La iniciativa, denominada Proyecto Eólico Montes de Oro, producirá una potencia de 20 megavatios (MW) a través de ocho aerogeneradores instalados en una finca de 105 hectáreas.
Este plan se sumará a la lista de nuevos proyectos para producir electricidad con viento que se gestionan en suelo pampero y a las cinco que ya operan en el país.
En Guayabo de Bagaces tres empresas avanzan con permisos para poner en operación los proyectos: Eólico Guayabo, Los Leones y El Quijote.
El primero tendrá 50 aerogeneradores que se localizarían en los cerros de Mogote. Lo harán dos sociedades: Venfor y Fila del Mogot D CR, cuyo presidente en ambos casos es Gustavo Echeverri.
Los Leones está a cargo de Coopeguanacaste y estaría en los cerros del mismo nombre. La idea es generar 27 MW y su entrada en operación podría suceder a finales del 2013 o inicios del 2014.
En el caso de El Quijote es un plan que desarrolla la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH), también en Mogote.
El quinto proyecto en camino se llama Parque Eólico Volcán Arenal (Pevasa) y estaría asentado en Tierras Morenas de Tilarán. Este lo lidera el empresario Rogelio Murillo Urbina y participaría, eventualmente, la ESPH.
Microclima ideal
Javier Esquivel, ingeniero de la firma G.O. Ambiental, comentó que el Proyecto Eólico Montes de Oro está en proceso de obtener la viabilidad ambiental.
Cuando la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) otorgue el aval, el interés es abarcar apenas un 1,71% del tamaño de la finca de 105 hectáreas para instalar las torres cuya potencia sería de 2,5 MW cada una.
Esquivel explicó que la represa del Arenal genera un espejo de agua que le facilita a Cañas tener un microclima ideal que favorece la constancia de vientos.
Se instalarían equipos más potentes que permitirán hacer menos torres, pero más altas.
La empresa de Valerio Catullo analiza si se necesitaría invertir en una subestación situada a 500 metros de la casa de máquinas. O bien, llevar la línea de transmisión hasta la subestación de Garabito, del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
Los tres parques eólicos que se pretenden operar en Guayabo de Bagaces vendrían a acompañar a la Central Eólica Guanacaste, inaugurada en mayo del año pasado, con una capacidad de 50 MW.
El primero de estos desarrollos eólicos es Los Leones y generará 27 MW.
Eduardo Cabalceta, ingeniero de Coopeguanacaste, explicó que están en la etapa del estudio de prefactibilidad como parte de los requisitos que solicita la Setena.
La obra presenta dos opciones: instalar entre 27 y 30 turbinas eólicas con una potencia de 900 MW o unas 11 si su potencia es de 2,5 MW cada una.
“La zona de Guayabo es favorable para este tipo de actividad, pues al estar entre dos volcanes no hay turbulencia y las condiciones del viento son ideales”, mencionó Cabalceta.
Se ha estimado una inversión de $60 millones.
El otro proyecto que recibirá el cantón de Bagaces es el Eólico Guayabo, el cual espera el aval ambiental.
Gustavo Echeverri contó que el grupo de empresarios que conforman las dos sociedades interesadas lleva unos 15 años investigando, no solo el alcance de los vientos, sino los cerros de Mogote y las tecnologías asociadas al tema eólico.
Este grupo espera finiquitar pronto un acuerdo con un aliado estratégico que inyecte capital. Las tierras ya son propias.
La ESPH, por su parte, gestiona El Quijote, que generaría, en una primera etapa 30 MW, por lo que planean colocar entre 29 y 30 torres, cada una con capacidad de 1 MW.
$60 millones aproximadamente costará el complejo de aerogeneradores Los Leones, en Guayabo.
$2,2 millones es el valor promedio de cada aerogenerador. Ocho torres producen unos 20 MW.
29-30 aerogeneradores instalaría la ESPH en el proyecto El Quijote, en Guayabo de Bagaces.
$23,7 millones es el coste estimado para desarrollar el Proyecto Eólico Montes de Oro, en Cañas.
116 megavatios de potencia es lo que producen las cinco centrales eólicas existentes en el país.
Andrés Zúñiga, ingeniero de la Dirección de Apoyo en Investigación y Desarrollo, detalló que la ESPH le está dando prioridad a El Quijote (antes que a Pevasa), porque este ya tiene asegurada la conexión con el ICE, mediante la subestación del Mogote.
En Guayabo, la ESPH está en sociedad con el dueño de la finca, Jorge Campos, con quien mantienen un acuerdo de confidencialidad.
Hasta el momento, en esta localidad bagaceña, la única generadora de electricidad con viento es la Eólica Guanacaste, aunque existen cinco geotérmicas a cargo del ICE.
Gabriela Méndez, vicealcaldesa de Bagaces, dijo que la comunidad recibe con agrado este tipo de inversiones, no solo porque son energías limpias y amigables, sino fuente de empleo y hasta se convierten en atractivo turístico.
“Nos parece importante que se logre un adecuado manejo del impacto ambiental y social. La experiencia que ha tenido el Proyecto Eólico Guanacaste ha sido muy buena”, expresó.
Contra los gigantes
Las partes altas de Guanacaste se han vuelto famosas para la generación de energías renovables.
En Tejona y en Ranchitos de Tilarán, el ICE opera aspas en grandes molinos desde finales de los 90.
Para esta época también comenzó operaciones la empresa productora Molinos de Viento Arenal S.A. (Movasa), de capital privado, con un parque eólico 20 MW en Tierras Morenas.
Más recientemente se instaló otra en Quebrada Azul, propiedad de Plantas Eólicas de Costa Rica.
Ahora se asoman dos iniciativas más: la de Pevasa y la ampliación por parte del ICE del complejo Tejona, para que genere 20 MW.
Esta última entraría en operación el próximo año y forma parte de la política de la institución de obtener para el 20212 toda la electricidad por medio de fuentes limpias (agua, vapor, viento, biomasa y energía solar).
En el caso de Pevasa, la central tendrá entre 10 y 20 aspas, dependiendo de la capacidad de potencia de cada torre.
Rogelio Murillo comentó que el objetivo es producir al menos entre 12 y 15 MW.
No obstante, todavía se está en los análisis técnicos y ellos determinarán si aumenta el número de torres y de potencia. El lugar, dijo Murillo, es apto para 32 torres.
En diciembre anterior, Setena solicitó a la empresa presentar el estudio de impacto ambiental.
El Quijote estaría localizado en una finca propiedad de José Antonio Mejías, con quien existe un precontrato de venta. Tiene una extensión de casi 24 hectáreas y está frente al complejo eólico Movasa.
Andrés Zúñiga, de la ESPH, aseguró que con Pevasa la entidad firmó una carta de intenciones, donde se compromete a desarrollar la campaña de medición de viento.
Esperarán los resultados del estudio de prefactibilidad para decidir si vale la pena participar en esta iniciativa.
Si bien Guanacaste destaca hoy como la cuna de los proyectos eólicos, otras zonas del país también tienen otras iniciativas.
Sobresalen dos casos: el de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) en Pabellón de Santa Ana y el de la Cooperativa de Electrificación Rural Los Santos (Coopesantos) en esta región.
El de la CNFL incluirá 17 torres con una capacidad instalada de 950 kilovatios cada una para un total de 15,3 MW de potencia. Coopesantos tendrá 15 aerogeneradores para 13 Mw de producción anual.
En todos los casos, el objetivo es dotar de más energía limpia a Costa Rica.
Soplo de viento
Energía renovable: Producir electricidad aprovechando las corrientes de viento, permite al país echar mano de energía limpias y evitar el uso de combustibles fósiles-fuentérmico: contaminante y limitada.
En operación: De acuerdo con el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) actualmente hay en funcionamiento cinco centrales eólicas: Aeroenergía que produce 6,5 MW; Guanacaste con 50 MW; Tejona con 20 MW; Movasa que genera 20 MW y la de Tilarán con 20 MW. En total, generan 116 MW.
Privadas: De estas, la única central eólica del ICE es la de Tejona, el resto son privadas. La Compañía Nacional de Fuerza y Luz construye una en Pabellón de Santa Ana y vienen las de la ESPH.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.