La asociación está abierta a la participación de empresas de construcción, ingenierías, metalúrgicas, eléctricas y auditoras de naturaleza y patrimonio, con el objetivo de crear un verdadero sector eólico en Cantabria que sea referencia a nivel nacional e internacional.
Así lo han señalado en su presentación en rueda de prensa el presidente y el secretario de la asociación, Manuel Huerta Terán y David González Pescador, respectivamente, quienes han destacado el potencial que el desarrollo eólico tiene para el crecimiento económico de la región, así como la vinculación con la sostenibilidad de las empresas adjudicatarias.
Huerta ha explicado que el principal motivo de esta iniciativa es crear un clima propicio para el desarrollo eólico en Cantabria, basado en la interlocución con los distintos agentes que participan en el proceso, principalmente las administraciones públicas.
También ha incidido en la "oportunidad" en cuanto a creación de riqueza que supone para la región el desarrollo eólico, con una inversión global prevista de 2.000 millones de euros y la generación de 4.200 puestos de trabajo directos e indirectos, 1.500 de ellos provenientes de los proyectos industriales incluidos en las ofertas presentadas al concurso.
El presidente de la asociación ha recalcado también las "grandes ventajas" que este tipo de desarrollo va a suponer para los vecinos de los ayuntamientos donde se instalarán los aerogeneradores, en materia de impuestos o pagos a los propietarios de los terrenos, entre otras, que repercutirán en su calidad de vida y servicios.
Huerta ha señalado que la asociación nace con "vocación abierta", para "aunar fuerzas" y "remar en el mismo sentido". En este sentido ha recordado que al concurso eólico se presentaron 52 grupos, y por eso buscan la "afiliación" de cualquier empresa que "tenga algo que aportar", ha dicho.
González Pescador, por su parte, ha precisado que la apuesta de la asociación es que la mayoría del Valor Añadido Bruto (VAB) que se va a generar en el concurso eólico se quede en empresas de Cantabria, de ahí su deseo de sumar empresas para trabajar juntas en este sentido.
Sin embargo, ha precisado que la asociación no es un ‘lobby’, sino que persigue poner en valor "en todos los niveles" un desarrollo que va a convertir a las empresas implicadas, la mayor parte con "mucha experiencia", en "protagonistas" del futuro de la región "en buena medida". De esta forma, se trata de servir de "canal de comunicación" para empresas que tienen "intereses comunes".
Para el secretario de la asociación, la colaboración es necesaria para superar los "obstáculos", que "no van a ser pocos", ha augurado, que se van a presentar en este proceso. Ha recalcado igualmente que las adjudicatarias están "totalmente vinculadas" con la sostenibilidad y son "empresas ecológicas", por lo que llaman a colaborar en el "desarrollo sostenible".
En esta misma línea, Huerta ha señalado que los intereses de la asociación "no pueden estar muy lejos" de quienes están en contra de los parques eólicos, y ha destacado que las adjudicatarias del concurso tienen experiencia y pueden ofrecer "garantías" para llevar a cabo este desarrollo "de la mano de un sentido medioambiental".
Ha añadido que el concurso está en fase de tramitación, que es "compleja", y que "ahora es cuando empieza el trabajo duro", pero creen que se puede hacer a "un ritmo adecuado".
Los representantes de la asociación, entre los que se encontraba también su vicepresidenta, Caro Chapote, han señalado igualmente que el hecho de que Cantabria sea una de las últimas comunidades en incorporarse a la energía eólica les ha permitido aprender, tanto a empresas como a la Administración, de los errores de otras y a "hacerlo bien". "Sabemos cuáles son los obstáculos a los que nos enfrentamos y como superarlos", han afirmado.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.