La agencia ya ha informado de esta revisión al Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), cuyo director, Yukiya Amano, ha llegado este viernes a Japón para recabar información de primera mano sobre la situación en Fukushima. La Agencia de Seguridad Nuclear de Japón sitúa el riesgo en el nivel 5 y Francia en el 6 De este modo el riesgo pasa de ser considerado un "Accidente con consecuencias de alcance local" (nivel 4) a lo que equivaldría, según el INES, a un "Accidente con consecuencias de mayor alcance" (nivel 5).
Sin embargo esta calificación ha resultado polémica, puesto que Francia le ha atribuido desde el principio el nivel 6 de riesgo de accidente nuclear. El nivel 7 corresponde a la liberación al exterior de materiales radiactivos con amplios efectos en la salud y el medio ambiente, y requiere la aplicación prolongada de contramedidas. El de la central de Chernóbil, en Ucrania, en 1986 es el único caso hasta el momento en el mundo de accidente grave de máximo nivel.
Desde el jueves, el personal de emergencia de la central nuclear se esfuerza, con la ayuda de equipos militares y de bomberos, de enfriar el reactor 3 con vertidos de agua desde camiones-cisterna y helicópteros. La radiactividad en torno a la central nuclear, operativa desde 1971, llevó al Gobierno nipón a evacuar casi 230.000 personas en un radio de 20 kilómetros y recomendar a aquellas entre 20 y 30 que permanezcan en sus casas con puertas y ventanas cerradas.
El 26 de abril de 1986 se decretó el nivel de alerta 7, tras la explosión del reactor número cuatro de la central nuclear de Chernóbil, en Ucrania aunque entonces pertenecía a la URSS. El nivel 6 (accidente importante) corresponde a la liberación, considerable, al exterior de materiales radiactivos y probablemente requerirá la aplicación de contramedidas.
La central de Mayak, situada en los Montes Urales en las proximidades de Kyshtym (antigua URSS) sufrió un accidente de este nivel en septiembre de 1957. El nivel 5 (accidente con consecuencias de mayor alcance) se establece cuando se produce una liberación limitada de materiales radiactivos al exterior o se registran varias muertes por radiación. También si el reactor sufre daños graves o si produce una liberación de grandes cantidades de materiales radiactivos dentro de la instalación. Suele requerir la aplicación de contramedidas.
Los accidentes de las centrales de Windscale-Sellafield en Liverpool (Reino Unido), en 1957, y Three Mile Island, en Harrisburg, Pensilvania (EEUU), en 1979, fueron de nivel 5. El nivel 4 (accidente con consecuencias de alcance local) corresponde a los sucesos en los que hay una liberación menor de materiales radiactivos. El nivel 4 lleva conlleva al menos una muerte por radiación, se produce una fusión de combustible o se liberan cantidades considerables de radiación dentro de la instalación. No suelen ser necesarias las contramedidas, salvo los controles locales de alimentos. En este nivel se encuentran los accidentes de Tokaimura (Japón), en 1999, y Sant Laurent des Eaux (Francia), en 1980.
El nivel 3 (incidente importante) se refiere a los casos en los que la exposición a la radiación es diez veces superior al límite establecido para los trabajadores y en los que hay efectos en la salud pero no mortales (por ejemplo quemaduras). También incluye la contaminación en zonas no previstas en el diseño de la central nuclear.
El Gobierno de Japón ha indicado este viernes que el agua arrojada por siete camiones-cisterna de las fuerzas de Auto Defensa (Ejército) sobre el reactor 3 de la central nuclear de Fukushima ha logrado, aparentemente, alcanzar la piscina de combustible, rociada el jueves con otras 64 toneladas de agua.
En una rueda de prensa, el ministro portavoz, Yukio Edano, ha indicado que no hay "información definitiva" acerca de la situación de esa piscina, pero se mostró optimista al recordar que de ella se elevaron columnas de vapor, lo que reflejaría que el agua llegó a su destino. En ese recipiente se encuentra una gran cantidad de combustible utilizado que, al bajar el nivel del líquido y calentarse, puede llegar a incendiarse y desprender radiactividad.
Edano indicó además que las operaciones para devolver la electricidad a la central a fin de restaurar, al menos parcialmente, el sistema de refrigeración se están llevando a cabo sin incidentes, aunque no precisó cuánto durarán. Los empleados de Tokyo Electric Power (TEPCO), la operadora de la central nuclear, han tendido cables eléctricos en la central e intentan hacerlos llegar hasta la zona de los reactores, donde la radiactividad habría disminuido tras las operaciones de vertido de agua.
El rector número 3 tiene problemas con la piscina de almacenamiento de combustible, ante el descenso del agua que lo cubre para impedir su sobrecalentamiento y es en estos momentos lo que más preocupa a los técnicos responsables de la central nuclear al contener una mezcla de uranio y plutonio. Aunque las operaciones del jueves y de este viernes parece que han logrado introducir líquido en la piscina, los responsables de la central consideran que el nivel todavía es demasiado bajo y existe la posibilidad de que suba la temperatura.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.