La central nuclear de Tokai, a unos 120 klómetros de Tokio, también se ha visto afectada por el seísmo que sacudió al país nipón el pasado viernes. El sistema de bombeo del circuito de refrigeración ha dejado de funcionar, según han informado los bomberos. Sería la tercera instalación dañada y se sumaría así a las de Fukushima y Onagawa.
En Fukushima los esfuerzos se centran en tratar de reducir la temperatura de seis reactores de las plantas nucleares 1 y 2, cuyos sistemas de refrigeración quedaron dañados por el seísmo. Para ello se está utilizando agua marina y ácido bórico, por lo que según losexpertos será muy difícil que los reactores afectados puedan seguir utilizándose en un futuro.
Las autoridades japonesas dijeron al organismo de la ONU que "los tres reactores en la central nuclear de Onagawa están bajo control". Según la AIEA, la declaración de alerta se debió a "la lectura de los niveles de radiactividad permitida en los alrededores de la central nuclear. Las autoridades japonesas están investigando la fuente de la radiación".
La central nuclear de Onagawa está ubicada en la prefectura de Miyagi, unos 450 kilómetros al norte de Tokio, una zona afectada por el sismo de 9,0 grados en la escala de Richter del pasado viernes, el más fuerte jamás registrado en Japón. El temblor y el posterior tsunami afectaron gravemente también a dos de los seis reactores de la central nuclear de Fukushima, a unos 150 kilómetros al sur de Onagawa, en la costa oriental de Japón.
En el caso de Fukushima, las autoridades informaron que la operación de ventilar el sistema de contención del reactor número 3 comenzó hoy por la mañana para permitir que la fuga controlada de vapor rebaje la presión en el interior de la vasija de contención del reactor nuclear. Este procedimiento se aplicó después de que fallaran varios intentos de refrigerar la central nuclear, primero con agua normal y después con agua de mar, lo que inutiliza la nuclear.
Sin embargo, los expertos japoneses no precisaron si la salida de vapor contribuyó a aumentar el nivel de radiactividad en el entorno de las instalaciones, aunque sí advirtieron de una posible acumulación de hidrógeno. Una acumulación de hidrógeno similar pudo ser la causa de la explosión ocurrida ayer en el reactor número 1 (de los seis existentes) en la central nuclear de Fukushima, que destruyó el tejado y las paredes exteriores, tal como pudo verse por la televisión.
La AIEA, responsable de velar por la seguridad de las centrales nucleares, ha ofrecido su ayuda para apoyar a Japón tras el terremoto en el marco de la Convención de Asistencia. El secretario del gobierno japonés, Yukio Edano, ha afirmado que uno de los reactores de la central nuclear de Fukushima1 podría haber sufrido una fusión parcial del núcleo, algo que descartaron en las primeras informaciones que dieron.
"Creemos que existe la posibilidad de que una fusión nuclear parcial haya ocurrido. Está dentro del reactor. No podemos verlo. En cualquier caso, suponemos que la fusión nuclear ha tenido lugar", ha señalado acerca del reactor número 1 de dicha central nuclear. "Sobre el reactor número 3, suponemos también que existe la posibilidad de que otra fusión nuclear tenga lugar mientras tomamos medidas para evitarlo", ha dicho Edano.
Estas declaraciones confirman el informe previo de la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial de Japón, que señaló que veía posibilidades de que una fusión nuclear tuviera lugar. "Existe la posibilidad, vemos la posibilidad de una fusión nuclear", indicó el director de la agencia, Toshihiro Bannai.
Una fusión nuclear es un fallo catastrófico en el núcleo del reactor, con un potencial para la liberación de radiación. Bannai ha asegurado que los ingenieros no han conseguido acercarse lo suficiente al núcleo como para ver lo que está ocurriendo, y basó sus conclusiones en los niveles de radiación registrados en el aire.
Edano ha afirmado que los trabajos para controlar el reactor número 1, dañado por la explosión del sábado, siguen su curso a través de la liberación de vapor y el suministro de agua. "Estamos haciendo las dos cosas a la vez, ventilando de aire los reactores y suministrando agua a los mismos", ha señalado. "Tenemos confianza, hasta un cierto punto, para conseguir estabilizar la situación", ha asegurado Bannai. "Confiamos en que podremos solucionar esto", ha apostillado.
La radiación cerca de la central nuclear de Fukushima-1, afectada por el fuerte terremoto de 8,9 grados en la escala de Richter que sacudió el viernes la región y que registró una explosión en uno de sus reactores, supera los niveles de seguridad, por lo que la compañía ha trasladado al Gobierno nipón que existe una "situación de emergencia".
La radiación detectada alcanza los 882 micro sieverts (unidad de dosis equivalente de radiación del Sistema Internacional, igual a un julio por kilogramo) por hora, superior al nivel permitido, que es de 500 micro sieverts. La compañía ha señalado que estos niveles no suponen una amenaza inmediata a la salud humana. Previamente, la central nuclear había comenzado a liberar vapor de reactor número 3.
Un aumento similar en los niveles de radiación tuvo lugar después de que se liberara gas radiactivo del reactor número 1 para aminorar la presión en el mismo. También entonces la compañía informó al Gobierno de la existencia de una situación de emergencia.
En las provincias afectadas por el seísmo hay un total de 11 centrales nucleares que detuvieron su actividad tras el temblor, tal y como establece el protocolo japonés de emergencia. Japón cuenta con cerca de 50 centrales de energía atómica en su territorio, de las que la mayoría funcionan con reactores de agua en ebullición (BWR, siglas en ingles) o con reactores de agua a presión (PWR).
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