La previsión inicial era que estos vehículos comenzaran a llegar a Málaga en octubre de este año, pero los encargados del proyecto están aún perfilando el estudio de viabilidad de Smart Community System para adaptarlo a la ciudad de Málaga y prevén terminarlo a finales de 2011.
Durante estos meses se trabaja para determinar técnicamente cuál es la localización idónea de los puntos de recarga, de los aparcamientos de alta concentración, etcétera. El objetivo de este proyecto, que tendrá una duración de cuatro años, es preparar la introducción a gran escala de las energías renovables y de los vehículos de próxima generación,eléctricos. Según el Gobierno japonés, en función del desarrollo de Smart Commmunity System, se podrá extender a otros puntos de España y de Europa e, incluso, de Sudamérica.
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y Seiji Murata, presidente de NEDO, organización para el desarrollo de nueva tecnología industrial y de la energía, dependiente del Ministerio de Economía, Comercio e Industria japonés, firmaron el pasado 28 de marzo un acuerdo de intenciones.
Smart Commmunity System, que se enmarca en el Japan-Spain Innovation Program for Technological Cooperation (JSIP), desarrollado en Japón por NEDO y en España por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), fue aprobado por el organismo nipón a finales del pasado mes de febrero y, con la firma del acuerdo de marzo, se formalizó la participación de la ciudad de Málaga.
Este proyecto está liderado, en la parte japonesa, por Mitsubishi Corporation y participan también Mitsubishi Heavy Industries e Hitachi. En cuanto a España, está capitaneado por Endesa y se encuentran también Telefónica y Sadiel.
Según lo previsto, se instalarán 220 puntos de recarga normal y 16 de rápida. Este tipo de vehículo tiene un coste de unos 29.000 euros; no obstante, en este caso la idea es aplicar el sistema de renting.
El consumo medio es de 4.000 kilovatios hora al año, que es una cifra similar al gasto eléctrico de una persona. Asimismo, existe una recarga rápida, de 10 minutos, para la mitad de la batería, que suele ser la práctica habitual. Hay también modelos que tienen una autonomía de 185 kilómetros, por lo que con media batería podrían cubrir una distancia de 90 kilómetros.
En la elección de Málaga para desarrollar esta iniciativa influyó el hecho de que la capital ya acoja SmartCity, liderado por Endesa, que plantea un nuevo modelo de gestión energética en las ciudades con el objetivo de conseguir un aumento de la eficiencia, una reducción de las emisiones de dióxido de carbono y un aumento del consumo de energías renovables. De hecho, ambos proyectos serán complementarios.
Precisamente, siguiendo SmartCity, el Ayuntamiento participa como socio en el proyecto europeo Green Emotion, que tiene como objetivo establecer las claves para que se pueda implantar de forma más o menos masiva la movilidad eléctrica en el ámbito urbano y se estandaricen todos los sistemas y puntos de carga de vehículos eléctricos, según ha explicado Navarro.
De hecho, ya están definidos 20 puntos de carga para estos vehículos: 10 por los responsables de SmartCity, tales como junto al Palacio de Deportes ‘Martín Carpena’, el Palacio de Ferias y Congresos, el hospital Materno Infantil, la calle Miguel Bueno Lara, el pabellón de Ciudad Jardín, la avenida de las Américas, la Escuela de Ingenierías en el campus de Teatinos o el hospital Clínico Universitario.
Y otra decena por el Consistorio, como es el caso del edificio de la antigua Tabacalera; la Junta Municipal de Distrito 6-Cruz de Humilladero; junto al Ayuntamiento; el Hospital Noble; la sede de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT); cuatro aparcamientos municipales, tales como los de la plaza de la Marina o la avenida de Andalucía, y es posible que también junto a la sede de la Gerencia Municipal de Urbanismo. Se quiere instalar también un punto de carga rápida en un espacio simbólico de la ciudad, como puede ser entre la plaza de la Marina y el puerto, un aspecto que, como ha precisado la concejala, aún se está estudiando.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.