A lo largo de la jornada se dieron las claves sobre algunas de las herramientas y políticas de estímulo en Alemania encaminadas a facilitar que la energía solar térmica a baja y media temperatura adquiera el protagonismo que su carácter de "materia prima" gratuita, inagotable y próxima al punto de consumo le debería otorgar. Como puso de manifiesto Werner Koldehoff de la Asociación Alemana de la Industria Solar (BSW) un 33% de la nueva superficie de colectores instalada en Europa en 2010 corresponde a Alemania, seguida muy de lejos por el 9% aportado por España, país con una irradiación solar sin embargo mucho mayor.
Las claves de este desarrollo se basan en una política de incentivos adecuada, pero también en la divulgación y concienciación entre los profesionales, la administración pública y los usuarios de la necesidad de incorporar mecanismos que frenen los efectos del cambio climático. En palabras de Koldehoff la tecnología existente es capaz de cubrir grandes demandas de ACS, calor y refrigeración más allá del uso residencial y el futuro de la energía solar térmica apunta a las grandes instalaciones en industrias, edificios públicos, hoteles, etc. como los nichos de mercado que más desarrollo experimentarán en los próximos años.
Si bien la energía solar térmica aporta indudables ventajas, no hay que menospreciar las también importantes barreras a las que se enfrenta. Así, Uwe Trenkner, apuntaba al largo periodo de amortización de las instalaciones como uno de los retos clave en Alemania, si bien es cierto que el creciente aumento del precio de los combustibles fósiles tradicionales contribuye a disminuir el periodo de retorno de la inversión y hacer las instalaciones cada vez más atractivas para los grandes consumidores de ACS, refrigeración o calor.
La formación de los agentes implicados, ya sean instaladores, proyectistas o arquitectos es en opinión de Trenkner uno de los factores decisivos, que unidos al continuo desarrollo de la tecnología y por tanto a la reducción de costes de operación, asegurará el crecimiento de la potencia solar térmica instalada en Europa y en el resto del mundo en los próximos años. Por último Trenkner mostró algunos ejemplos de instalaciones que evidencian el potencial que esta tecnología posee en la integración arquitectónica por ejemplo en fachadas, no solamente de edificios en nueva construcción sino en rehabilitaciones energéticas.
Por parte española Juan Fernández, Presidente de ASIT, dio una visión panorámica del status quo de la solar térmica y sus perspectivas a medio y largo plazo. Inició su intervención destacando como el marco del PER 2005-2010 (Plan de Energías Renovables) tan solo el 50% (2,4 millones m²) del objetivo de superficie instalada se ha cumplido.
El sector, gravemente golpeado por la crisis de la construcción, ha visto como entre el 2004 y 2008 el tamaño del mercado se multiplicó por cinco mientras que en los últimos dos años se ha reducido un 30%. Sin embargo en un escenario de aumento de los precios de las energías fósiles las perspectivas para la solar térmica son positivas pues en el caso más conservador se podría llega a 12 millones de m² (8,4 GW) o en un escenario más favorable a incluso 14 millones de m² (14 GW) instalados en 2020.
Desde ASIT se apuesta por una consolidación de la tecnología y un crecimiento sostenible a través del control normativo de la calidad y rendimiento de las instalaciones realizadas en el marco del CTE (Código Técnico de la Edificación), esto es la implantación de contadores de producción energética, de un Certificado de Validación de la Contribución Solar o la obligatoriedad de contratos de mantenimiento.
Por otro lado, tanto ASIT como el representante de IDAE, Carlos Montoya, destacaron la importancia de incentivar la eficiencia en kWh de las instalaciones en lugar del tamaño de la superficie de colectores. Así, el nuevo PER 2011-2020 de inminente aprobación introducirá un marco retributivo específico, ICAREN, basado en el pago de Incentivos a la producción del calor generado mediante tecnología renovable y orientado a lograr que se cumplan los objetivos energéticos comprometidos en el PANER (Plan de Acción Nacional de Energías Renovables). En este contexto ASIT destacó el gran papel que jugarán las empresas de servicios energéticos ESEs a la hora de generar confianza a los promotores o inversores de este tipo de instalaciones y dar cobertura energética en centros de gran consumo.
Por último Carlos Montoya del IDAE destacó la importancia a nivel de política industrial de la solar térmica y el impacto favorable que este sector puede tener en el desarrollo local y en la creación de empleo. ASIT incluso estimó en su intervención que los alrededor de 5.000 empleos actuales del sector podrían casi triplicarse de aquí al año 2020.
Finalmente un grupo de siete empresas alemanas dieron a conocer sus experiencias en aplicaciones de la solar térmica al sector terciario e industrial, mostrando sus soluciones que incluían desde los colectores planos o de vacío más conocidos hasta sistemas basados en la tecnología termosolar como son los colectores cilindro-parabólicos o los colectores tipo fresnel capaces de generar mayores temperaturas de calor, vapor o refrigeración. Todos los fabricantes alemanes mantuvieron reuniones bilaterales con empresas españolas durante los dos días que siguieron a la jornada.
A la luz de las distintas intervenciones cabe concluir que la energía solar térmica de baja y media temperatura no tiene por qué ser la hermana pequeña de las tecnologías solares y que no solamente es posible sino necesario que juegue un papel más relevante en el futuro. Desde la Cámara Alemana dado el éxito de la convocatoria se prevé organizar en otoño otro evento de estas características cuyo tema central será la eficiencia energética en la rehabilitación de edificios.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.