Audi presenta el proyecto Audi Balanced Mobility

Descomponiendo el agua en hidrógeno y oxígeno mediante la electricidad obtenemos grandes cantidades de H2, que se puede emplear como combustible en los coches de célula de combustible. Pero Audi lo combinará con CO2 atmosférico para obtener metano sintético, denominado e-gas por Audi. No deja de conocerse normalmente como GNC (Gas Natural Comprimido), pero el proceso de obtención es bastante novedoso y revolucionario en la industria del automóvil.

El proceso es neutral con respecto al CO2, pues se capta de la atmósfera y se vuelve a quemar, saliendo los gases por el escape de un coche. Para instrumentar este proyecto, Audi lanzará en 2013 el Audi A3 TCNG, un Audi A3 con motor TFSI modificado para soportar el octanaje 130 RON del e-gas. Al mismo tiempo, el coche es un bi-fuel, pues cuenta con un depósito convencional de gasolina que empleará sin problemas en caso de que no encontremos e-gas o GNC para repostar.

Desde la producción de los aerogeneradores eólicos, a la construcción de la central e-gas a las emisiones por el tubo de escape del A3, el análisis well-to-wheel (fuente a rueda) determina que este coche emitiría sólamente 30 g/km de dióxido de carbono, mientras que algunos eléctricos puros con electricidad procedente de térmicas pueden elevar su huella de carbono a más de 60 g/km. El e-gas producido por esta planta sería suficiente para 1.500 Audi A3 TCNG que recorriesen 15.000 km al año, una cifra correcta.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

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