Las energías renovables cubrieron el 79% del consumo de Galicia

El director del INEGA declaró que Galicia transforma el 9 por ciento de la energía primaria de España, con una refinería y una regasificadora en su territorio, y una producción muy elevada en energía eólica, y aunque dos comunidades tienen más potencia instalada, Galicia mantiene una mayor producción.

La energía eólica alcanzo una potencia eléctrica de 3.230 megavatios, con un 34 por ciento de la energía primaria autóctona. Diéguez situó en un 11 por ciento la bajada del consumo de energía eléctrica en el año 2009, que achacó a la situación de crisis que se está viviendo y a una mayor eficiencia de los equipamientos eléctricos domésticos. También subrayó que Galicia tiene cerradas las puertas a la energía nuclear porque "la sociedad gallega no la ve bien y, por lo tanto, nosotros tampoco".

El director del INEGA declaró que el reto de la comunidad es alcanzar en el horizonte del año 2015 el 95 por ciento de la electricidad consumida procedente de las renovables. El consumo de gas natural bajó ese año en un 22 por ciento como consecuencia de la disminución del consumo para generar electricidad de las dos centrales de ciclo combinado de gas natural existentes en la comunidad, debido al descenso de la demanda electricidad y a la elevada generación de fuentes renovables.

La comunidad gallega tuvo una producción de energía eléctrica de 10.993 megavatios ese año, el 11,5 por ciento de España, que produjo en total 95.644. Las centrales en régimen ordinario que corresponden a producción hidráulica, carbón, productos petrolíferos, resíduos y gas natural produjeron 6.614 megavatios y las centrales en régimen especial, que corresponden a no renovables, energía solar, eólica, hidráulica y biomasa y residuos, produjeron 4.379 megavatios.

El director del INEGA dijo por último que el objetivo en Galicia hasta el año 2015 es, además del ahorro energético y la eficiencia, potenciar la biomasa y el biogas, "que iremos poniendo en valor dependiendo de la evolución del mercado y, por supuesto, de las tecnologías.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

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