Publicado en la web Google Green, el informe sobre la huella de carbono revela detalles sobre su consumo global de electricidad y sus esfuerzos por evitar el calentamiento global. Esta es la primera vez que Google accede a revelar cuánto dióxido de carbono emite su complejo sistema de bases de datos, buscador y servicios en Internet. Hasta ahora, se había negado a revelar esa información porque consideraba que podía brindarles datos claves a sus más férreos competidores.
En un email enviado a la revista Forbes, Parag Chokshi, vocero de la empresa, explicó el cambio de posición: "Es cierto que en un primer momento nos preocupaba por motivos de competitividad. Pero a medida que Google y la industria han madurado, hemos decidido que es más importante compartir la información sobre el consumo de energía para impulsar mejores prácticas".
Se sabe, Google está más que interesado en el medio ambiente. De hecho, una de sus grandes apuestas ha sido en parques de energía eólica marina. Es una de sus inversiones para mejorar el medio ambiente y contribuir a evitar el efecto invernadero.
Otras de esas medidas están vinculadas con la eficiencia de sus centros de operaciones para hacerlos más verdes. Y, según dicen, lo han logrado. De acuerdo a Google, son un 50 por ciento menos contaminantes que la media y sus servicios en nube son 80 veces más eficientes que las alternativas tradicionales. Esto se traduce en que durante todo el 2010 la empresa emitió 1,46 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono. 1,2 millones de toneladas métricas de CO2 corresponden al consumo eléctrico de centros de datos y oficinas.
Según publican en Internet, el consumo de electricidad durante el 2010 de Google fue de casi 2.6 millones de MWh. Dicen que es el 0,01 por ciento del consumo total del mundo. La energía usada por las búsquedas de Google es muy pequeña. Cien búsquedas equivalen a usar una laptop de 30 watts durante una hora, prender una lamparita de 60 watts durante 28 minutos.
La cantidad de energía que se utiliza para responder a un requerimiento en el buscador equivale a 0,0003 kWh, lo que se traduce en cerca de 0,2 gramos de dióxido de carbono. No fue el único cálculo que hicieron. En Google quisieron saber cuán "verde" es el uso de YouTube o Gmail. Y lo midieron. Ver un minuto de video en su plataforma consume 0,0002 kWh y genera 0,1 gramos de dióxido de carbono. Es la misma energía que consume el cuerpo humano en 8 segundos.
Para el caso de Gmail, el cálculo fue más general, pero igual de revelador. En todo el año pasado cada usuario consumió 2.2 kWh y generó 1,2 kg de dióxido de carbono. Menos que lo que se emite por tomar una botella de vino, colocarle un mensaje en su interior y arrojarlo al mar (eso dicen en Google). Precisamente, los servicios en nube como Gmail, son 80 veces menos contaminantes que los sistemas tradicionales.
Incluso, Google asegura que –a pesar de las emisiones que genera- desde 2007 no contamina en lo absoluto gracias a las inversiones que ha hecho en parques eólicos y a la compra de energías renovables o créditos de carbono que dejan su balance en cero. Por ejemplo, esas inversiones generan 1,7 gigavatios de energías renovables, suficientes para darle electricidad a 350.000 hogares.
Para poder presentarse como una empresa cuidadosa del medio ambiente, Google no sólo ha reducido al mínimo sus consumos de energía sino que utiliza en sus edificios y oficinas materiales amigables, contrata flotas de transporte para sus empleados y recicla a lo loco.
Los techos de sus oficinas tienen paneles solares que les permiten ahorrar unas 10.000 toneladas métricas de dióxido de carbono por año. En Finlandia, un data center que abrirá en breve sus puertas utiliza agua de mar para refrigerar las instalaciones lo que minimiza el gasto de energía.
En la última década el consumo de energía ha sido una obsesión para Google. Lo dice Urs Hoelzle, vicepresidente de Infraestructura en su blog oficial. En mente tiene ahora ponerse a trabajar para reducir los desechos de los vehículos con los que fotografían las calles en todo el mundo para su famoso Street View. 11.126 toneladas de las emisiones directas de Google vienen precisamente de esos autitos.
Expertos dicen que es cierto: Ver un video en YouTube, una unidad de Google Inc., es más eficiente energéticamente que ver un DVD que tuvo que ser producido, empacado, embarcado y comprado. Hablar de sostenibilidad es una popular herramienta publicitaria, pero Google ha hecho de las energías renovables y la protección ambiental parte de su identidad corporativa y de sus operaciones en una forma que es única en el mundo empresarial de Estados Unidos.
La rama filantrópica de Google financia proyectos que buscan hacer las energías renovables más baratas que el carbón. La compañía compra grandes bloques de energías renovables directamente de los generadores. Google ha invertido casi 1.000 millones de dólares en proyectos de energías renovables, incluyendo parques eólicos en Dakota del Norte, California y Oregón, proyectos de eenrgía solar fotovoltaica y termosolar en California y Alemania, y el inicio de un sistema de transmisión en la costa este de Estados Unidos que busca fomentar la construcción de instalaciones eólicas marinas frente a las costas.
El medio ambiente ha sido una preocupación desde hace tiempo para el cofundador y director ejecutivo Larry Page y, desde el 2007, la compañía ha estado pagando por proyectos para eliminar gases de invernadero de la atmósfera para contrarrestar sus propias emisiones de CO2.
En un blog publicado el jueves, Google afirmó que usó 2.300 millones de kWh de electricidad el año pasado, más o menos la misma cantidad que consumen 207.000 hogares estadounidenses en un año, de acuerdo con la asociación industrial Edison Electric Institute.
El enfoque ambiental de Google hizo que el artículo del 2009 publicado en el periódico británico The Sunday Times —en el que se dijo que las búsquedas cibernéticas en Google generaban grandes cantidades de gases e invernadero— fuera doloroso para la compañía. Dicho artículo, que causó una conmoción en la comunidad ambientalista, afirmó que una sola búsqueda en Google generaba tanto CO2 como hervir agua en una tetera. Google se defendió enérgicamente, y el periódico aceptó la aseveración de Google de que las búsquedas generaban 35 veces menos CO2 que lo que indicaba el artículo.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.
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