personas en alguno de los cursos o ciclos relacionados con el sector.
Las acciones de formación que se imparten engloban Formación Profesional Ocupacional (213 cursos), Formación Profesional Continua (14 cursos), enseñanzas universitarias (20 cursos y másteres), ciclos formativos de Formación Profesional de Grado Medio (27 cursos) y ciclos formativos de Formación Profesional de Grado Superior (7 cursos).
La oferta de másteres universitarios en renovables en Andalucía ha pasado en unos pocos años de ser inexistente a registrar un total de diez aunque destaca el hecho de que aún no se ha ofertado, dentro de las universidades andaluzas, el título de grado en Ingeniería de la Energía, que sí contemplan otras universidades de fuera de la región.
Perspectivas
A pesar de la crisis, las perspectivas de contratación para los próximos años son buenas. El 31 por ciento de las empresas consultadas espera tener un crecimiento continuado a medio-largo plazo y un 46 por ciento prevén mantenerse estables. Las mejores perspectivas para los próximos años son para la tecnología termoeléctrica y de la biomasa eléctrica.
De mantenerse las previsiones del Plan de Acción Nacional de Energías Renovables (PANER) 2011-2020, que estima un crecimiento del empleo para los próximos 10 años de un 75 por ciento, Andalucía sumaría 7.834 nuevos puestos de trabajo y alcanzaría los 17.626 empleos en 2020.
El futuro de las renovables, según el citado plan, girará en torno a la generación distribuida; es decir, a la generación de energía renovable en los centros de consumo, lo que crea muy buenas perspectivas para el sector fotovoltaico orientado a las instalaciones en cubiertas de edificios y naves.
Por otra parte, las exigencias del nuevo Código Técnico de Edificación y del Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios promoverán, en los próximos años, un importante desarrollo de la energía térmica y eléctrica en edificios en los próximos años.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.
