Un vehículo eléctrico argentino con el sello del gobierno

El proyectista de automóviles Miguel Ángel Bravo podría verse beneficiado próximamente si se firma el decreto presidencial que autoriza la producción y comercialización de los modelos de producción nacional de automóviles eléctricos. Más allá del precio, el impulsor de la iniciativa, conocido como Arq. Bravo reconoció en declaraciones hechas en la muestra Tecnópolis que espera un OK del gobierno nacional para largar al mercado un coche eléctrico argentino al que sólo parece faltarle la insignia “Para Todos”.

El desarrollador reveló que se está gestionando un crédito del Fondo del Bicentenario necesario para financiar la producción de coches eléctricos, sumado a la certificación de la industria automotriz que habilita el patentamiento de este tipo de vehículos eléctricos

La producción de Bravo tiene varios modelos. Sin embargo, en la muestra oficialista Tecnópolis (Villa Martelli, Buenos Aires) se hizo hincapié en un Buggy con motor eléctrico, un vehículo 100% nacional.

El Buggy que se ofreció en Tecnópolis es el primer auto eléctrico diseñado y fabricado en pequeña serie en la Argentina. Tiene suspensión independiente en las cuatro ruedas, es liviano y posee un centro de gravedad muy bajo.

El Buggy lleva un motor eléctrico alimentado por 44 baterías de gel, que le otorgan una autonomía de 100 kilómetros con una carga de seis a ocho horas. Bravo hizo un acuerdo con Fiat para que le provea de ciertos componentes necesarios para el vehículo en cuestión, como piezas de la transmisión y la caja de cambios.

Más allá del desarrollo técnico el auto tiene cuestionamientos desde la estética. Un buggy playero al que se lo intenta llevar a la ciudad debería al menos ofrecer un combo de diseño un poco más tentador para el consumidor.

Fuera de los planes oficiales “Para Todos” ya conocidos, el actual gobierno nacional todavía no logró anunciar oficialmente un plan nacional de automóviles populares. Al parecer, la intención es que el anuncio venga de la mano de este auto con motor eléctrico o en su defecto un automóvil de mayor magnitud con impulsor híbrido, con la premisa de mantener precios accesibles.

Al parecer, sólo falta el decreto presidencial que habilite al Arq. Bravo y su ´Compañía Argentina de Automóviles´ (nombre nacionalista de su proyecto) a patentar sus autos y poder comercializarlos. La firma tiene el sello del PJ. En declaraciones a la prensa especializada, Bravo graficó la situación y concluyó: “Sólo durante un Gobierno peronista se puede llevar adelante este proyecto”.

Más allá de lo partidario, este tipo de expresiones técnicas son fruto de países y sociedades en vías de desarrollo. En Argentina, el auge de vehículos de transporte privado semejantes (precarios, obsoletos para otros mercados) abundan y se contrastan con una industria automotriz que atraviesa un gran momento de producción y ventas. Estas manifestaciones tienen su eco con las bicimotos o las motos eléctricas provenientes de China. Se desconoce cuándo podría llegar la autorización nacional para su producción. También se desconoce la magnitud de los fondos públicos para financiar el proyecto. Se mencionan más de $150 M de pesos.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

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