Solar Impulse, el primer avión que vuela con energía solar fotovoltaica

Tras un primer vuelo internacional de 13 horas y unos cuantos más de pruebas, los creadores de la aeronave solar creen que la tecnología pronto permitirá volar alrededor del mundo sin contaminar. Con el patrocinio de la Comisión Europea, el avión solar ya había logrado volar ininterrumpidamente durante 26 horas. El vuelo internacional entre Payerne (Suiza) y Bruselas (Bélgica) era la prueba de fuego de Solar Impulse y su tripulación para demostrar su capacidad de desenvolverse adecuadamente dentro de la red de tráfico aéreo.

Este es el resultado de siete años de intenso trabajo de un equipo de 70 personas. El proyecto cuenta con 80 socios que han contribuido a la producción de este avión revolucionario de fibra de carbono, con una envergadura tan amplia como la de un Airbus A340 (63,4m) y un peso equivalente al de un coche familiar. Es el avión más grande que se ha construido con ese peso. Las 12.000 células solares integradas en el ala suministran a cuatro motores eléctricos (10CV de potencia máxima cada uno) con la energía renovable y cargan durante el día las baterías de polímero de litio de 400 kg, lo que permite que la aeronave vuele de noche.

Solar Impulse ha demostrado el inmenso potencial de las nuevas tecnologías en términos de ahorro energético y producción de energías renovables. “Esta vez, tenemos un avión real volando, – prueba de que las nuevas tecnologías pueden reducir nuestra dependencia de la energía fósil – para ayudarnos a continuar apoyando los esfuerzos de las instituciones europeas a adoptar políticas energéticas ambiciosas”, manifiesta con entusiasmo Bertrand Piccard, Fundador y Presidente del Proyecto Solar Impulse.

Entre los días 23-29 de mayo de 2011 el avión se expondrá en el aeropuerto de Bruselas, socio de la campaña European Solar Flights. Después volará a París-Le Bourget, donde se le espera como “invitado especial” en la 49 ª International Paris Air Show, que tendrá lugar entre el 20 y el 26 Junio.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

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