Fuentes de energías renovables como la energía solar y eólica pudieran satisfacer hasta 80% de las necesidades energéticas del mundo para el 2050 y desempeñar un importante papel en el combate al calentamiento global, dijo el lunes un importante panel climatológico.
Pero el Panel Intergubernamental de la ONU sobre Cambios Climáticos dijo que para alcanzar ese nivel, los gobiernos tendrían que invertir más dinero e introducir políticas que integren las fuentes renovables a las redes eléctricas existentes y promuevan sus beneficios en términos de reducción de la contaminación y la mejora de la salud pública.
Los autores dicen que el reporte concluyó que el uso de energía renovable está en aumento, sus costos están declinando y que, con las políticas adecuadas, serán una importante herramienta para combatir los cambios climáticos y ayudar a los países pobres a usar energía solar y eólica para desarrollar sus economías de una forma sostenible.
"El informe muestra que no es la disponibilidad de recursos, sino las políticas públicas lo que expandirá o restringirá el desarrollo de la energía renovable en las próximas décadas", dijo Ramon Pichs, quien copresidió el grupo a cargo de producir el reporte. "Los países en desarrollo se juegan algo importante en ese futuro; es en esas zonas donde viven 1.400 millones de personas, pero es también donde existen algunas de las mejores condiciones para el despliegue de fuentes renovables".
Los gobiernos dieron su respaldo al reporte el lunes luego de una reunión de cuatro días. El documento tiene como objetivo asesorar a los gobiernos en la elaboración de políticas y ayudar a guiar al sector privado en las consideraciones sobre en cuáles áreas invertir.
Greenpeace y otros grupos ambientalistas dijeron que Arabia Saudí y Qatar, dos estados petroleros sin interés en alternativas, lograron suavizar la redacción del reporte referente a la rentabilidad de la energía renovable, una acusación que los saudíes negaron, diciendo que solamente se aseguraron de que el reporte se limitase a lo demostrado por la ciencia.
El documento ‘Informe Especial sobre Energías Renovables y Cambio Climático, Mitigación’ consta de unas mil páginas y ha sido lanzado en la reunión de Cambio Climático que se celebra en Arabia Saudí, tras ser aprobado por el Grupo de Trabajo III del panel de expertos del IPCC.
"Con apoyo a una política energética y climática consistentes, las fuentes de energías renovables pueden contribuir sustancialmente al bienestar humano, a lograr un suministro energético sostenible y a la estabilización del clima", ha destacado durante el lanzamiento del informe el co presidente del Grupo de Trabajo III, el profesor Ottmar Edenhofer, quien ha reconocido también que "sin embargo, un aumento sustancial de las energías renovables es técnica y políticamente muy ambicioso".
Por su parte, el co presidente del mismo grupo, Youba Sokona, ha destacado que el potencial papel de las tecnologías renovables para satisfacer las necesidades energéticas de los pobres y para potenciar el crecimiento sostenible de los países desarrollados y de los que están en desarrollo, pueden aumentar los puntos de vista polarizados. "Este informe del IPCC ha traído un poco de claridad necesaria a este debate con el fin de informar a los gobiernos sobre las opciones y decisiones que necesitarán tomar si el mundo quiere lograr de forma colectiva una vía baja en carbono, mucho más eficiente y con un desarrollo más equitativo", ha señalado.
Asimismo, el co director del Grupo de trabajo III, Ramon Pichs ha añadido que el documento muestra que no se trata de la disponibilidad de los recursos sino de que las políticas públicas tendrán que expandir o constreñir el desarrollo de las energías renovables en las próximas décadas. "Los países en desarrollo tienen un importante participación en este futuro ya que es en ellos en los que vive 1.400 millones de personas sin acceso a la electricidad en la actualidad y también donde precisamente se dan las mejores condiciones para la implantación de las energías renovables", ha apuntado.
Durante la presentación del documento, el director del IPCC, Rajendra Pachauri, ha destacado que el IPCC ha traído de forma conjunta la información más relevante y valiosa para facilitar a todo el mundo, con una evaluación científica, el potencial de las fuentes de energía renovables para mitigar el cambio climático. El documento especial puede servir, en su opinión, como una base de conocimiento sólida para los encargados de hacer las políticas con el objetivo de afrontar el "mayor reto del siglo XXI".
Este documento especial se incorporará al Quinto Informe de Evaluación del IPCC, cuya finalización está prevista para septiembre de 2014.
El informe presentado en Abu Dhabi ha sido aprobado por representantes de 194 países que han examinado el nivel de penetración actual de seis tecnologías renovables y su posible desarrollo en las próximas décadas. Estas son: bioenergía, incluidos los cultivos energéticos, forestales, agrícolas y residuos animales y los llamados biocombustibles de segunda generación; la energía solar, tanto la fotovoltaica como la de concentración; la energía geotérmica; la hidráulica, incluida la ejecución del río, en secuencia o los proyectos de represas con reservas; la energía del océano, y la energía eólica, incluida también la marina.
WWF apoya este texto y afirma que es posible cambiar a una energía 100% renovable en 2050, como demuestra su informe “Energy Report” elaborado en colaboración con la consultora Ecofys.
El futuro energético del mundo debe basarse en las energías renovables, y así lo demuestra el claro mensaje que ha enviado hoy desde Abu Dhabi el IPCC con su “Informe especial sobre energías renovables y mitigación del cambio climático” .
Este texto compara 164 escenarios y demuestra que las energías renovables tienen una importante proyección de futuro, además de ser las fuentes con mayor capacidad de crecimiento. Tanto es así que ya compiten con la energía basada en combustibles fósiles a escala global y regional, y se prevé que en las próximas décadas su coste total sea mucho inferior. Por ello, el IPCC afirma que es posible lograr que el 80% de la electricidad mundial proceda de fuentes renovables.
WWF va más allá de este objetivo y demuestra que es viable técnica y económicamente cambiar a una energía 100% renovable en 2050. Esta es la idea principal del informe publicado por la organización bajo el título “Energy Report”, donde la organización lleva el debate y la discusión mucho más lejos que los escenarios planteados por el IPCC en su informe. Además, subraya que es imprescindible estabilizar las emisiones de CO2, ya que su pico máximo está previsto para 2015 y deben reducirse bruscamente a partir de entonces para mantener estos gases en el rango de 350 partes por millón de CO2 a la atmósfera, que es lo que recomiendan los científicos.
Según WWF, los altos costes ambientales de la búsqueda de nuevos yacimientos y extracciones de gas y petróleo hacen que estas opciones no constituyan alternativas viables. Por ello, para proteger el clima a largo plazo, las soluciones “bajas en carbono”, basadas en energías renovables y en la eficiencia energética, son el único camino posible. Por el contrario, la costosa energía nuclear y la captura y almacenamiento de carbono son mucho menos efectivas y seguras.
Por todo ello, los gobiernos que adopten medidas para priorizar las energías renovables sobre las convencionales ahorrarán muchos costes en el futuro. Y es que cuanto más tiempo se tarde en apostar por estas energías limpias, más cara será su implantación en la sociedad. Según la Agencia Internacional de la Energía, cada año de retraso implica un coste extra de 500 mil millones de dólares en la inversión que necesita el sector energético entre 2010 y 2030 para realizar la transición hacia una economía baja en carbono. Estas inversiones deben centrarse en el desarrollo y la mejora tecnológica de las energías renovables que, aunque evolucionan a un ritmo rápido, todavía necesitan incentivos económicos para su mayor implantación. WWF también recuerda que las inversiones en energías renovables pueden crear, al menos, 20 millones de puestos de trabajo en el sector, lo que supone muchos más que la industria de los combustibles fósiles en la actualidad.