250.000 alemanes se manifiestan contra las centrales nucleares

La canciller recibirá mañana las últimas conclusiones de los informes sobre la energía nuclear y la seguridad de las centrales nucleares, que encargó a diversas comisiones tras el accidente de Fukushima. Se espera pronto una decisión del gobierno sobre el futuro de la energía nuclear en Alemania. Los activistas antinucleares protestaron en Berlín, Dresde, Munich, Hamburgo, Gotinga y otras ciudades. La crisis nuclear en Japón a causa de un maremoto ha reforzado la oposición en Alemania a la energía nuclear.

El gobierno congeló los planes de prolongar la vida de las centrales nucleares alemanas, ordenó el cierre de siete de las centrales nucleares más antiguas y busca una rápida transición a fuentes de energías renovables, como la energía solar y la eólica. La comisión ética designada por la canciller alemana, Angela Merkel, para estudiar alternativas a la energía nuclear cree posible lograr el “apagón nuclear” antes de una década

"¡Apaguen, apaguen!", coreaban los manifestantes que avanzaron por la arteria principal de la capital germana pasando por la emblemática Puerta de Brandeburgo y por la cercana Cámara baja del Parlamento alemán, el Bundestag, hasta llegar a la sede de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel.

Con ello quisieron enviar una señal al gobierno de centroderecha de Merkel, que el domingo se reunirá en la Cancillería para tomar la esperada decisión sobre el futuro energético de la mayor economía europea.

Merkel recibirá a más tardar el domingo el informe de los 17 representantes del mundo económico, científico y religioso de Alemania y el lunes lo hará público. Aparentemente, los expertos recomendarán abandonar definitivamente la energía nuclear. Paralelamente a la marcha en Berlín, en casi todas las ciudades alemanas tenían lugar protestas similares. En Hamburgo, en el norte, la cifra de manifestantes ascendió a 5.550, y en Múnich, en el sur, a unos 3.000.

En Maguncia, capital del estado federado de Renania-Palatinado, unos 5.000 se sumaron a una marcha que recorrió las principales calles del centro urbano y en la ciudad de Essen, cerca de 3.000 ecologistas, según fuentes policiales, se concentraron ante la sede del gigante energético RWE. Por último, en la ciudad oriental de Dresde, capital de Sajonia y en la frontera con la República Checa, más de 3.000 exigieron con gritos y silbidos el fin de la energía atómica.

La participación fue así muy superior a la de las pasadas manifestaciones que tuvieron lugar por toda Alemania el 26 de marzo, y lograron un récord de 250.000 participantes. El viernes, el ministro alemán de Medio Ambiente, Norbert Röttgen, y sus homólogos de los estados federados acordaron echar el cierre definitivo a las siete centrales más antiguas del país.

Las centrales nucleares, construidas hasta 1980, fueron cerradas provisoriamente tras el desastre en la planta japonesa de Fukushima y ya no encenderán más sus motores. El Ejecutivo de Merkel aprobó el año pasado una polémica ley para prolongar la vida útil de las 17 centrales nucleares y revocar el apagón gradual acordado con las operadoras energéticas en el año 2000 por el anterior gobierno, del socialdemócrata Gerhard Schröder.

Pero tras el desastre en Japón, la canciller anunció una moratoria de tres meses a esa ley y dispuso el cierre temporal de las siete centrales nucleares de mayor antigüedad.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.