Los nuevos parques eólicos, impulsados por grupos privados, reflejan la creciente confianza en el sector energético dominicano. Los avances registrados en la gestión operativa del sector, la nueva gerencia de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) y la elaboración de un plan estratégico, constituyen factores determinantes para el futuro desarrollo del sector y la consecución de su plan de expansión de fuentes generadoras de energía.
Los parques eólicos, entre los primeros en construirse en la República Dominicana, ayudarán al país a diversificar su matriz energética, que en la actualidad depende casi exclusivamente de combustibles fósiles como el petróleo y el gas para la producción de electricidad. Los proyectos aprovecharán incentivos creados por una reciente ley de fomento a la generación eléctrica de fuentes renovables no convencionales.
Un préstamo de 50,7 millones de dólares apoyará el proyecto de Parques Eólicos del Caribe (PECASA), desarrollado por un consorcio empresarial compuesto por Gamesa, Grupo Delta Intur, Aquiles Mateo y Miguel Ángel Muñiz, para instalar 25 turbinas eólicas Gamesa G90, con una capacidad de 2 megavatios cada una, en la localidad de Guanillo, en la provincia meridional de Monte Cristi. El coste total de este proyecto eólico está estimado en 127 millones de dólares.
Otro préstamo de 27,6 millones de dólares para el Grupo Eólico Dominicano, compañía controlada por el grupo español Inveravante, ayudará a financiar la instalación de 17 aerogeneradores Vestas V90, con una capacidad de 1,8 megavatios cada uno, en la localidad de Baní, en la provincia de Peravia, al oeste de Santo Domingo. El coste total de este proyecto será del orden de US$68,9 millones.
En ambos casos se construirán líneas de transmisión de 138 kilovoltios para conectar a los parques eólicos con la red eléctrica nacional y se ejecutarán obras de ingeniería civil, incluyendo caminos de acceso, subestaciones y estaciones de control, cimientos y plataformas para las turbinas eólicas.
Los parques eólicos venderán su producción a la CDEEE en virtud de contratos de compra de energía a 20 años de plazo. Además de aumentar la producción de energías renovables en la República Dominicana y ampliar su grado de independencia ante las fluctuaciones de precios del petróleo, los parques eólicos permitirán reducir las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero por el equivalente a una media de 144.000 toneladas anuales de dióxido de carbono. Así, ambos parques eólicos podrían calificar para la obtención de reducciones certificadas de emisiones de gases de efecto invernadero.
Los proyectos eólicos favorecerán la transferencia de tecnología y conocimientos especializados durante las fases de construcción y operación. Ambos préstamos fueron otorgados a 15 años de plazo, con tasas de interés sujetas a las condiciones de mercado. El BID continuará brindando su apoyo a la modernización y desarrollo sostenible del sector eléctrico dominicano, proveyendo de financiamiento y asistencia técnica en áreas como distribución y telemedición, entre otras.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.