Este día tiene sus orígenes en el año 1998 en Austria, sede de la primera conferencia internacional de Eficiencia Energética donde más de 350 expertos y líderes de 50 países discutieron estrategias para enfrentarse a la crisis de energía y abordar posibles soluciones.
Durante este día en numerosos foros y organismos se trabaja y discute cuales son las mejores maneras de vivir mejor y continuar con nuestro actual sistema de vida reduciendo el consumo energético en todos los ámbitos, sin por ello perder calidad, productividad y confort.
Este año viene marcado por la aprobación en el congreso del nuevo proyecto estrella de Rodríguez Zapatero, el anteproyecto de la Ley de Economía Sostenible que sienta las bases para un nuevo modelo energético asentado en la seguridad de suministro, la eficiencia económica y el respeto al medio ambiente, determinando los objetivos de ahorro energético para la Administración.
El Gobierno incorpora al ordenamiento jurídico medidas que nos permitan cumplir con los compromisos contraídos con la Unión Europea para el año 2020 consistentes en recortar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un 20%, mejorar la eficiencia energética en otro 20% y que el 20% de la energía que consume proceda de fuentes renovables.
Para lograr estos objetivos España debe realizar un gran esfuerzo trabajando en el desarrollo de tecnologías, productos y servicios eficientes en los campos con mayor potencial de ahorro de energía, fomentando hábitos responsables, que hagan posible un menor consumo de energía, mejorando la competitividad de las empresas y la calidad de vida personal.
Los principales sectores consumidores de energía y donde se pueden realizar y fomentar medidas en materia de Ahorro y Eficiencia Energética son:
El transporte, el sector más consumidor de energía en España, acercándose al 40% del total nacional y en especial el coche que representa aproximadamente el 15% de dicho total, debe potenciarse con medidas como el etiquetado para promover los vehículos de bajo consumo y eléctricos, fomentar las alternativas al coche particular como el transporte público, el transporte no motorizado y la diversificación en la movilidad de personas y mercancías, principalmente en el transporte por carretera
Los edificios, que representan el 20% de las necesidades energéticas de España y en donde se pueden alcanzar reducciones de una tercera parte del consumo incentivando medidas para mejorar el diseño de los edificios y fomentar la instalación de sistemas más eficientes de iluminación, calefacción, aire acondicionado y agua caliente.
El sector industrial, responsable del 30% del consumo de energía de nuestro país y donde se ha demostrado la influencia en el descenso de consumos energéticos de la implantación de medidas de ahorro y eficiencia implementadas en los procesos industriales a través de aplicación de nuevas tecnologías gracias a las conclusiones obtenidas en la realización de auditorías energéticas.
No obstante y a pesar del interés de todos nos queda mucho por progresar y tenemos ante nosotros apasionantes desafíos a los que debemos dar satisfacción durante la década que viene y que debemos empezar a diseñar ya mismo.
Estos desafíos implican por partes iguales a las administraciones, las empresas, y profesionales, en esta necesidad apremiante porque esta nueva tendencia energética puede provocar en un cambio significativo de nuestro modelo económico y social.
Las administraciones deben incentivar el I+D+i en eficiencia energética, que sea un valor objetivo en procesos de contratación como criterio de calidad e impulsar medidas fiscales para incentivar a las empresas a ser más comprometidas con el Ahorro y la Eficiencia Energética , sensibilizando y logrando la implicación de todos los estamentos sociales.
Las empresas deben participar desarrollando iniciativas que generen nuevas oportunidades de negocio y empleo, que influyan directamente en la reducción de costes dentro de un marco de sostenibilidad económica y medioambiental.
Los profesionales en ahorro y eficiencia energética deben colaborar con administraciones y empresas en la creación de un mercado con garantías de calidad, estabilidad e independencia, fomentando el uso de la auditoría energética como herramienta esencial para obtener un conocimiento riguroso de los consumos energéticos y optimizando la gestión de las instalaciones energéticas.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.
Javier Mañueco Gómez-Inguanzo, Socio de SinCeO2 Consultoría Energética. www.sinceo2.com