Según ha informado el Ente Vasco de la Energía, que ha adjudicado los trabajos, el proyecto de creación de una infraestructura para la investigación de la energía de las olas frente a la costa de Armintza (Vizcaya), ha avanzado "un paso más" con la designación de la empresa que se encargará de la futura instalación de los cables eléctricos submarinos y terrestres, "que trasladarán la energía eléctrica desde mar abierto hasta tierra".
El bimep, "que pretende ser un referente mundial en su campo" acometerá, de esta forma, "una de sus fases técnicamente más complicadas", ya que los cables submarinos son "elementos altamente complejos cuya instalación permitirá dar comienzo a las pruebas e investigación con dispositivos captadores de olas".
Debido a la "complejidad técnica", los trabajos de instalación de los cables submarinos y su interconexión con tierra se realizarán, en caso de obtener los permisos administrativos necesarios, en un plazo aproximado de nueve meses.
El bimep es un proyecto promovido por el Ente Vasco de la Energía para ubicar en Euskadi una infraestructura marina para la investigación en mar abierto en la que ubicar dispositivos captadores de energía de las olas y probar las diferentes tecnologías que empresas tecnológicas de todo el mundo desarrollan en el ámbito energético marino.
Estos dispositivos, que transforman la energía del movimiento de las olas en energía eléctrica, tienen diferentes formas y tamaños, aunque disponen de dimensiones similares a las de una embarcación pequeña.
Actualmente, se encuentran en distintas fases de desarrollo, aunque, en su mayoría, son prototipos a escala y no han alcanzado la "madurez tecnológica" necesaria para la producción eléctrica comercial.
El principal objetivo de bimep es dotar a las empresas que fabrican estos dispositivos de unas instalaciones capaces de validar sus diseños y de probar la viabilidad técnica y económica de sus nuevos dispositivos.
Para el EVE, ello hará del bimep "un referente mundial en investigación energética marina" y lo convertirá en "tractor de conocimiento e inversiones". Además, permitirá ubicar en Euskadi un centro de experimentación y ensayos en mar abierto que generará en el entorno "riqueza y nuevos sectores productivos", tanto en innovación tecnológica como a los servicios necesarios para el amarre, mantenimiento y servicios acuáticos para el funcionamiento de los dispositivos marinos.
El ente público, dependiente del Departamento vasco de Industria, cree que, "gracias a las prestaciones de esta infraestructura y al potencial energético medio-alto de la costa vasca", la ubicación del bimep en aguas de Armintza es "idónea para que los fabricantes puedan fondear sus prototipos y probar en condiciones reales su capacidad de producción, los costes de explotación y mantenimiento de las distintas tecnologías". "En definitiva, obtener datos e información con alto valor añadido para mejorar sus diseños y avanzar hacia fases comerciales", ha dicho.
La explotación de la energía del oleaje que realizarán en el bimep podrá ser de dos tipos, pruebas de corta duración y ensayos demostrativos, en los que la evaluación del comportamiento de los equipos se realizará en un plazo más largo de tiempo, de forma que se pueda realizar un análisis de su ciclo de vida.
Paralelamente a la instalación marina, en Armintza se ubicará un centro de investigación en el que técnicos y empresas con dispositivos en pruebas en el bimep dispondrán de elementos de análisis y evaluación de los datos recibidos desde el mar.
Para ello, el bimep contará con una superficie de balizada de 5,3 kilómetros por hora alejada de tierra a una distancia mínima de 1.700 metros, aunque lo suficientemente cerca como para poder actuar sobre los dispositivos amarrados en pruebas de una forma ágil e inmediata. Esta zona estará prohibida para la navegación y el tránsito marítimo.
La instalación contará con cuatro cables submarinos que conectarán los amarres o puntos de conexión marinos con la red eléctrica situada en tierra. Cada uno de ellos tendrá 5 MW de potencia unitaria, de forma que cada amarre quedará conectado a la subestación eléctrica de tierra a través de un cable submarino independiente. En total, el bimep tendrá hasta 20 MW de potencia instalada y verterá la totalidad de la energía eléctrica producida por los captadores de olas directamente en la red de distribución en tierra.
Estos cables -técnicamente conocidos como cables de potencia- son tecnológicamente muy avanzados y están diseñados para soportar su propio peso -25 kg cada metro, 15 kg una vez sumergidos en el agua, y con un diámetro de 10 cm- y las tensiones a los que se ven sometidos tanto durante su instalación como a lo largo de su vida útil en el fondo del mar.
Además, junto a la electricidad, cables de fibra óptica integrados dentro del mismo cable submarino permitirán monitorizar continuamente los dispositivos en pruebas y obtener datos de gran valía para la investigación y el desarrollo de las tecnologías de captación de energía de las olas.
La costa vasca ofrece un potencial energético, a través de las olas, "medio-alto", de aproximadamente 24kW/m. Estas características, potencial suficiente y unas condiciones marinas "no excesivamente agresivas", resultan, según el EVE, "idóneas para la prueba y fondeo de prototipos de captación de olas", ya que "permiten que los prototipos en estudio no sean sometidos a situaciones de oleaje extremo que podrían producir una pérdida económica importante".
El bimep contará con diferentes situaciones de oleaje que lo convierten en "el principal centro de ensayos del mundo" para tecnologías marinas. Una de ellas será la de calma en un 20 por ciento del tiempo, "lo que facilita el acceso a los dispositivos para realizar tareas de operación y mantenimiento".
También dispondrá de oleaje operativo un 78 por ciento del tiempo, "lo que supone un gran porcentaje del tiempo para el aprovechamiento energético" y oleaje extremo inferior al 2 por ciento del tiempo total, "una exposición a situaciones excepcionales únicamente puntual, y que reduce el riesgo de fallo completo de los sistemas".
Junto con el proyecto de investigación del bimep, en Euskadi también se desarrollan otros proyectos de aprovechamiento energético de las olas. El de Mutriku, "pionero y exponente de las diferentes tecnologías con alto grado de madurez", está completando la instalación de las turbinas en el nuevo dique de abrigo del puerto Mutriku.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.