La energía solar en Argentina

El desarrollo de las energías renovables sigue estando en el centro de los debates y ha tomado una nueva importancia en los últimos años, debido a dos razones: la toma de conciencia de los problemas de contaminación ambiental, sobre todo con el calentamiento global, y el cada vez más cercano agotamiento de las fuentes energéticas fósiles.

En este contexto mundial, las energías renovables se presentan en un contexto propicio y oportuno para la investigación, el desarrollo y la aplicabilidad. Entre las energías renovables disponibles se encuentran la solar, la eólica, la bioenergía, la geotermia y la undimotriz, entre otras.

En el marco del III Congreso Internacional sobre Cambio Climático y Desarrollo Sustentable, organizado por la UNLP, se hizo presente la investigadora Graciela Lesino, perteneciente al Inenco (Instituto de Investigación en Energía no Convencional) de Salta, y destacó las ventajas de la energía solar, entre otras, y contó dos líneas posibles de investigación: el desarrollo de parques con energía solar a través de células fotovoltaicas, lo que se traduce directamente en energía eléctrica, o la utilización de espejos que centran toda la energía calórica en colectores.

La situación de Latinoamérica, como la de Argentina, representa un momento de quiebre en el que, como economías en desarrollo, se enfrentan a una creciente demanda energética que responde a un incremento de las producciones industriales y a una mejora de la calidad de vida. Debido a esto, es necesario el desarrollo, la investigación y la inversión en estos campos, explicó Graciela Lesino.

La disponibilidad energética

Lesino destacó la ventaja comparativa que Argentina presenta tanto para la recolección de la energía eólica como para la solar, sobre todo esta última. Esto se basa en una medición realizada por un grupo dirigido por el Dr. Grossi Gallegos y en base a los datos obtenidos por una red solarimétrica con más de 40 estaciones de medida, que reveló que la Argentina dispone de altos niveles de radiación solar en las regiones andinas y subandinas desde Jujuy a Neuquén.

Generación eléctrica

Lesino explicó dos métodos de generación eléctrica: por vía térmica y por vía fotovoltaica. La primera consiste en la producción de vapor a alta temperatura para luego expandirlo en turbinas que generan electricidad en forma similar a los métodos convencionales. Para su recolección se utilizan espejos parabólicos, lineales o cilíndricos que concentran los rayos en colectores que pueden tener agua, sales o aceites densos. La generación fotovoltaica es quizás la más vistosa y la que ha recibido un mayor impulso en la última década. En estos soportes, la generación es directa y consiste en la utilización de propiedades eléctricas de materiales como el silicio, el cual puede recibir energía solar y transformarla directamente en electricidad.

Otros usos de la energía solar

La energía solar puede utilizarse para el acondicionamiento térmico de edificaciones. Estos edificios bioclimáticos combinan técnicas de aislamiento térmico, captación de energía solar con equipos pasivos como ventanas, invernaderos y colectores solares colocados en las paredes, sumado a la iluminación natural. En el mismo sentido, se utilizan colectores solares para calentar agua que es almacenada en tanques y para el secado de productos agrícolas.

Esto último es necesario porque en Argentina casi la mitad de la población no posee gas natural, que fuciona como el medio más habitual para calentar agua y calefaccionar viviendas.

La primera central conectada a la red nacional

A mediados de año se puso en funcionamiento la primera central solar fotovoltaica de Suramérica que está conectada a la red del sistema eléctrico nacional, con un total de generación de 13,2 kW.

El proyecto fue denominado Plan Solar San Juan y la construcción de la central solar fotovoltaica estuvo a cargo de la compañía española Comsa Emte, que recibió una inversión de 10 millones de dólares por parte de EPSE (Energía Provincial Sociedad del Estado). La central se encuentra en Ullum, a 30 kilómetros de la capital provincial, y cuenta con casi cinco mil paneles solares que son capaces de abastecer de manera limpia a unos 1.500 hogares.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

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