No importan las brechas presupuestarias, tecnológicas o políticas que surgirán cuando este promotor de las energías renovables deje su cargo en la legislatura estatal. ‘¡No me pusieron el nombre Gobernador Rayo de Luna por nada! Me lo gané defendiendo ideas que no eran populares’, dijo Brown, quien se ganó el apodo hace tres décadas cuando quiso que California comprara un satélite.
Tras regresar al máximo cargo del estado este año, Brown ya promulgó una ley que exige que California obtenga un tercio de su electricidad de energía solar, instalaciones eólicas y similares para 2020. Dijo que sólo era el comienzo. Ese es el objetivo máximo en Estados Unidos en términos de la producción total de energía, si bien para el 2030 el pequeño estado de Hawai apunta a llegar al 40 por ciento, un número que está a tono con lo que aspira Brown.
‘Creo que el 40 por ciento, a un costo razonable, está bien a nuestro alcance en el futuro cercano’, dijo Brown en un comunicado sobre la meta del 33 por ciento, denominada Cartera de Estándares Renovables (RPS, por sus siglas en inglés). Su administración estudia cuán realista sería la meta superior, así como también un plan paralelo para cubrir el estado con pequeños grupos de paneles solares que podrían ubicarse en cualquier lugar, desde los terrenos de una prisión a los costados del acueducto de California.
En conjunto, estas pequeñas baterías podrían representar casi el 20 por ciento de la electricidad, si se cumplen las metas de Brown. En comparación, el Congreso de Estados Unidos aún no ha considerado un estándar nacional de energía limpia impulsado por el presidente Barack Obama.
La Cámara de Representantes, con mayoría republicana, se ha opuesto a buena parte de las iniciativas ambientales de Obama porque elimina puestos de trabajo, dejando a California, la octava mayor economía del mundo, a la vanguardia dentro de Estados Unidos.
Los empleos son una parte importante de la iniciativa en un estado que busca su próxima gran promesa económica, como los microchips o el espacio aéreo lo fueron en el pasado. Brown cree que California podría crear medio millón de puestos de trabajo con una promoción agresiva de las energías renovables, el almacenamiento de energía y la eficiencia energética.
Tom Werner, director ejecutivo del fabricante de paneles solares SunPower Corp, se ha reunido con Brown más de una vez este año y dice que la energía solar domina los encuentros con el gobernador, incluso cuando no se supone que ese sea el tema. ‘El me recordó que era un promotor de la energía solar en los 70′, que era el promotor original’, sostuvo.
Llegar al 40 por ciento de fuentes de energía renovables pondría a prueba la red de suministro eléctrico de California, forzaría su capacidad de colocar rápidamente en funcionamiento la nueva generación y exacerbar el problema de las fuentes intermitentes. Se está planeando y construyendo nuevos tendidos eléctricos y parques eólicos. También cuenta con desiertos, pasos de montaña, y campos geotérmicos que son perfectos para las fuentes de energía renovable.
El operador de la red estatal de suministro eléctrico tiene un nuevo centro de comando construido con un 33 por ciento de fuentes renovables en mente. Monitorea las nubes que se dirigen hacia el desierto del Mojave, por ejemplo. ‘De eso se trata, de estar visualmente un paso adelante de la naturaleza’, dijo Stephanie McCorkle, portavoz del California Independent System Operator.
Resolver un problema con antelación, no obstante, es sólo la mitad de la solución. El estado de todos modos necesitará llenar las brechas energéticas que surjan. La tecnología de baterías está mejorando al punto que el almacenamiento de energía podría proporcionar unos pocos segundos, minutos, y potencialmente unas pocas horas de electricidad a precios igualmente competitivos con una nueva central de gas natural, dijo John Zahurancik, vicepresidente de Energy Storage Group de AES Corp.
Su compañía energética está participando en una licitación de un contrato en Nueva York para proveer un sistema de baterías que suministrarían tanta energía como una planta eléctrica tradicional mediana durante varias horas. Gran parte de la respuesta podría ser el uso de menos electricidad, el mantra de Brown cuando fue gobernador de 1975 a 1983.
Aislar casas, mejorar la iluminación y los electrodomésticos son la clase de soluciones que podrían crear puestos de trabajo, reducir la presión sobre la red de suministro y ahorrarles dinero a los consumidores. Si suben los precios de la energía, usar menos electricidad podría mantener las cuentas dentro de un rango manejable.
‘Creo que el estado podría llegar al 40 por ciento de fuentes renovables para 2020 porque es una función de la reducción de la demanda por medio de la eficiencia energética y el incremento de la oferta de energías renovables. Pero debemos ser conscientes del precio’, dijo Michael Peevey, jefe de la Comisión de Servicios Públicos de California.
En un documento sobre presupuesto, su comisión pidió que el nuevo personal estudiara la meta del 40 por ciento que haría que la energía renovable sea la principal fuente energética de California. Un 40 por ciento estaría aproximadamente a la par de la electricidad generada por gas natural.
El ahorro podría significar un cambio en el uso de energía, como comprar un lavavajillas más eficiente o usar un sistema para apagar el refrigerador por unos minutos cuando se dispara la demanda o en medio de la noche. Pero falta mucho tiempo para que eso repercuta sobre la red.
La industria se muestra cauta. Aunque los precios de las baterías solares están disminuyendo, la fiabilidad de las nuevas tecnologías es aún incierta, al menos en lo que respecta a convertirlas en la principal fuente energética. La industria por ahora está enfocada en alcanzar el 33 por ciento.
‘Estamos tomando una gran cartera y la vamos a duplicar en un lapso muy breve’, dijo Mike Marelli, Director de contratos del grupo Energía Renovable y Alternativa de Southern California Edison. El 18 por ciento de la electricidad suministrada conjuntamente por operadores independientes en California provino el año pasado de fuentes renovables, y con ello no se llegó a la anterior meta del estado del 20 por ciento al 2010.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.