Entre dichos objetivos apuntados por el documento, resaltan los 34.700 MW eólicos onshore (1,7 veces la potencia de 2010), los 4.800 MW de energía solar termoeléctrica o ternosolar (7,5 veces la potencia de 2010), los 7.250 MW de energía solar fotovoltaica (2 veces la potencia en 2010), los 750 MW eólicos offshore y los 100 MW de energías del mar.
“Dentro de este nuevo escenario lamentamos que el objetivo de eólica marina se haya reducido por tercera vez para alcanzar ahora los 750 MW”, declara Xavier Pastor, Director Ejecutivo de Oceana Europa. “Con todo, celebramos la inclusión por primera vez en el PER de un apartado especial para las energías marinas con un objetivo de 100 MW”.
Oceana considera crucial que se den los avances necesarios en I+D para que las diferentes tecnologías marinas, ya sea eólica offshore o las denominadas energías del mar, encuentren un marco favorable y estable que les permita desarrollarse plenamente. La organización señala que el mar ofrece una enorme cantidad de energía aprovechable que ayuda a reducir la dependencia a los combustibles fósiles y por tanto a minimizar los impactos ocasionados por la creciente acumulación de CO2 en la atmósfera.
“Es necesario que durante el marco temporal que abarca el nuevo PER se superen todos los retos que limitan el desarrollo de las energías que se localizan en el mar, fomentando de esta forma su definitivo despegue, en especial para las plataformas eólicas flotantes. Si conseguimos trabajar en España en I+D para eólica flotante no solo este país puede convertirse en pionero a nivel mundial, sino también incrementar el objetivo fijado por el PER”, afirma Xavier Pastor.
Los graves efectos que el cambio climático está produciendo en nuestro planeta, en nuestros ecosistemas y en nuestras poblaciones hacen que nos encontremos ante un momento especialmente importante: el paso de la era de los combustibles fósiles hacia una nueva era liderada por las energías renovables.
Las energías renovables desempeñan por tanto un papel importante en la mitigación de los efectos del cambio climático y así se pone de manifiesto tanto en el desarrollo de estas tecnologías en el plano internacional como en el incremento en la participación dentro del mix energético de cada país.
En este sentido, las políticas de fomento y desarrollo de la tecnología y la participación de estas energías en el mix energético son muy desiguales entre los diferentes países. La UE en su Directiva de Energías Renovables contempla unos objetivos obligatorios en los que las energías renovables deben participar en un 20% en el consumo energético total en el año 2020. Para alcanzar dicho objetivo es necesario impulsar el desarrollo de las energías renovables y dar especial importancia a la ingente cantidad de energía que ofrecen nuestros mares y océanos.
El impulso tanto de la eólica marina como del resto de tecnologías que usan el mar como fuente de energía (olas, mareas, corrientes,…) son por tanto cruciales para frenar los efectos que el cambio climático está produciendo en nuestros océanos. Sin embargo, España, que ocupa el cuarto puesto en el ranking mundial de energía eólica y el segundo puesto en Europa, se encuentra muy por detrás de los países del norte del continente en cuanto a energía eólica marina.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.