Colombia, que actualmente obtiene hasta 70 por ciento de su electricidad de fuentes hidráulicas, aún no ha explotado su potencial geotérmico, que le permitiría aprovechar el calor del núcleo del planeta. La generación geotérmica es menos contaminante que recursos convencionales como el carbón o el petróleo, aunque sus costos iniciales de desarrollo son elevados.
Con casi tres décadas de experiencia en proyectos geotérmicos, el BID alienta a los países de América Latina y el Caribe a explotar fuentes de energía alternativas con bajos índices de carbono, a fin de mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Este nuevo proyecto, aprobado por el Directorio Ejecutivo del BID el martes 5 de julio, ayudará al gobierno colombiano a forjar un marco normativo que fomente el uso de fuentes de energía renovables no convencionales mediante incentivos adecuados y la eliminación de obstáculos a las inversiones en proyectos geotérmicos.
Bajo esta parte del proyecto, que será ejecutada por la Unidad de Planificación Minero Energética del Ministerio de Minas y Energía, también se actualizará la base de datos con información sobre fuentes de energía alternativas en Colombia.
Un segundo componente, cuya ejecución estará a cargo de la empresa energética de capital mixto ISAGEN, se concentrará en los estudios técnicos, ambientales y sociales necesarios para evaluar y validar el potencial geotérmico de sitios en el Macizo Volcánico del Ruiz, en la Cordillera Central de Colombia.
Los estudios que se ejecuten en el marco de este componente, complementarán los estudios de prefactibilidad iniciados con el apoyo de una donación de US$ 900.000 del Fondo Fiduciario del Japón para servicios de consultoría, que administra el BID.
Conforme a los resultados de los estudios y la subsiguiente fase de perforaciones exploratorias, ISAGEN podría construir una planta geotérmica de 50 megavatios en uno de los sitios. Los recursos del FMAM también solventarán el análisis de una estructura financiera óptima para la construcción de la planta de energía, que podría demostrar el potencial de Colombia para aprovechar recursos energéticos alternativos.
Otro objetivo clave del proyecto es la difusión de información y conocimientos acerca de energía renovable no convencional en Colombia. Personal del Instituto Nacional de Geología y Minería (Ingeominas) y estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia participan en la evaluación técnica de los potenciales sitios geotérmicos.
Como aportes de contrapartida a la donación del FMAM, Isagen contribuirá US$850.000 al proyecto, mientras que el Ministerio de Minas y Energía aportará US$200.000.
El BID actúa como organismo ejecutor del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, una organización financiera independiente respaldada por 182 países miembros. El FMAM provee donaciones para proyectos relacionados con la diversidad biológica, el cambio climático, la degradación de suelos, la contaminación orgánica, la capa de ozono y las aguas internacionales.
La División de Energía del BID lleva a cabo proyectos financiados por el FMAM en nueve países de América Latina y el Caribe, que comprenden generación de energía eólica, solar e hidráulica, biogás, recuperación de metano y eficiencia energética.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.
